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Este es el Penta de todos

Es muy difícil que alguien que aprecie el fútbol venezolano no esté contento por la buena marcha que tiene el Portuguesa en este arranque del Apertura 2018.

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Portuguesa

El equipo pentacampeón ha dejado de vivir exclusivamente de su historia, de sus cinco títulos en blanco y negro, para abrirse paso hoy entre todos y reivindicar el espacio que merece por su afición y trayectoria. Tres victorias consecutivas, tres goles de «Católico» Rojas y el arco incólume. En las ciudades gemelas de Acarigua-Araure viven un momento de ensueño.

Y es que el gran comienzo de los dirigidos por Carlos Horacio Moreno no es producto de la casualidad. Sin descifrar lo que pueda pasar de aquí en adelante deportivamente hablando, en la casa roja y negra se han propuesto hacer las cosas bien, en toda su estructura, para recoger los frutos en una cosecha a largo plazo, aunque la madurez de los mismos parezca haberse adelantado.

Que hoy sean líderes en tres fechas y que alarguen una racha de cinco partidos consecutivos ganando entre el final del Clausura pasado y este arranque de torneo obedece sencillamente a aspectos lógicos de gestión que fueron asumidos con real seriedad para fomentar el crecimiento general de una institución que no merece atravesar por lo que en tantos años nos acostumbró: un constante sube y baja entre Primera y Segunda División.

¿Las claves? Varias y todas con el mismo grado de importancia, comenzando por la directiva encabezada por el presidente Generoso Mazzoca y su gerente general, Raúl Álvarez, que en medio de la modestia de una institución amparada en los recursos de un pequeño grupo de fieles inversionistas, han sabido privilegiar aspectos fundamentales para generar resultados positivos. Y es que Mazzoca ha conocido en el tiempo que alcanzar el éxito no es cosa de soplar y hacer botellas. Dejó a un lado aquel ambicioso objetivo de clasificar a una Copa Libertadores en su primer año de gestión, cuando el equipo recién regresaba a Primera y ahora asume que paso a paso es que los logros van permitiendo superar cada meta establecida.

Una estrategia clave destaca en esta gestión: acercarse a los inversores y empresarios del agro de los llanos occidentales, mientras se convence al gobierno regional de aportar los recursos y la ayuda necesaria. Así, se ha sincerado la realidad económica de un equipo que supo encontrar un punto de equilibrio para sostenerse y subsistir en medio de un mercado voraz de los grandes clubes y su capital boyante.

La fórmula gerencial ha orientado varios aspectos: que el aficionado vaya al estadio, que se sienta parte de los colores que ama, que esté orgulloso no solo del glorioso pasado sino del mismísimo presente de Portuguesa. La vuelta de la luz artificial al General Páez lo agradece la gente, el futbolista y la televisión. Hay fútbol en un horario humano y eso tiene que generar algo muy bueno. La importante inversión tendrá otro tipo de retribución.

Además, el manejo de la conformación de la plantilla es loable: sin rotundos fichajes ni el pago de divisas a extranjeros que no elevan el nivel del grupo (el único foráneo en este semestre es el colombiano Over García), hicieron el esfuerzo por «repatriar» a un ídolo de casa como Franklin Lucena y darle rienda suelta al jugador del patio. Ha quedado demostrado en los últimos años que es en el estado Portuguesa donde surge el talento a borbotones con el balón en los pies. En el rojinegro han hecho un gran esfuerzo por mantener a una camada extraordinaria de futbolistas, a pesar de las sinuosas y tentadoras ofertas por ellos presentadas de equipos potentes del país, buscando que ellos sean los líderes de este nuevo renacer del penta.

Aquí toma parte Carlos Horacio Moreno. Convencido que hay materia prima de sobra en tierra llanera, su sapiencia le ha dado el entendimiento de comprender que con juventud también se puede aspirar. Silva, Lucena, Católico, Esli García, Sarmiento, Jaiker Pérez. Todos titulares, todos nacidos en Portuguesa. Experiencia y chamos que quieren comerse el mundo juntos. Todos a gusto. Todos reconocidos por la directiva en sus contratos. Todos jugadores realmente buenos.

En lo futbolístico, Portuguesa es un equipo que no se enreda, que juega con la misma sencillez de sus nombres pero que salta a la cancha con el coraje de un león a buscar el mínimo error del contrario para acertarle el zarpazo. Equipo de fútbol pragmático, que sostiene el equilibrio partiendo de una seguridad defensiva envidiable, en donde no solo resalta la labor de los cinco del fondo sino de todo un conjunto que se sacrifica en pleno cuando el partido lo amerita.

Esli García y Pablo Bonilla son las piedras más preciosas de la prolífica cantera portugueseña, ambos indiscutiblemente titulares en la nueva selección sub 20. Sobre esos pilares se forja un once en el que también destaca la lucha y brega de otro chamo de la casa, el medio de cierre Argel Silva, un perro de caza que se deja el alma en cada partido, logrando que la estampa que ahí dejó el «tractor» Bernaldo Manzano solo sea un grato recuerdo. Y en suma, los goles de «Católico»: tres goles, tres victorias, nueve puntos. El zurdo con la mejor pegada de todos los siniestros que apenas quedan en este fútbol.

Sin embargo, la voz de mando y la jerarquía la impone Franklin Lucena. El rendimiento de «Paky» en el eje de la zaga está intacto pero su valor en la cancha y el camerino sobrepasa lo deportivo: es el ídolo, es el referente, es el hermano mayor de una plantilla plagada de chamos. Su ejemplo guía el camino de un grupo que gracias a él y a la orientación de un maestro como Carlos Horacio, entendió que su principal activo está en saber cuidarse y elegir las buenas formas y maneras para hacerse realmente profesionales.

Fuera del campo, también todos suman: un encomiable trabajo de los departamentos de prensa, mercadeo y logística que impulsan la imagen del club, único en contar con transmisiones on line de todos sus encuentros. No hay que ser grande para lograr tanto. Con voluntad, ganas y talento, basta.

Este es el Portuguesa que todos soñamos volver a ver. Este es el Portuguesa de todos. El Penta de todos.

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