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Deshielo EEUU-Cuba sacudirá Las Grandes Ligas

La MLB agradeció el acercamiento histórico; sin embargo, se mostraron cautelosos porque deben evaluar la situación antes de determinar cómo afecta esto a Las Grandes Ligas. Se espera llegar  a un acuerdo como con los japoneses.

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Fotografía de AP

El cambio radical en las relaciones diplomáticas con Cuba anunciado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también podría derivar en varios hits en las Grandes Ligas de béisbol con un eventual arribo de peloteros de la isla.

La Liga de béisbol profesional (MLB, por sus siglas en inglés) y el sindicato de jugadores se mostraron cautelosos frente al acercamiento histórico entre Washington y La Habana, aunque no ocultaron su beneplácito por lo que pueda suceder en el futuro con este deporte, el pasatiempo nacional en ambos países. Las Grandes Ligas informó en un comunicado que están evaluando la situación:

«Si bien no hay datos suficientes para hacer una evaluación realista, vamos a realizar un seguimiento de este tema importante y mantener a nuestros clubes informados sobre si ahora esta dirección puede afectar la manera en que se llevan a cabo negocios en temas relacionados con Cuba».

El sindicato de jugadores sostuvo, por su parte, que «vamos a ver de cerca esta situación, ya que continúa desarrollándose y no perdemos la esperanza de que ese anuncio dará lugar a una evolución positiva».

Un tortuoso camino de espinas

Las sanciones y la negativa de Cuba a permitir que sus jugadores sean fichados por las Grandes Ligas, han hecho un camino de espinas para aquellos peloteros cubanos que desafían a su gobierno y tratan de seguir una carrera en Estados Unidos.

Antes del ascenso de Fidel Castro al poder en 1959, los beisbolistas de la isla jugaban en las Grandes Ligas y las Ligas Negras estadounidenses.

Pero cuando Washington rompió relaciones diplomáticas y comerciales con La Habana en 1961, la posibilidad de los peloteros cubanos de continuar la carrera en las Grandes Ligas fue frenada por el régimen comunista.

Los beisbolistas que desertan de la isla suelen ir a un tercer país, ya que de esa manera pueden ser considerados como agentes libres y obtener mejores contratos de los equipos de las Grandes Ligas.

En abril pasado, Los Angeles Magazine publicó un relato de la huida del estelar jugador cubano Yasiel Puig, jardinero de los Dodgers de Los Angeles, en relación con la trata de personas, un cartel de drogas mexicano y amenazas de muerte.

En noviembre, un juez federal en Miami condenó a Eliézer Lazo a 175 meses de prisión por encabezar una organización criminal dedicada a la trata de personas que introdujo a los Estados Unidos más de 1.000 cubanos, entre ellos varios jugadores de béisbol.

El Departamento de Justicia dijo que el grupo cobró 10.000 dólares o más por persona y aumentó la cuota para los jugadores de béisbol, que también debían otorgar una porción de sus ganancias como atletas profesionales tras ser contratados.

El también jardinero cubano Leonys Martín, de los Rangers de Texas, fue uno de los que llegó a Estados Unidos de contrabando por Lazo, quien ya estaba cumpliendo una pena de cinco años por lavado de activos.

Los que llegaron por contrabando

Pero Puig y Martín no son los únicos cubanos que lo han hecho.

También el pitcher cubano Orlando ‘El Duque’ Hernández, que lanzó para los Yankees de Nueva York en sus temporadas de campeonato de la Serie Mundial de 1998, 1999 y 2000 y también ganó un título con los Medias Blancas de Chicago en 2005.

‘El Duque’ desertó de Cuba en 1997, dos años después de su medio hermano Liván Hernández, quien también ganó una Serie Mundial con los entonces Marlins de Florida en su temporada de novato en 1997, cuando también fue elegido MVP (Jugador Más Valioso) en ese Clásico de Otoño.

La normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba podría hacer que las deserciones peligrosas sean una cosa del pasado, pero los jugadores cubanos seguirán sujetos a las normas que rigen la contratación de jugadores internacionales y de las Serie Nacional de Cuba.

Un anuncio que despierta expectativa

Es posible que la MLB y el béisbol cubano estén de acuerdo con una disposición similar a la del sistema de publicación por el cual la liga japonesa recibe hasta 20 millones de dólares para liberar a un jugador que quiera jugar en las Grandes Ligas. El presidente de los Medias Rojas de Boston, Larry Lucchino, espera que la «normalización» de las relaciones diplomáticas beneficie a todos:

«Tenemos la esperanza de que el plan del presidente Obama para la normalización (de las relaciones diplomáticas) demuestre ser una cosa buena y productiva para ambas naciones y para el béisbol en ambos países».

El receptor cubano de los Rojos de Cincinnati Brayan Peña, quien llegó a Estados Unidos a la edad de 16 años, tuvo una reacción más emocional al pensar en los jugadores cubanos -y otros- separados de sus familias por su decisión de seguir una carrera en los Estados Unidos. Peña comentó mostró a la prensa su felicidad:

«Estoy muy contento, muy agradecido con el gobierno cubano, muy agradecido con el gobierno estadounidense, al presidente Obama, por último, pensando en el pueblo cubano, por pensar en nuestras familias, para reflexionar acerca de los exiliados y de los cubanos que viven en este país».

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