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El esquema mantiene por ahora una tasa oficial de Bs 6,30 para productos básicos que según el ministro Rodolfo Marco Torres abastecerá el 70% de la demanda de la economía nacional, mientras que el restante 30% será cubierto con la tasa de Sicad, que arranca en Bs 12.

“El mercado esperaba que ese tipo de cambio Sicad se ubicara entre Bs 25 y 29” y que fluctuaría según la demanda, dijo una de las fuentes.

Hasta ahora ese sistema Sicad, que se prometió como de subastas, no ha funcionado de esa forma y se convirtió en la práctica en otra forma de asignaciones como el Cencoex. No está claro hasta ahora si van a cambiar la metodología del mecanismo para hacerlo funcionar esta vez. Eso con respecto al dólar a Bs 12, un precio «irreal»

Por su parte, la demanda “marginal” que hoy en día mantiene el dólar en el mercado paralelo por encima de Bs 180 será atendida por el libre juego de la oferta y la demanda en un tercer mercado a través de 3.792 puntos de compra y venta de divisas, que incluyen casas de cambio, banca pública y privada y operadores, de acuerdo al anuncio oficial.

Pero en el país con la tasa de inflación más alta del mundo y en ascenso, una escasez crónica y precios del petróleo en la mitad lo que estaban en 2014, con una enorme demanda de divisas insatisfecha, hay pocas razones para creer que estas medidas logran apagar la sed de una economía enferma.

La noticia “es mixta”, dijo una de las fuentes.

“Desde el punto de vista positivo está podría ser la primera fase de lo que pareciera ser un desmontaje del control de cambio, a través de un sistema de libre flotación y libre acceso para el sector privado donde se fijará el precio”, comentó una fuente del sector financiero que prefirió no identificarse por temor a represalias.

“Pero el Sicad a doce bolívares es negativo porque se mantiene un subsidio importante. Que arranque ahí parece negativo”, agregó.

También es negativo para la economía mantener un subsidio a los 3.000 dólares para viajeros justo en un ambiente de ahorro de divisas. “Que fomentes el turismo hacia el extranjero es algo que no esperaba nadie, no suena muy razonable”, agregó.

“Lo menos que tienes que estar pensando es estar dándole dólares a la gente que viaje”, insistió.

Respecto al nuevo mercado, las casas de cambio y operadores de valores atenderán “al menudeo” la demanda de taquilla, con montos de hasta 300 diarios por persona. Tendrán que evaluar la capacidad económica y el origen de los fondos de quien concurre a ese mercado, lo cual es positivo.

Es previsible que si esa taquilla abre a una tasa muy inferior a la del mercado paralelo actual, habrá una fuerte demanda que impulsará al alza ese tipo de cambio en poco tiempo.

En el mercado se calcula que esa tasa de cambio del “Sistema Marginal de Divisas” Simad, va a estar en un principio entre Bs 140 y Bs 150 en el corto plazo, según esta fuente.

“Pareciera que prevaleció lo político sobre lo económico. No quisieron dar la noticia de una devaluación para que no los atacaran. Y al dejar el Sicad a Bs 12 la única devaluación va a ser la de los bienes que sean desplazados desde Cencoex a ese Sicad”, observó.

La economista Anabella Abadí, profesora del IESA y socia de la firma ODH Consultores, señaló que los anuncios coinciden con lo que ya se había rumoreado en el mercado y con las opiniones de que las medidas iban a ser insuficientes. “Se mantienen las grandes distorsiones” en el sistema cambiario que afectan a toda la economía.

“El tipo de cambio promedio de arranque de Cencoex (ex Cadivi) y unificado (Sicad I) queda en ocho bolívares por dólar. Sigue siendo uno que genera distorsiones porque tenemos un paralelo sobre los Bs 180 “, señaló.

Ese promedio viene de considerar que el 70% de los dólares oficiales será suministrado a Bs 6,30 y el 30% a 12, por lo que Abadí ha ponderado la tasa de acuerdo al porcentaje de asignaciones.

