Internacionales

Cuba culpa a EEUU por crisis de migrantes en Costa Rica

Cuba acusó el martes a Estados Unidos por una crisis migratoria de ciudadanos isleños que se encuentran varados en Costa Rica de paso hacia el país del norte y culpó a Washington de obstaculizar la normalización de las relaciones bilaterales

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AP

La denuncia cubana se produce cuando faltan pocas semanas de que se cumpla el primer aniversario de un histórico deshielo entre la nación caribeña y Washington tras cinco décadas de ruptura.

«Estos ciudadanos son víctima de la politización del tema migratorio por parte del Gobierno de los Estados Unidos, de la Ley de Ajuste Cubano y en particular de la llamada ‘política de pies secos-pies mojados’, la cual confiere a los cubanos tratamiento diferenciado y único en todo el mundo», expresó un comunicado de la cancillería isleña.

Cuba hizo referencia así a una norma de la década de 1960 por la cual se admite a los isleños en Estados Unidos de «forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan» si es que logran llegar a territorio estadounidense. En cambio, si el Servicio de Guardacostas los intercepta en el mar, los obliga a regresarse a la isla.

El ejército de Nicaragua expulsó el domingo a casi 2.000 migrantes cubanos que habían penetrado en su territorio y que ahora esperan en un poblado del lado costarricense de la frontera una nueva oportunidad para continuar su viaje a Estados Unidos.

En un primer comentario al respecto, en la nota de la cancillería de Cuba, la cual fue leída el martes por la noche en el noticiero estelar, el gobierno cubano recordó que esas personas salieron de manera legal hacia diferentes países de América Latina.

Criticó también una iniciativa llamada «Programa para Profesionales Médicos Cubanos» que estimula a los galenos a desertar de terceros países.

Según la nota de la cancillería isleña esta política de asimilar sin distinción a todos aquellos que lleguen a territorio estadounidense, dándoles prebendas, alienta toda suerte de migración irregular y obstaculiza «la normalización de las relaciones migratorias entre Cuba y los Estados Unidos», al tiempo que «crean problemas a otros países».

A finales de 2014 los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron un histórico relanzamiento de las relaciones, interrumpidas en 1959 con el triunfo de la revolución cubana, la cual no fue del agrado de Washington.

Costa Rica, donde se encuentran ahora los migrantes, propuso el martes la creación de un «corredor humanitario» para los cubanos que migran por América Central con destino a Estados Unidos, mientras espera la llegada de más migrantes a su frontera con Nicaragua.

«Tenemos casi 2.000 personas en la frontera. Hay que atenderlos, darles una solución. Ellos pretenden seguir. Aunque haya un gobierno que le tire el ejército encima a una población migrante pacífica, ellos van a buscar el modo de irse», dijo el canciller costarricense Manuel González durante una entrevista radial.

«Proponemos un corredor humanitario con derechos garantizados para que continúen su tránsito hacia el norte», agregó.

González explicó que los cubanos «siguen entrando», aunque no especificó su número.

Uno de esos cubanos es Dagoberto Fernández, un mecánico de 25 años que viaja con su esposa embarazada de 15 semanas.

Fernández, que llegó a Costa Rica el 3 de noviembre, dijo a The Associated Press que «todos los pueblos y personas que hemos encontrado desde que salimos de Ecuador se están portando muy bien. El problema comenzó al llegar a la frontera con Nicaragua».

«No queremos quedarnos, no queremos problemas, somos un grupo de seres humanos que busca cumplir su sueño: llegar a los Estados Unidos», agregó.

Nicaragua se niega a aceptar a los cubanos y permitir su tránsito y ha acusado a Costa Rica de violar la soberanía nicaragüense y lanzar a los migrantes a su territorio.

«No es una agenda binacional. Es una crisis humanitaria», dijo González.

Sostuvo que «cuando usted cierra una frontera les sirve en cabeza de plata las cabezas de estas personas a las mafias internacionales».

El canciller también explicó que desde 1966 existe una ley —la de Ajuste Cubano denunciada por La Habana— en Estados Unidos que establece que cuando un cubano llega al país se le da asilo. Continuó que ahora «se ha dado el rumor de que esa ley va a ser derogada en virtud de que Estados Unidos y Cuba restablecieron sus relaciones diplomáticas y eso provoca que la gente aproveche para salir antes de que se derogue».

Señaló que el problema debe solucionarse de manera coordinada. «Cuba ha comenzado a dar pasaportes, Ecuador no pide visa a los ciudadanos cubanos y desde allí migran hacia el norte. Su objetivo no es quedarse en ninguno de nuestros países», afirmó. Por tanto, «hay que actuar de manera coordinada desde Ecuador hasta Estados Unidos».

El flujo de migrantes cubanos en Centroamérica y México registra un aumento significativo desde el 2012. Tanto Honduras como México han registrado números cada vez más altos de cubanos que transitan en grandes grupos en dirección a Estados Unidos.

La directora general de Migración de Costa Rica, Kattia Rodríguez, alertó sobre la posible llegada de otro grupo de 1.500 cubanos que cruzaron el sábado la frontera entre Panamá y Colombia. Costa Rica espera en su frontera sur la llegada de unos 300 cubanos al día, a los que también dará visas de tránsito a la espera de que Nicaragua reabra sus fronteras.

Cuba aseguró en su nota de cancillería que está en contacto con los países involucrados en el incidente.

En La Habana, un grupo de jóvenes se organizó a través de las redes sociales para congregarse en solidaridad con sus compatriotas migrantes la tarde del martes en un la céntrica intersección de las avenidas 23 y G, uno de los lugares más emblemáticos para ellos, pues suele ser sitio de reunión de las llamadas «tribus urbanas».

Alrededor de una docena de personas llegaron antes de que una fuerte lluvia comenzara a caer.

«Creo que había que hacer algo en apoyo a esos cubanos. Muchas personas (en la isla) no tienen idea de lo que está pasando», dijo a la AP Taylor Torres, un bloguero de 30 años que se enteró de los sucesos en la frontera cuando se conectó a internet -cuyo acceso es limitado- y se sintió «indignado».

Las manifestaciones convocadas por redes sociales son muy inusuales en Cuba.

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