Deportes

Vinotinto: el futuro se probará ante Argentina

El golpe de Barranquilla no fue otra derrota más. El partido que James y Macnelly resolvieron para los suyos acabó con una remota ilusión mundialista pero además, devolvió a Venezuela la visita de viejos fantasmas que se creían espantados. La realidad de la eliminatoria pesó como una losa y se convirtió en el primer tropiezo para Rafael Dudamel, en Colombia, ante una afición y fútbol que lo idolatra.

Publicidad

Ahora, ante Argentina, el panorama cambia drásticamente a lo que se tenía estimado antes de disputar el choque contra los de Pékerman. Admitió el seleccionador en rueda de prensa que el equipo seguirá luchando partido a partido con la misma intensidad, pero la realidad de la tabla de posiciones es tan antipática que, en adelante, seguramente habrá lugar para ver diversas variantes que modelarán lo que quiere Dudamel de cara al largo plazo.

Las primeras decisiones vendrán motivadas por la emergencia. Las expulsiones de Wilker Ángel y Rolf Feltscher, así como la ausencia por acumulación de tarjetas (por segunda vez en la competencia) de Arquímedes Figuera será el primer escenario para implementar medidas que puedan configurar nuevos escenarios de cara al resto del premundial y, por ende, a la configuración de la “nueva Vinotinto”. El camino de la competencia aún será vendido, pero que no quede duda que la proyección en los objetivos modificará muchos escenarios actuales dentro de la Selección.

José Manuel Velázquez tiene una prueba de fuego, así él no haya querido admitirlo en la comparecencia en zona mixta del domingo. Su condición de tercer central puede cambiar y no por la mera sanción de Wilker, sino por los reiterados fallos que Oswaldo Vizcarrondo ha cometido en el apartado individual.

El central de más jerarquía de la Selección tiene las miradas críticas puestas sobre él y, aunque no haya más opciones claras de donde echar mano (la cuarta opción, John Chancellor, no tiene continuidad en su club), ronda en el aire la posibilidad de darle su lugar a otro defensor en los partidos siguientes, que podría ser el mismo “Sema”. Una dosis de banquillo se entendería como la medida necesaria, esperando saber si sería aceptada por un jugador de su talante e importancia.

La desesperante búsqueda por un lateral izquierdo también encuentra ante Argentina otra evaluación. Si bien Rolf Felstcher tuvo una Copa América Centenario correcta en su labor, los dos últimos compromisos que elevaron la exigencia de enfrentar a Argentina y Colombia dejaron en evidencia sus capacidades. Un lateral izquierdo que se acomode para desesperadamente perfilarse con su derecha es una ventaja enorme para un rival como los que toca enfrentar en el escenario sudamericano, por lo que en el duelo de este martes se apreciará que podrá ser del mañana en ese flanco.

Mikel Villanueva es el sustituto natural en esa posición. Los rumores de cambiar de perfil a un Roberto Rosales con baja prestación en el último choque de premundial siguen latentes, pero haría inexplicable la convocatoria del tachirense, quien a pesar de actuar en su club como central zurdo, explotó como lateral izquierdo con el Lara de Dudamel. Si bien las últimas actuaciones de Villanueva en el proceso Sanvicente dejaron sus dudas, será ante Argentina que se sabrá si verdaderamente se cuenta con él como la opción 1 de cara al resto de la eliminatoria.
Su vuelta al protagonismo parece inminente.

En el caso de la designación del compañero de Tomás Rincón en la primera línea de volantes, se marca claramente qué cambios se podrán ver de cara al resto de este escabroso camino eliminatorio. Con Agnel Flores en la grada de Barranquilla, de entre los convocados se perfila a Arles Flores y Yangel Herrera como las alternativas a Figuera.

El primero, trae ritmo internacional con su club, La Guaira y teóricamente es la primera opción, pero la factibilidad de que sea Herrera quien asuma ese rol se incrementa cuando se analiza su reiterada presencia en las convocatorias de Dudamel desde que asumió el cargo. El “futbolista del futuro” avanza a pasos agigantados y la cercanía del Sudamericano Sub 20 (la clasificación mundialista de esta categoría es el próximo objetivo del actual cuerpo técnico) podría ser la causa formal para comenzar a ver al chamo de 18 años con responsabilidades mayúsculas, misma razón por la que Yeferson Soteldo fue la primera opción de recambio entre los volantes creativos ante Colombia.

Hablar de renovación en una selección que promedia los 23 años de edad es un contrasentido, pero la alternativa de otros protagonistas sí se asume como una medida inaplazable. Otros planteamientos cobran relevancia ya por encima de una quimérica clasificación mundialista, aun cuando el calendario todavía demuestre el largo trecho que resta.

No es necesario describir el nivel de dificultad que representa Argentina como rival, pero la ocasión de poder batir a un equipo que no tiene a Messi, Lavezzi, Higuaín, Agüero ni Dybala, brinda un dejo de posibilidad para volver a batirle en suelo criollo (resultado necesario para mantener enganchado el apoyo popular), pero también tiene la misma trascendencia la forma cómo se desenvuelvan las individualidades en beneficio del colectivo.

Los cambios forzados pueden ser cambios definitivos. Argentina será la vara de medirlos.

Publicidad
Publicidad