Lo natural es ir hacia adelante, con recortes del pasado construir experiencias sobre la base de las anteriores, y cuando la música evoluciona con un país antagónico a sus ascuas, surgen metamorfosis como las de Luis Irán. Entre sonidos aprendidos y nuevas confesiones presenta su propia conversión -no tan dramática como la de Kafka- pero inserta en la melancolía de una Venezuela con seudónimo de aeropuerto.
Más responsabilidades y menos permisos, parece ser el paso lógico de muchos cantantes cuyas primeras experiencias vienen en combo. Luego de quince años integrando Los Paranoias, Luis Irán comanda su propio proyecto en modo solista. A la venta desde principios de año, La Metamorfosis es el primer álbum de pop rock venezolano de 2016 en donde el contautor presenta ocho canciones de confesiones y nuevas experiencias.
El principal cambio entre producir con una banda a hacerlo individualmente se siente en que la responsabilidad descansa en un solo hombre. Los permisos están de más, pero tampoco hay a quien echarle la culpa. Sin embargo, el término de «solista» para Irán tiene comillas, recuerda que es en esta etapa de su vida donde ha trabajado con más músicos.
Si la creatividad lo pide, no descarta formar una nueva banda eventualmente. «Todo responde a la necesidad creativa que tengas, probablemente uno pueda conseguir gente afín con sus ideas y así compartir en conjunto para darle forma a algo. No lo descarto y de hecho es algo que me entusiasmaría», señala el cantante.
El trabajo sigue siendo el mismo, y el peso de Los Paranoias en realidad no representa tal cosa para el músico.
«Con más de 15 años en la banda yo me pregunto más bien que tanto de mí había en Los Paranoias. Yo lo que he estado haciendo es un trabajo muy parecido al que hacía antes, que es ser compositor principal de los temas y de las canciones en general. Creo que las canciones que salieron de Los Paranoias son algo con lo que voy a estar toda mi vida y que no me pesan en lo absoluto», sostiene.
Los tres pilares de esta «metamorfosis» son la separación de la agrupación venezolana, su familia y el país «que está cambiando constantemente». Pero es en el país donde la música ha respondido con sus mejores armas a la crisis. Para Irán lo importante es no detenerse ante una cultura que «nos da identidad».
«La música y el arte en general son de esas cosas que uno crea para hacer catarsis de muchísimas vivencias, me parece súper loco que en una crisis como la que estamos pasando sea el momento en donde más discos se estén haciendo y más cosas se estén produciendo. Estos ciclos que están surgiendo son parte de gente que cree en la música y que ha sentido la necesidad de que eso no termine, porque es en parte lo que también construye el país, la cultura es lo que nos da identidad. Creo que no hay una fórmula, todos estamos reaccionando de una manera diferente a lo que está pasando, lo bueno es que no nos estamos deteniendo, no nos estamos dejando amilanar por esta situación tan complicada», resalta.
Fue la «metamorfosis» de Luis Irán la que abrió el ciclo de presentaciones Música en la terraza, en La Quinta bar. Presentando versiones electroacústicas de su nuevo disco, el cantante compartió con los presentes el inicio de su gira por Venezuela y el lanzamiento de su nuevo sencillo promocional «El Libro». Un evento que reúne lo mejor de los distintos géneros de la música nacional en un espacio acústico de atmósfera íntima y tranquila. Un jueves por la noche para conversar y disfrutar de las distintas expresiones musicales que ofrece nuestro país.
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