Cultura

María Beatriz Medina: "Se necesita más que nunca un lector crítico"

Para conmemorar el Día Internacional del Libro, este 23 de abril se llevará a cabo el encuentro “Tras el diálogo lector en cuarentena”, organizado por la Fundación Telefónica. María Beatriz Medina, directora del Banco del Libro y conductora de este evento virtual, reflexiona aquí sobre la importancia de la lectura

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“Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría”, dijo Mario Vargas Llosa en la recepción del Nobel de Literatura 2010.

Travesías por los tempestuosos mares, leyendas antiguas, búsquedas en inesperada asociación o la realidad del mundo entero. Innumerables historias se encuentran encajadas en la literatura, reflejando la magia y la creatividad de sus talentosos autores. Sobre cada tema hay múltiples relatos, algunos mejores que otros, para adaptarse a los gustos de cantidad de lectores.

El libro es el más fiel compañero para quien lo busque. Por eso, en conmemoración del Día Internacional del Libro, este viernes 23 de abril se realizará el evento virtual “Tras el diálogo lector en cuarentena”, promovido por la Fundación Telefónica Movistar en alianza con el Banco del Libro. El encuentro abarcará aspectos sobre los índices de lectura en estos tiempos de cuarentena, citando cifras de la UNESCO, e invitará a los participantes a tomar conciencia sobre la importancia de la lectura en la actualidad.

La actividad estará bajo la conducción de María Beatriz Medina, actual directora del Banco del Libro, asociación civil que tiene como objetivo motivar el amor hacia la lectura en niños y adultos: “Buscamos iniciar una conversación con los participantes, un intercambio de experiencias para poder hacer un análisis más preciso sobre la lectura en tiempos de pandemia”.

-¿Por qué es tan importante la lectura?

-La lectura es fundamental, no solo para adquirir nuevos conocimientos y establecer la relación con el mundo, sino también porque es el primer estadio de la formación ciudadana. En pocas palabras, brinda autonomía frente a ciertos discursos, llama a la reflexión y proporciona una perspectiva un poco más crítica ante situaciones diversas.

Por tanto, es una herramienta, un eje transversal a lo largo de toda la vida, y por eso es importantísima la formación de lectores. Lamentablemente, esta educación se detiene en la alfabetización y no profundiza hasta alcanzar al lector crítico, que es por lo que apostamos en el Banco del Libro.

-¿Qué es un lector crítico?

-El lector crítico es capaz de poner en perspectiva aquello que lee, ya sea ficción o cualquier otra formulación hecha en un medio escrito. En pocas palabras, puede situarse autónomamente frente a cualquier discurso, noticia o información.

Y en la actualidad, con la existencia de las redes sociales, se necesita más que nunca un lector crítico. No creo que sea culpa de las redes, sino de la forma en que las utilizamos; quiero decir, prácticamente están inundadas con información o noticias falsas. Y por eso creo que se hace cada vez más necesario un lector crítico que sea capaz de situarse, buscar, indagar y poner en perspectiva lo escrito para ver qué es realmente lo que se está diciendo.

-¿Cómo se forma un lector crítico?

-Un lector crítico necesita una oferta variada de libros de calidad. ¿A qué nos referimos con esto? Pues a los textos con un correcto uso del lenguaje, una buena propuesta y que te permitan asomarte al mundo mientras te miras en el espejo. Son libros que te narran desde otras perspectivas y con posiciones distintas acerca de la vida.

En el Banco del Libro decimos que “leer es placer”, pero hay quienes hablan del trabajoso placer de leer. Creo que hay que hacer esta acotación, porque cuando nos referimos a una oferta variada hay que tener en cuenta los gustos individuales.

Es decir, los gustos varían. Hay niños que prefieren los libros sobre dinosaurios por sobre la ciencia ficción, por ejemplo. Y esto hay que aprovecharlo. Los gustos se definen con el tiempo, y desde temprana edad hay que impulsarlos a fortalecer el vínculo con lo que se sientan conectados. Por esta razón, apostamos tanto a la variedad como a la calidad de la literatura que presentamos.

Cabe destacar que no se debe imponer una única perspectiva, por lo que el lector crítico debe contar con suficiente material de lectura para ir formándose su propia visión del mundo.

