El ‘Team USA’ completó con victoria final un torneo en el que, sin ser del todo espectacular, tampoco sufrió mayores problemas para ganar sus ocho partidos y capturar un oro que es el tercero en la cuenta particular de Carmelo Anthony, que este domingo se convirtió en el único triple campeón olímpico de este deporte y capturó su cuarta medalla en otros tantos Juegos, después de haber sufrido en sus carnes la afrenta de salir de Atenas con un bronce, en 2004.
Teniendo en cuenta que jamás se igualará la aplastante exhibición del ‘Dream Team’ que ganó oro en Barcelona’92 -en el que, con doce estrellas en sus filas, Michael Jordan, Magic Johnson o Larry Bird rozaban la categoría divina- el equipo de Mike Krzyzewski cumplió con creces el expediente. Doblegando en el último acto a la Serbia de Sasha Djordjevic, que, si ya era un héroe nacional en su época de jugador, como técnico ha metido a su país en las dos últimas grandes finales, la del Mundial de España, hace dos años; y ésta, de Río.
La alcanzó paseando por el alambre en la fase de grupos, en la que debutó con triunfo sobre Venezuela, antes de perder los siguientes tres partidos -contra Australia, Francia (por un solo punto, 75-76) y Estados Unidos (a la que le apretó las tuercas, antes de caer por tres: 91-94) y asegurar el pase, por los pelos, como cuarta clasificada tras vencer a China.
Siempre con Milos Teodosic, ganador de la Euroliga con el CSKA, como la prolongación de Djordjevic sobre el parqué, Serbia ganó el emocionalmente cargado choque de cuartos ante Croacia (86-83). Y en semifinales sorprendió, sin darle opción (87-61), a la hasta entonces brillante Australia, que este domingo cayó ante España por el bronce. Si ya era un héroe, Sasha ahora es un mito.
Hace 20 años jugó él mismo una final olímpica, la de Atlanta, con la antigua Yugoslavia, que, tras aplastar a los ‘Boomers’ en semifinales, no quiso comentar en rueda de prensa. Porque ese partido lo perdió. Asimismo, contra EEUU.
Djordjevic, no obstante, tiene muchos motivos para el orgullo. Pero este domingo, su equipo aguantó hasta donde pudo. Y eso fue exactamente hasta el tramo final del primer cuarto. Igualado. En el que gracias a una canasta de Bogdan Bogdanovic (Fenerbahce) llegó a ir por delante (14-12), pero que se cerró con un tanteo en su contra de 15-19, tras un triple de Kevin Durant.
Durant, de 27 años, que tras liderar varias temporadas a los Oklahoma City Thunder jugará a partir de la próxima con los Golden State Warriors, capturó su segundo oro olímpico este domingo.
El espectacular alero, asimismo campeón del mundo en Turquía 2010, estaba llamado a compartir liderato en Río con Anthony, ala-pívot de los New York Knicks. Pero, sin desmerecer la actuación durante el torneo de Carmelo, fue Durant el que guió hacia el triunfo a un equipo en el que también destacó Kyrie Irving, ganador del último anillo NBA con los Cleveland Cavaliers y pieza clave en el título que el ‘Team USA’ conquistó en el mundial de España.
En la primera mitad de la final, Durant -máximo aportador estadounidense en el torneo- anotó 24 puntos, casi la mitad de su equipo y sólo cinco menos que Serbia, que se fue al descanso 23 puntos por debajo (29-52).
Y en la reanudación Kyle Lowry (Toronto Raptors) aumentaba la diferencia a 35 (40-75), poco antes de que de nuevo un espectacular Durant -que acabó el partido con treinta puntos- la aumentase uno más para cerrar el tercer acto con un tanteo de 43-79.
Por Serbia, Teodosic, que se fundió en un emotivo abrazo con Djordjevic cuando se sentó, a falta de ocho minutos, aportó nueve puntos. El máximo anotador del equipo fue Nemanja Nedovic, escolta del Unicaja Málaga, con 14.
Milan Macvan, ala-pívot del Emporio Armani Milan, sumó once; y el pívot Miroslav Raduljica, que tras jugar en Panathinaikos se unirá al anterior en el citado equipo italiano, siete.
Draymond Green, pívot de Golden State, ascendía la ventaja a 41 (49-90) a menos de tres minutos; y al final, con los jugadores de los ‘States’ celebrando anticipadamente el triunfo, Serbia maquilló algo el resultado.
Redujo la diferencia a treinta (66-96), antes de que ‘coach K’ también celebrase su tercer título olímpico como técnico.
El decimoquinto de Estados Unidos en dieciocho participaciones (no lo hizo, por boicot, en los Juegos de Moscú). En las que siempre ganó medalla. Y sólo cedió títulos a la extinta Unión Soviética, con polémica, en Múnich’72; y en Seúl’88, donde acabó tercera, al igual que en Atenas, donde el oro fue para Argentina.