Al borde del Parque Central de Caracas aún se erige el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas. Impronta imborrable de Sofía Ímber, víctima de la política impuesta desde despachos ministeriales, sobreviviente de tiempos mejores, mantiene sus puertas abiertas y sus salas dispuestas. El desinterés oficial, las limitaciones monetarias y el agravio desde el poder lo han convertido, en palabras de su propia fundadora, en un “cadáver” por no tener gente recorriéndolo
El Estímulo
Cultura