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-¿Encuentra diferencias, más allá del soporte, entre leer en papel o en digital?

-El libro impreso permite concentrarse más y recordar mejor lo que se ha leído, mientras que en digital, digamos que resulta una lectura más superficial. En la charla profundizaremos en cómo se ha desarrollado el diálogo lector desde distintas perspectivas.

En el Banco del Libro trabajamos en su mayoría con libros en físico, porque creemos que el contacto directo con el papel es insustituible; no obstante, admito que el ámbito digital nos da la posibilidad de establecer otro vínculo con la palabra escrita.

El libro en físico es un recurso inestimable, pero también es cierto que en los últimos tiempos ha habido una migración hacia el ámbito digital, incluso desde las mismas editoriales. Como formadores, apelamos a esta última con frecuencia, por ejemplo, en las salas de lectura con los niños, mientras recuperamos la narración oral.

-¿En los últimos tiempos ha disminuido el hábito de la lectura?

-Según las últimas encuestas, en algunos países de habla hispana ha habido una disminución de la lectura. Sin embargo, creo que la pandemia pudo haber contribuido a que en algunos sectores se retomara este hábito.

Ahora fíjate, nosotros vivimos en una región muy desigual, y esto por supuesto que influye. Para leer necesitas ciertos recursos, como una computadora e internet. Y lamentablemente no todos cuentan con estos elementos.

Hay dos espacios fundamentales en la formación de un lector crítico: la familia y la escuela. No todos tienen el recurso y el privilegio de tener una familia lectora, por lo que es deber de la escuela hacer un especial énfasis en ello. Y según datos de la UNESCO, el acceso escolar ha disminuido exponencialmente, retrocediendo la formación lectora cerca de veinte años. Entonces, creo que después de esta pandemia el trabajo que le espera a las nuevas generaciones de promotores de lectura es arduo.

-¿Las redes sociales influyen en la pérdida del hábito lector?

-Ciertamente en la actualidad se leen más las redes sociales que el libro impreso. Esto no es necesariamente malo, pero sí la implementación que le damos. Es decir, la enorme cantidad de información falsa que se encuentra en las redes es impresionante, y por ello necesitamos ahora más que nunca a un lector crítico.

Las redes constituyen una ventana, también es cierto, a la lectura digital. Roger Chartier afirma que este tipo de textos te llevan a una lectura epidérmica, es decir, que no profundizarás igual que cuando lees en impreso. Por otra parte, Umberto Eco señala que el libro seguirá siendo el libro aunque sus páginas no sean de papel. Yo creo que ambos tienen razón. Las redes son un recurso, por supuesto, pero no sustituyen el necesario contacto con el papel.

-¿La escritura se ve afectada cuando no lees?

-Por supuesto que sí. La escritura es la otra cara de la lectura. Los seres humanos se diferencian justamente por la utilización del lenguaje, de la palabra tanto escrita como leída. Y la escritura se mejora leyendo, observando como otros emplean adecuadamente los símbolos del idioma. Las redes nos lo ponen muy fácil, por lo que en este punto sí creo que la lectura de libros es muy importante.

-¿Cómo ha sido tu experiencia con los lectores latinoamericanos y del mundo?

-Nosotros hemos trabajado en muchos proyectos. En Colombia hicimos una labor que conecta a la lectura con los desplazados de guerra en 2009, y alrededor de ese año trabajamos también con las salas de lectura de México.

Yo creo que esos dos países han tenido trabajos editoriales importantes. Por ejemplo, México tuvo una serie de colecciones esenciales, propiciadas por el Fondo de Cultura Económica. Y eso, por supuesto, incide en la formación de lectores. Ahora, sí es cierto que en estos países la desigualdad es muy marcada, por lo que hay sectores más hábiles en el campo de la lectura y la escritura que otros.

Creo que uno de los factores que incide negativamente en Latinoamérica, y en Venezuela en particular, es que los buenos proyectos de lectura no tienen la continuidad necesaria. Cada vez que un cambio de gobierno ocurre, generalmente se reinventa todo lo que se había hecho con anterioridad. Entonces considero que la incapacidad de ver y revisar los planes en marcha, sus beneficios y logros, afecta enormemente en estos países.

El evento será a través de la plataforma zoom y la inscripción gratuita está disponible en el sitio web de la Fundación Telefónica.

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