Venezuela

Detrás de la tragedia de Curazao navega un negocio en dólares

La muerte de cuatro personas y el infortunio de otras 24 en las costas de Curazao a raíz del naufragio de una lancha puso en evidencia un viejo negocio: el transporte de migrantes ilegales desde las playas del estado Falcón. Se trata de mafias que se lucran a costa de las necesidades de personas que, desesperadamente, buscan una salida la crisis venezolana.  Por un viaje ilegal a la isla vecina, un lanchero puede sacar hasta 4.000 dólares. 

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TEXTO: MARÍA JOSÉ MONTILLA LUGO | FOTOGRAFÍA: LEONARDO DÍAZ

En principio, la embarcación iba a trasladar a 45 personas, pero 10 de ellas resolvieron, a última hora, no viajar. La lancha zozobró y la desgracia tomó por sorpresa a varias familias de Falcón. Los que se quedaron en tierra carecían, en su mayoría, del monto suficiente para pagar el “servicio”; el “sueño curazoleño” navega y está preciado en dólares.

Los lancheros que movilizan ilegalmente a las personas entre las costas de Falcón y Curazao cobran cien dólares el puesto, contó a El Estímulo Alex Barrios*, una de las personas que se salvó -de refilón- de la tragedia. Se lo pensó dos veces y no embarcó el bote, y vio irse a los que nunca regresaron. Quienes viajan en lancha son usualmente habitantes de los humildes pueblos falconianos que sostienen trabajos ilícitos en la nación caribeña. El negocio florece gracias a la crisis en Venezuela.

“Yo los contacté (a los transportistas) por medio de un amigo que ya se había ido con ellos. Hice mi transferencia –se aceptan diferentes formas de pago- y listo. No te decían qué día exactamente iban a salir, pero te mandaban a irte al pueblo de donde ellos salen –San José de la Costa, municipio Píritu, estado Falcón (noroccidente)-. Llegas allá y te quitan tu teléfono para no tener comunicación con nadie y no correr el riesgo de que alguien eche un pitazo”, explicó.

Aseguró que los transportistas son un grupo de dueños de lanchas y que en un solo viaje pueden sacar hasta 4.000 dólares. “Ellos te garantizan dónde quedarte los días que uno tiene que estar en el pueblo (…) Es todo un proceso”, apuntó.

Al llegar a la isla, ubicada aproximadamente a 40 millas náuticas de las costas de Falcón, los pasajeros quedan a su suerte, aseveró Barrios. Los cuerpos del zozobrado fueron hallados en Koraal Tabak, una playa de difícil acceso en Curazao.

Un viaje accidentado desde el principio

La embarcación iba a zarpar, inicialmente, el 31 de diciembre, pero la operación fue suspendida por problemas con los motores. Esto obligó a los pasajeros esperar dos días más en el pueblo y programar la salida para el 2 de enero.

“Cuando llegamos a la orilla, había alrededor de 45 personas, más o menos. Yo cuando vi que era tanta gente decidí no montarme. Me dio miedo; la embarcación se veía muy inestable”, confesó Barrios.

Ese día el bote partió sin Alex a bordo, pero tuvo que regresarse a mitad del trayecto porque, una vez más, los motores presentaron desperfectos. Finalmente, una semana más tarde se concretó el zarpe sin retorno.

“Yo he logrado hablar con varios de los que se salvaron, que ya están a salvo. Y ellos mismos cuentan que hay personas en el monte todavía, escondidos, esperando que baje un poco la marea”, reveló.

Los náufragos solo se han comunicado para avisar a sus familias que siguen con vida. Una de las mujeres está embarazada y se encuentra “bastante golpeada”, según Barrios.

Ninguno de los tripulantes de la lancha superaba los 35 años y algunos eran, incluso, menores de edad añadió el diputado Luis Stefanelli.

La mayoría de los viajeros eran oriundos de La Vela, ciudad ubicada a unos 15 minutos de la capital falconiana, y la tragedia ha dejado en shock a la comunidad. Las autoridades locales decretaron tres días de duelo y suspendieron el arranque del carnaval que se tenía previsto para este próximo sábado.

Argenis Leal, alcalde del municipio Colina,  aseguró que el gobierno venezolano “se encuentra trabajando fuertemente” por la repatriación de los cuerpos y los sobrevivientes. Anclados en esta promesa, los familiares y allegados de la joven Janaury Guadalupe Jiménez Chirinos (18), una de las víctimas confirmadas, se han mantenido en vigilia esperando la devolución del cadáver.

«Todos iban contentos y emocionados»

Alex Barrios ya había ido a la isla en busca de trabajo, aunque era la primera que buscaba viajar de forma ilegal. Trasladarse a Curazao se había vuelto una actividad recurrente que perseguía el objetivo de ahorrar dinero en divisas para irse definitivamente de Venezuela.

El oriundo de Coro confirmó que la razón que motiva una decisión a simple viste tan descabellada y riesgosa es solo una: “la situación del país”.

“Aquí no se consigue comida y uno estando fuera ayuda más. Con tan solo un día de trabajo, haces lo que aquí en dos meses… ¡con tan un solo día de trabajo! –enfatiza- ¿Entiendes? Es decir, que lo que tú puedas mandar semanalmente equivale, practicamente, a dos o tres años de trabajo con el sueldo de aquí”.

El atractivo de llegar a las costas de Curazao es evidente para muchos. Barrios recordó que varios de los pasajeros habían sido deportados de Curazao anteriormente y no podían entrar por las vías legales; otros mantenían trabajos en la isla y debían regresar, cuanto antes, para garantizar su puesto. “Y muchos, te lo digo porque compartí con ellos, llevaban ilusiones, metas; todos iban contentos y emocionados”, comentó con notable tristeza.

“Yo tengo hijos y quiero sacarlos, aunque no a Curazao. Yo iba para allá a hacer dinero para después venirme e irnos todos juntos a otro lado donde pudiésemos estar tranquilos”, agregó.

A raíz de la ola migratoria de venezolanos, el control de inmigrantes irregulares en las islas pertenecientes a los Países Bajos se ha tornado extremadamente riguroso. Barrios asegura que hay veces que “la policía se alborota y no se puede salir ni a trabajar”.

La primera ministra de Aruba, Evelyn Wever-Croes, estimó recientemente que de una población de poco más de 100.000 personas que viven en ese territorio,  12.000 son venezolanos wetback. Datos no oficiales apuntan a que más de 5.000 venezolanos pueden permanecer sin permiso en Bonaire y otros 20.000 en Curazao.

En el último año se ha acelerado la ya masiva migración venezolana, forzada por las condiciones económicas y sociales actuales del país. De acuerdo con un reportaje publicado por el diario El País, con cifras del Observatorio de la Voz de la Diáspora Venezolana, más de dos millones de ciudadanos han dejado Venezuela desde 1998.

*El nombre fue cambiado para proteger la seguridad de la fuente

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