Razones regionales y venezolanas
Por razones regionales, hay que votar con sentido nacional. En defensa del cambio en Venezuela, hay que votar para gobernador.
Por razones regionales, hay que votar con sentido nacional. En defensa del cambio en Venezuela, hay que votar para gobernador.
Las elecciones regionales del 15 de este mes no decidirán el cambio en Venezuela, pero pueden posponerlo por un buen rato y complicarlo bastante. Un triunfo de los candidatos del madurismo lo fortalecería mucho.
Con ese triunfo inmerecido e inconveniente para los venezolanos se puede colaborar votando por los candidatos del PSUV o absteniéndose. Y la única manera de impedirlo que conozco es votar masivamente por los candidatos de la Unidad.
Por eso, no es regional el debate aunque sea regional la votación. Para defender la región hay que votar por el cambio nacional. Un triunfo del PSUV los envalentonará y la espuria “constituyente” se llevará por delante la descentralización.
Ellos no creen en el poder distribuido, desconcentrado y más cerca de los ciudadanos. A los estados los minarían desde arriba, con obsesivo centralismo rojinegro. Y a los municipios por debajo, con la farsa “comunal” que desde arriba manejan, porque la participación libre y plural no les interesa. Mientras que el cambio nacional salvará la Constitución y con ella la descentralización que necesitamos para progresar.
Hay quienes piensan que el camino más corto para cambiar este gobierno es desbaratar a la oposición. Es la consecuencia de deslegitimar a la MUD, tarea que priorizan a la de debilitar al gobierno. Respeto a quienes lo sostienen de buena fe, pero no tienen razón.
Si es por una impulsividad irreflexiva, originada en rabia o descontento, hay tiempo para que lo piensen mejor y rectifiquen. En otros, en cambio, será malacrianza o mala intención. O “buena” si se la mira desde el poder, que sería su único beneficiario. Para eso ha trabajado en provocar esas emociones en su afán de dividir, desmoralizar para desanimar y desmovilizar o para desesperar y empujar a acciones aventureras fáciles de controlar.
Promuevo todas las tácticas lícitas de lucha cívica. Esto es todas, salvo matar y odiar. Votar, protestar pacíficamente, acudir a la opinión pública, trabajar la escena internacional, usar con eficacia la tribuna parlamentaria. La política, como la vida, se desarrolla en procesos. Creo que el cambio resultará de una combinación acertada de esas formas de lucha, con objetivos claros, ejecutada con perseverancia y en unidad. Unidad de verdad, sincera y sin trucos. Que es la única que da resultados que valgan la pena.
Por eso no abrigo la menor duda. Ando en campaña por el voto y por los candidatos de la Unidad.]]>