Álex Candal es un hombre de fútbol. Con una cobertura que alcanza cada rincón de este deporte, es uno de los personajes más seguidos del periodismo, gracias a su particular manera de ver las cosas, así como su forma de expresarlas
El comentarista venezolano presentó su libro Disculpen las molestias. Es fútbol a mi manera, donde hace un repaso por lo que ha detallado en su andar como cronista del deporte más popular del planeta.
En entrevista con El Estímulo, el caraqueño compartió anécdotas que le ha dejado la disciplina, algunas de ellas las comparte en el texto, así como lo que significa para él llevar consigo el apellido de uno de los grandes referentes de la narración deportiva en nuestro país.
¿Cuándo nació la idea de escribir el libro?
Llegó hace unos seis meses. Tuve una coyuntura en mi carrera que aproveché para expresar todo lo que llevaba haciendo en los últimos 10 años como corresponsal de DirecTV Sports en Europa para Latinoamérica. Quería plasmar esa experiencia. No solamente lo que había hecho en Europa sino también en Venezuela. Son posiciones determinadas de lo que pienso del fútbol, aunadas a los temas que lo envuelven sumado a la experiencia que he tenido en todo este tiempo.
¿Te consideras alguien con ventaja en la carrera al crecer en un entorno nutrido de fútbol?
Desde que nací he vivido con el fútbol y eso corre con ventaja. He querido aprovechar eso y devolver el favor que el fútbol me ha hecho al ser parte de él y poder haber vivido tanto tiempo de él.
¿Te ha generado presión ser hijo de Lázaro Candal?
Sin lugar a dudas, porque las comparaciones son odiosas y directas. He intentado ubicarme en una posición diferente a la de mi padre y eso genera una dificultad que implica trabajarla mucho y sobreponerse a circunstancias no muy fáciles.
¿Qué es lo más bonito que te ha enseñado la carrera?
Que el trabajo te compensa las dificultades. Suena utópico, pero el esfuerzo constante, mantenerse día a día te da frutos y el fútbol siempre te lo paga. Nuestro trabajo como periodistas es muy ingrato, lo sé y lo he vivido, pero esa ingratitud te recompensa. Eso es lo más satisfactorio que hay.
¿Dónde se concentra la fanaticada más alegre del fútbol?
Eso lo comento en el libro. Hay estadios y países que viven de una manera especial el fútbol y eso emociona. El “You’ll Never Walk Alone” de Anfield es uno de los momentos más especiales. Que el Signal Iduna Park de Dortmund lo cante también, y lo más bonito es que lo hace, no solo para su equipo, sino además a sabiendas que es del Liverpool y lo hacen como un honor para ellos. El Ajax de Ámsterdam tiene una canción extraordinaria y que se hace en el intermedio, cuando saltan a la cancha les cantan una canción de Bob Marley, “Three Little Birds”, como diciéndole que no se preocupen, pase lo que pase, la vida sigue, que esto es un partido de fútbol. También he visto situaciones más lamentables.
Pero son más los hechos positivos que te ha dejado la carrera
Sí. El vivir de la emoción del fútbol es indescriptible. Soy un afortunado y estoy consciente de ello y le doy gracias a Dios todos los días por lo que he vivido y lo que tengo, porque estar presente en tantos partidos tantos años es muy emocionante.
¿Cuál ha sido el atleta que más te ha impactado?
Son muchos. Estos dos (Lionel Messi y Cristiano Ronaldo) son fácil mencionarlos, porque son jugadores que te dejan impactado, pero hay otros que por su potencia física destacan. Uno de ellos es Karim Benzema, Sami Khedira y otro que te deja boquiabierto por la energía que tiene es Gareth Bale, además de la rapidez de Marcelo. Son jugadores que los ves desde abajo y no puedes entender como alguien puede jugar a tal velocidad y con tanta coordinación. A veces es más bonito y emocionante que ver un gol.
En el caso de los entrenadores, ¿cuál ha sido el más especial que has visto?
Depende. Mirando a los que no son regulares, está Jim (José Ignacio Martínez), que dirigió al Levante y tenía una forma muy especial de trabajar porque lo veía en sus entrenamientos. En la actualidad no está dirigiendo. El otro, Manolo Preciado, que dirigía al Sporting de Gijón, era un tremendo tipo, gran motivador, pero me refiero exclusivamente a manera de dirigir los entrenamientos. Luego están los grandes, que te encumbran. A mí (Pep) Guardiola me generó muchísima buena onda por su intención de querer modificar el camino que había tomado el Barcelona hasta ese momento y los triunfos que logró y cómo los gestionó, fue sensacional. También están (Zinedine) Zidane y (Ernesto) Valverde por su forma tan calmada y segura de trabajar.
Sobre Sudamérica y su fútbol, ¿cómo vez a las selecciones que han crecido últimamente?
Tengo la oportunidad de ver los partidos de Copa Libertadores y es algo muy emocionante. El fútbol ecuatoriano está viviendo dificultades por no haber participado en el Mundial, pero creo que ha dado un paso importante en su crecimiento. (En la eliminatoria) compitió bien, aflojó al final, pero es una selección que ahora se va a mantener dentro de la pelea. También estoy encantado con Colombia por el fútbol que tiene, lo participativo y competitivo que ha venido siendo. Para mí es una de las favoritas para el Mundial.
¿Hay alguna figura suramericana que consideres que tenga el potencial para ser futuro Balón de Oro?
No me quiero arriesgar a dar nombres porque la adaptación a Europa es muy complicada. Vivimos en una época de inmediatez tremenda, en donde los jugadores no terminan de formarse por querer aprovechar la oportunidad de venderlos. Eso ha modificado mucho la forma de ser del jugador. Vimos el ejemplo de (Fernando) Gago y (Gonzalo) Higuaín en el Real Madrid, el chileno Matías Fernández. El jugador tiene que pasar más años aquí y llegar más hecho el fútbol europeo. Los venden con 18 años, con una temporada en la que hayan triunfado aquí y creen que con eso creen que puedan conseguir que se adapten. Es muy difícil.
¿Eso está dañando al fútbol?
Lo están dañando muchas cosas. Los representantes apuran mucho y los jugadores sueñan más con estar en la Juventus que con equipos suramericanos. Por ejemplo, al jugador brasileño de 14 años le va a encantar jugar en el Sao Paulo, pero realmente su sueño es jugar en la Juventus o Barcelona, entonces vive de esa sensación en la que piensa que con un año en el Sao Paulo es suficiente para irse. Es delicado porque cambia mucho el camino del fútbol.
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