Sobre el Sicad unificado, “hasta que no arranque el sistema es poca la confianza. Han sido anuncios poco esclarecedores en términos operativos”, señaló.

“Las empresas necesitan claridad sobre cómo participarán en este mercado”, agregó sobre los aspectos operativos que deberían estar mejor explicados en el convenio cambiario a ser publicado en Gaceta Oficial previsiblemente el miércoles.

Entre estas distorsiones sigue siendo preferible importar que producir localmente; se mantiene el tipo de cambio a Bs 6,30, “que es el que ha hecho tan rentable el contrabando”, señaló Abadí.

“Si esa distorsión no se resuelve no se resolverán las otras” en la economía, observó.
Otra dificultad es que las asignaciones de divisas seguirán siendo de forma controlada, a través de cuentas en dólares en Venezuela y teniendo al BCV como ente regulador de estas operaciones para controlar los montos a transar.

“Se mantienen los controles que siguen generando las distorsiones”, señaló.

En el nuevo mercado las operaciones al menudeo, por 300 dólares diarios suponen montos muy pequeños.
“No tengo claro si le va a doblar el brazo al paralelo, como lo han tratado de decir”, concluyó.

La firma de análisis financiero Boungy destacó que en la rueda de prensa desde el BCV estuvieron representantes de la banca, operadores de valores y casas de cambio, a quienes el ministro Torres “felicitó por el trabajo y colaboración”.

Pero por cierto estos ejecutivos no dieron mayores comentarios a periodistas después de los anuncios.
“Creo va a ser bueno. Todo lo que era negro, morado como se llame debe ir para allá, va a ser transparente y habrá un precio único” destacó una experta financiera de Boungy.

“Todos esos precios regados por todos lados se van a unificar en uno solo. Me gusta lo de los tres mil y pico punto de atención que van a estar en manos de los operadores”, destacó al señalar que este mecanismo le dará más confianza a personas y empresas que necesitan cambiar divisas.

Por su parte el economista Nicolás Bianco, presidente de la firma Subasta Fiscal, firmó que muchos representantes de bancos y antiguas casas de bolsa muestran su insatisfacción por el hecho de que se repite el esquema del Sicad II, que hasta ahora no ha funcionado.

“Eso hace que el dinamismo del mercado no sea lo esperado. Muchos bancos van a participar con posiciones moderadas porque hay una gran incertidumbre con la oferta”, señaló.

Además siguen nombrando el mercado como marginal, cuando es el que marca al resto de la economía, es la referencia quizá más importante porque agrupa a empresas manufactureras que no tienen acceso a divisas para importar materias primas o insumos.

“No veo con buenos ojos los anuncios. Se sigue subestimando el poder del mercado paralelo”, señaló.

“Las casas de bolsas y los bancos están apostando a una tasa de cien bolívares por dólares, porque ese es el implícito (relación entre circulante y divisas en poder del BCV) y esa es la expectativa que se ha generado en el mercado. No sorprendería que repunte rápidamente. Obviamente al gobierno le conviene, pero no lo pueden hacer de una forma oficial cuando el sistema apenas se inicia”, señaló.

Como oferente de dólares en el mercado, el gobierno podría obtener más bolívares por los mismos dólares, con lo cual reduciría su carga fiscal y sobre el flujo de caja de Pdvsa.

“Hasta que Pdvsa no suministre las divisas necesarias para absorber la liquidez, el paralelo seguirá en los niveles de los últimos tiempos”, argumentó.

Mientras, la tasas de Sicad es “irreal y al mismo gobierno no le conviene”, pues el país tiene la mitad de las divisas proyectadas por petróleo y un presupuesto con una carga fiscal que va a depender de los ingresos no petroleros del Seniat. “Esas cuentas no dan”, señaló Bianco.

El déficit fiscal (que suma unos 20 puntos del Produto Interno Bruto nacional o unos $80.000 millones) se haría más manejable y así el gobierno podría cumplir sus compromisos en un año electoral, observó