Amado Boudou, el exvicepresidente de Cristina Kirchner (2007-2015), fue condenado en suspenso el jueves a tres años de prisión por adulterar papeles de un auto que vendió y fue absuelto en otra causa por una compra de vehículos oficiales.
El fallo fue dictado por un tribunal de alzada. Otra cámara federal había confirmado el 17 de julio una sentencia contra el exfuncionario a 5 años y 10 meses de cárcel, al ser hallado culpable de «negociaciones incompatibles con la función pública».
La pena de tres años recibida por Boudou no es de cumplimiento efectivo mientras se ajuste a ciertas condiciones.
El peronista de centroizquierda no ocupa actualmente ningún cargo ni candidatura, pero es visitado en solidaridad por sus antiguos compañeros de ruta que lo consideran «un preso político del presidente (liberal) Mauricio Macri», según reiteradas denuncias en documentos públicos.
Antes de ser leída la sentencia, el exvice tomó la palabra y dijo: «Soy inocente. Se entretuvo a la población con pan y circo, mientras un grupo pequeño (financiero, especulativo) saqueó al pueblo argentino. Estas causas muestran cómo se utiliza a la Justicia para perseguir a alguien».
Kirchner acompañará ahora como candidata a vicepresidente al presidenciable Alberto Fernández, quien fue el más votado con el 47% en las elecciones primarias del 11 de agosto, que dejaron a Macri a 16 puntos detrás.
Los comicios presidenciales y de renovación legislativa parcial se celebrarán el 27 de octubre.
Florencia Guiñazú había denunciado a Ignacio por violencia de género en noviembre pasado. En ese momento, el hombre fue detenido y luego puesto en libertad, informó el diario Los Andes
El pasado 26 de marzo, la oficina de la presidencia argentina confirmó que "líderes políticos de la oposición" fueron recibidos "en la Residencia Oficial de la Embajada", sin revelar sus identidades
El presidente argentino resiste en las encuestas de opinión, que ponen su popularidad cerca de 50%. Sin embargo, ha sufrido varios reveses en el intento de acelerar el cambio económico que prometió. Si bien ha conseguido parar la inflación, la gobernabilidad es frágil debido los recortes en ayuda para los más pobres
