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Copa América 2011: los héroes que nos quieren hacer olvidar

Se va Franklin Lucena, un jugador que vivió el éxito al más alto nivel, que defendió los colores de la selección en 55 partidos; que protagonizó momentos inolvidables aquellos días de la Copa América de Argentina. ¿Por qué no recordar y homenajearlo por todo lo que nos dio?

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Diseño: Yiseld Yemiñany

Franklin Lucena ha comunicado en sus redes sociales que el de este viernes con Portuguesa será el último partido que dispute en su carrera profesional, enfrentando a quien fuera una de sus otras casas, el Caracas FC. El gran mediocampista que vistiera la camiseta de la selección nacional, de varios clubes del país y el extranjero, ha decidido colgar los botines. Sus últimos días en el campo como defensor central lo llevaron a vivir amargos momentos extradeportivos en el club de sus amores, inmerecido para quien ha dado tanto por el color rojinegro y su país.

La historia de “Paky” es reiterativa en cuanto va pasando el tiempo y más lejos va quedando el recuerdo de la selección absoluta de Venezuela que alcanzó el mayor logro competitivo de su historia: la semifinal de la Copa América de Argentina en 2011. De aquel plantel que llegara invicto hasta la disputa por el tercer puesto del campeonato, ya se han retirado de la actividad siete futbolistas y ninguno ha recibido un reconocimiento ni individual ni grupal, por su desempeño vestido de Vinotinto.

Si bien no es un título lo que se alcanzó, para un fútbol que ha vivido (y vive) tantos golpes como el nuestro, lo logrado en Argentina ha quedado en la retina de los que aman este deporte en el país con un sentimiento muy especial. El agradecimiento por las alegrías brindadas aquellos días por los dirigidos por César Farías siempre superará cualquier olvido que quiera barrer debajo de la alfombra todo lo que ese equipo hizo para dejar nombre de Venezuela en alto. Y quien tiene esa escoba en sus manos (FVF) no podrá opacar con su indiferencia aquel episodio tan resaltante en nuestra magra historia futbolera.

Renny Vega, José Manuel Rey, Gabriel Cichero, Giancarlo Maldonado, Juan Arango, Alejandro Moreno, “Cafú” Arismendi y ahora Lucena, es el grupo de los que ya no están en la cancha como profesionales y más temprano que tarde tocará el turno de los Perozo, Vizcarrondo, Seijas, “Maestrico”, “Miku”, Di Giorgi. Van retirándose y con cada día que va pasando, el olvido de su carrera y su aporte para aquel gran campeonato va dejando paso al ostracismo y el desentendimiento de parte de quienes deben fomentar con un homenaje, que aquel recuerdo siga vivo y los héroes, reconocidos debidamente.

Viene 2021. Se cumplirán 10 años de aquellos días tan bonitos para nuestro fútbol. Habrá una Copa América y un calendario bien apretado con hasta 15 partidos oficiales por los puntos (por el torneo de selecciones de América y la eliminatoria mundialista). La posibilidad de ver un partido homenaje con ellos en el campo es casi nula porque difícilmente haya espacio en la apretada agenda para incluir un duelo amistoso donde se haga ese homenaje. ¿Por qué no aprovechar los duelos de eliminatorias como local para, poco a poco, recordar a aquellos que estuvieron en aquel plantel, al menos dedicándoles unos merecidos minutos a esa memoria?

El fútbol venezolano tiene la particularidad de no generar ídolos. ¿Es posible que un futbolista como Juan Arango, el más importante en la historia de nuestro país, no haya tenido una despedida con la selección nacional? El reconocimiento al mérito y a los logros es una de las más bonitas virtudes que puede tener el humano y en nuestro fútbol pareciera que eso nos diera igual.

Las glorias y las hazañas deportivas en todo país del mundo tienen relevancia, en algunos casos, casi alcanzan el nivel de fecha patria. Y no por el hecho que los otros países lo consideren así da motivos para que aquí se haga lo mismo: ¡es la alegría que generó a la Venezuela deportiva aquel momento y todo el mérito que tienen sus protagonistas debe ser reconocido!

Se va Franklin Lucena, el más grande referente de una familia de hermanos (y ahora de hijos) que destilan fútbol del puro, del llanero, del surgido en nuestra tierra sin influencia externa. Un tipo que vivió el éxito al más alto nivel, que defendió los colores de la selección en 55 partidos; que protagonizó momentos inolvidables aquellos días de la Copa América de Argentina. ¿Por qué no recordar y homenajearlo por todo lo que nos dio?

Los logros no están en el olvido. Quienes lo vivimos con tanta emoción y pasión lo conservamos gratamente en nuestra mente y corazón. Nos encargaremos de contarlo a las nuevas generaciones, pero está en manos del jefe, del patrón, del federativo, brindarles un acto, por sencillo que sea, que haga extensivo todo ese sentimiento nacional hacia nuestros futbolistas.

Que no se retiren sin homenajes los héroes del 2011.

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