El ministro brasileño de Finanzas, Joaquim Levy, subrayó que el proyecto de presupuesto de Brasil para 2016 incluye recortes del gasto público para lograr un excedente primario de 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB), en lugar de 0,5% previsto anteriormente.
En una entrevista publicada hoy por “Les Echos”, que le pidió una reacción a la rebaja de la nota soberana de Brasil por Standard & Poor’s a “BB+”, considerado un nivel de “bono basura”, Levy avanzó que “en las próximas semanas” presentarán sus propuestas de recortes ante el Congreso.
Insistió en que su Gobierno “es consciente de que son esenciales esfuerzos presupuestarios para equilibrar la economía en un entorno incierto” y en que desde comienzos de año se han tomado medidas que ya han permitido restablecer las cuentas exteriores y disminuir las perspectivas de inflación en 2016 y 2017.
Precisó que se constata una reducción del déficit de las transacciones corrientes, que “está pasando del 4 al 3%” del PIB, “cuando algunos de nuestros vecinos están todavía en el 7%”, y además ese déficit “sigue cubierto” por las inversiones extranjeras”.
Este año las entradas netas de capital totalizan 10.000 millones de dólares, explicó el ministro brasileño, que esta semana estuvo en París, donde mantuvo reuniones en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y fue recibido por su colega francés, Michel Sapin.
Preguntado sobre la recesión que sufre ahora Brasil -se han constatado caídas del PIB en los dos primeros trimestres del año-, la vinculó con “el nuevo contexto global” y con el hecho de que sus dos principales socios, Estados Unidos y China, han mantenido “políticas específicas”.
Levy señaló que Brasil se ha beneficiado tanto de las inversiones como de la demanda de materias primas de China y que, pese al giro que se ha producido, su país tiene “una posición confortable con más de 200.000 millones de dólares de reservas” de divisas.
El titular de Finanzas avanzó que a corto plazo lo que su país debe hacer es dejar que el tipo de cambio evolucione libremente y proceder a ajustes fiscales.
A medio plazo, indicó que se pondrá en marcha “un sistema de IVA y simplificar las inversiones en infraestructuras”, además de dar mayor transparencia a la atribución de contratos, ceder al sector privado la construcción y la gestión de infraestructuras, y cambios en el mercado de trabajo que “debe estar más abierto al primer empleo y valorar mejor las competencias”.
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