Venezuela

De Klerk: "Líderes de Venezuela deben negociar sin precondiciones"

El expresidente de Sudáfrica y Nobel de la Paz considera una tragedia la crisis venezolana e insta a la negociación “para evitar una catástrofe”. De Klerk obtuvo en 1993 el premio Nobel de la Paz por su contribución para deponer el régimen racista del apartheid en su país

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Frederik de Klerk, expresidente de Sudáfrica y Nobel de la Paz, contestó a la versión americana de El País algunas preguntas sobre el proceso de diálogo que se está llevando entre la oposición y el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

El político sudafricano estuvo la noche del jueves, 19 de septiembre, reunido con el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador, en la ciudad de Mérida, Yucatán. Explicó que no pudo comunicarse del todo bien con el mandatario mexicano porque no habla inglés, pero no tuvo problemas para dar su opinión sobre la situación en Venezuela.

El país sudamericano se encuentra sumido en una profunda crisis general que afecta desde la economía hasta las condiciones sanitarias del país, que atraviesa una aguda crisis humanitaria. Mientras tanto, los factores políticos, liderados por Nicolás Maduro y el opositor Juan Guaidó, intentan – aunque aún no se ven los resultados – negociar una salida a la situación.

De Klerk, quien obtuvo en 1993 el premio Nobel de la Paz por su contribución para deponer el régimen racista del apartheid en su país, calificó como una tragedia lo que sucede en Venezuela.

El político sudafricano fue tajante al afirmar que la salida para la grave situación que vive Venezuela es un “diálogo contundente y significativo” entre las partes que intervienen en la crisis.

“Deben hacer lo que mi partido hizo, que es llevar a cabo soluciones significativas, tratar las causas de raíz. En nuestro caso era el apartheid, la discriminación racial. Es una situación difícil la de Venezuela” dijo. Invitó a los líderes a sentarse en una misma mesa, “sin demasiadas precondiciones” y buscar formas de salvar a la población, cambiar las leyes del país y así poder avanzar.

Si alguien sabe de manejar crisis profundas en una sociedad muy dividida y políticamente polarizada ese es De Klerk. Asumió la presidencia de un país que era una caldera, pero pronto impulsó acciones para enterrar la herencia de segregación racial, entre ellas derogar las viejas leyes racistas y liberar a los líderes negros encarcelados, entre quienes se encontraba Nelson Mandela, que se convertiría en presidente del país, con De Klerk como su vicepresidente. Ambos lograron un acto de reconciliación que fue muy difícil, pero cuyo éxito es admirado aún en todo el mundo.

El tipo de negociaciones donde ambas partes deben ceder es lo que De Klerk recomienda para Venezuela, porque teme que si no se logra un acuerdo pronto, la tragedia pueda terminar de forma catastrófica.

“Tomando en cuenta nuestra historia, la lección más importante es que si deseas evitar una catástrofe, la violencia y que las personas mueran, debes sentarse a negociar, tener un diálogo contundente y significativo”, reafirmó.

“El mundo se encuentra en un lugar muy negativo, la democracia se está desmoronando. Hay motivos para estar preocupado por lo que está pasando en muchas partes del mundo”, dijo el político sudafricano.

De Klerk también habló sobre los problemas que amenazan la supervivencia de la humanidad: el racismo, la pobreza y el crítico cambio climático. Invitó a los líderes del mundo a buscar la reconciliación, pero desde la raíz, y recordó que “la reconciliación es parte de la solución para hacer que este mundo sea un lugar mejor.

Con información de El País

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