
Para la minera canadiense Gold Reserve, perdonar y olvidar resultó ser mejor de lo esperado. Pese a haber ganado un litigio de varios años en tribunales internacionales, luego de que Hugo Chávez expulsara a la empresa de un proyecto para la extracción de oro en 2009, la compañía optó por una resolución más amigable del conflicto que incluía, entre otras cosas, volver a invertir en Venezuela.