Deportes

Chita sin respuestas ante la escasez

Las contadas reservas de talento con las que puede contar este viernes la Vinotinto ya no sirven de excusa. El seleccionador, simplemente, no está extrayendo lo mejor de lo que dispone. El mensaje no está llegando, la selección carece de personalidad, y es grave empezar a extrañar a César Farías.

Publicidad

Si algo mostró Paraguay en la Copa América fue un plantel profundo. El paso de la Albirroja de Ramón Díaz por Chile 2015 incluyó una derrota 6-1 ante Argentina en semifinales, sí, pero cuando hubo ausencias importantes (ejemplo: Villar en los primeros dos choques, Ortigoza en la fase de eliminación directa), el equipo no desfalleció demasiado. De 23 integrantes del plantel, 21 tuvieron minutos y 20 contaron con la oportunidad de salir de titulares al menos una vez. El único indiscutible en los seis partidos fue el veterano central Paulo Da Silva.

Contra ese equipo debutará el 8 de octubre una Vinotinto que se ha vuelto un tarjetón en el que hay un solo candidato para escoger, casi sin opciones de recambio para los titulares inamovibles, lo que ya no puede seguir usándose como argumento para defender al seleccionador Chita Sanvicente. Comienza a alarmar su escasez de herramientas para extraer la mayor cantidad posible de cocuy de la planta desértica que le va quedando como nómina laboral.

Además este viernes le dio por jugar a la tortura sicológica con Jeffrén Suárez: “Usted se va a esperar, mijito”. Todo un mensaje. ¿Qué más daba darle unos minutos, aunque sea por curiosidad, cuando ya Venezuela estaba dos goles abajo?

No entro a calificar como catástrofe la derrota 0-3 ante Honduras (con todo lo grave que suena un resultado así ante un rival así) de este viernes en Cachamay. Lo grave sería un 0-3 ante Paraguay en octubre. El primer tiempo no fue completamente desechable. Salomón Rondón falló un penal en un amistoso, lo que casi es peor que los tres pelones de Martín Palermo, y en general no le salió nada. El hondureño que anotó el 0-1 se acostará sintiéndose como Don Johnson en Miami Vice.

En general, el mediocampo de esos 45 minutos iniciales fue dinámico, pero igual se generó poco volumen ofensivo. Cuando Josef Martínez medio despertó para trazar combinaciones, ya era tarde.

En el segundo tiempo, Chita volvió a experimentar con lo de Arango a lo Andrea Pirlo, trotando por las inmediaciones del círculo central, y movió a Seijas a la izquierda. Arango mueve el balón con criterio, sin duda, pero hasta ahí. Necesitaría andar con al menos dos escoltas. Roberto Rosales, como de costumbre, combina iniciativas muy loables (hasta ensayó un disparo no tan desviado de zurda) con despistes imperdonables.

¿Le dará Chita una patada a la mesa ante Panamá? Luego de este 0-3, casi no le queda otra. Quizás raspará la olla y saldrán desde el principio Mario Rondón, Maestrico, Fedor, Arango, algún central como Wilker Ángel, el échale pichón de Lucena, quien quita que Jeffrén. Lo grave es que no se percibe un plan, una convicción, un mensaje internalizado, y cada vez quedan menos excusas: que si tenemos al presidente de la Federación preso, que si estamos regresando todavía de las vacaciones. Este puede ser un Premundial muy, muy largo.

Publicidad
Publicidad