Carlos Cruz-Diez en las postrimerías del espectáculo
La imagen es suficiente: un par de zapatos sobre un mosaico azul, amarillo, naranja y negro. En Instagram, a veces la acompaña una descripción demasiado obvia, una frase de esperanza que todo mundo quiere creer, pero que nadie verdaderamente lo hace. El lugar de la instalación en el aeropuerto deja de ser un privilegio concedido por el Estado, el movimiento que impulsan los colores deja de apelar a la energía para apelar a la huida. La Cromointerferencia de color aditivo es la despedida venezolana más reconocible. ¿Siempre ha sido así?