Economía

¿Cuáles son las secuelas de las primarias en Argentina?

El perenne subibaja de la suerte política y económica de Argentina generó mayor agitación en el país sudamericano tras una derrota abrumadora del gobierno del presidente Mauricio Macri en las elecciones primarias.

Publicidad
Fotografía: AP

La moneda y el mercado bursátil se desplomaron el lunes, un día después del sorprendente desenlace. A continuación presentamos un vistazo a los principales interrogantes en un país cuya economía ya estaba en crisis:

¿Qué generó temor en los mercados?

Cristina Fernández y el populismo de izquierda que representa. La exmandataria, cuyo elevado gasto público, restricciones al comercio e intervención del Estado fueron considerados ampliamente como los causantes de problemas económicos durante años, estaba en la fórmula opositora (como aspirante a vicepresidenta) que se apuntó un triunfo enfático el domingo. Las elecciones primarias son consideradas un presagio de los comicios generales en octubre. Fernández enfrenta numerosas investigaciones por presunta corrupción durante su gobierno de 2007 a 2015, y dice ser víctima de persecución política. Durante su presidencia conservó en un principio una estabilidad y crecimiento económicos vinculados con su predecesor y esposo fallecido, Néstor Kirchner, pero posteriormente las condiciones se deterioraron y ello socavó su popularidad inicial.

Entonces, ¿por qué la fórmula de Fernández ganó los comicios?

A los inversionistas les preocupan Fernández y su lista de candidatos. Pero ella cuenta con admiradores fervientes que elogiaron sus medidas cuando era presidenta para mantener barata la energía por medio de subsidios y recanalizar los ingresos hacia los pobres entregándoles pagos directos.

Quizá más relevantes es que el pueblo está descontento con Macri, que ascendió siendo un personaje pro empresarios, decidido a imponer disciplina fiscal y reanimar la economía. Pero el costo de la vida no está mejorando para muchos argentinos, que están cada vez más cansados del bajo crecimiento, la creciente pobreza y las medidas de austeridad. La añeja crisis se agudizó en 2018 cuando el peso argentino perdió aproximadamente la mitad de su valor tras producirse movimientos especulativos. Argentina se vio obligada a intentar obtener un acuerdo récord de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional que sumó más de 55.000 millones de dólares.

“La consigna del gobierno de Macri ha sido: ‘Sólo dennos un poco más de tiempo y las cosas cambiarán’. Y realmente nunca cambiaron», dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un centro de investigación con sede en Washington.

¿Qué ocurrirá ahora?

Argentina está ingresando a un período previo a las elecciones generales del 27 de octubre que se prevé esté lleno de nerviosismo. El margen de victoria para Fernández y la lista de candidatos encabezada por el aspirante presidencial Alberto Fernández (no hay parentesco entre ambos) era lo suficientemente amplio el domingo para dejar entrever que podrían encaminarse a la victoria sobre Macri en octubre. Shifter prevé un “período muy extraño” en el que ambos bandos políticos estén en competencia incluso mientras hay una sensación de que se está llevando a cabo una “transición” a un gobierno encabezado por Fernández.

O, de acuerdo con un analista, los votantes podrían retractarse de su decisión tras percatarse que los símbolos de gobiernos pasados no necesariamente proporcionarán respuestas a sus problemas.
“Tal vez volverán a reflexionar y reconsiderarán las opciones que tienen”, dijo Christopher Sabatini, un conferencista en la Facultad de Asuntos Internacionales y Públicos en la Universidad de Columbia en Nueva York.

Mientras Macri enfrenta una lucha cuesta arriba para convencer a los votantes, Alberto Fernández debería ofrecer un plan económico detallado si es que desea apaciguar a los inversionistas y evitar heredar una economía en problemas, señaló Sabatini.

¿Qué tan mal está la economía argentina?

Los problemas económicos de Argentina no se comparan con los de Venezuela, donde la crisis humanitaria es tan aguda que un amplio sector de la población se ha ido del país en busca de oportunidades en otras partes. De hecho, Macri había advertido antes de la votación del domingo que devolver a Fernández al gobierno podría colocar a Argentina en un rumbo más peligroso que hiciera pensar en Venezuela, donde el gobierno dice que sus políticas económicas son socialistas.

Pero desde hace tiempo se percibe un incremento en las penurias. Muchos argentinos pasan apuros para pagar las facturas de los servicios que reciben. Las familias que viven en las calles afuera de centros comerciales, estaciones de autobuses y parques se han vuelto cada vez más frecuentes en Buenos Aires. El número de personas en pobreza extrema en la capital de Argentina (el área de mayor nivel económico del país) se ha duplicado en los últimos tres años a 6,5%, equivalente a unas 198.000 personas, según cifras recientes del gobierno.

El desplome bursátil del lunes amenaza con generar nuevas conmociones. Todos los bancos recibieron un duro golpe, así como las compañías de la construcción y las que proporcionan servicios de infraestructura.

¿La historia tiene algo que ver?

El pasado arroja una larga sombra sobre Argentina. El acuerdo de Macri con el FMI desconcertó a mucha gente que culpa al organismo internacional de alentar políticas que a la larga derivaron en la peor crisis económica en la historia del país en 2001. En esa época, uno de cada cinco argentinos estaba desempleado y millones se volvieron pobres. Cristina Fernández también heredó una poderosa ola populista _a pesar de que con frecuencia estaba fragmentada_ en la política argentina que se originó con el presidente Juan Domingo Perón en la década de 1940. En ocasiones ella fue comparada con la afamada segunda esposa de Perón, popularmente llamada Evita. Fernández, un personaje divisivo, respaldó políticas sociales progresistas ante la oposición de poderosos intereses empresariales.

Argentina tiene un “sistema político bipolar y un sistema de modelo económico bipolar”, dijo Sabatini, el conferencista de la Universidad de Columbia. “La historia se repite”.

Publicidad
Publicidad