Caracas sigue siendo una población lectora , según esta encuesta el 82,5% de las personas consultadas lee alguno de los diferentes tipos de publicaciones (libros revistas, periódicos y otros materiales de lectura), 50,2% lee libros y el mayor porcentaje de lectores (88,2%) se encuentra en al Área Metropolitana de Caracas.
Los venezolanos adquieren un promedio de 9 libros por año, y en una muestra de 2.964 personas se concluyó que el promedio de libros en los hogares es de 72. Aunque su adquisición por persona es bastante baja, la principal forma de compra sigue siendo en el formato físico y en las librerías (60% los compró en papel y 58% los adquirió en librerías privadas).
Al parecer los venezolanos se aferran todavía a las tradiciones, los textos físicos y las librerías de autor. Asimismo, hay libros que nunca pasan de moda, según Imaginarios y Consumos Culturales en Venezuela al preguntar cuál libro se está leyendo en la actualidad las respuestas más frecuentes incluyeron a clásicos como La Biblia y Doña Bárbara. Lo vetusto y pretérito sigue siendo la elección de los citadinos al momento de recrear su mente con alguna lectura.
Mientras tanto, los textos y las historias que se intentan contar con más palabras que imágenes no escapan al alto costo de la vida en el país. Hoy en día un libro puede llegar a costar Bs 20mil. Todavía hay quienes los venden usados en librerías de antiguo, también están las más recientes librerías de encuentro que hacen un esfuerzo por traer novedades editoriales que ya no llegan a Venezuela con dólares preferenciales.
Ediciones viejas y usadas se pueden conseguir bajo el puente de Las Fuerzas Armadas en menos de Bs 1.000. Sin embargo, las librerías privadas y las editoriales independientes, que cabe destacar son los espacios que cuentan con más diversidad de oferta, deben ajustar sus precios a la vida en la ciudad. Para que sus vendedores reciban algún beneficio del intercambio, los costos regulares de un libro deben sobrepasar los Bs 7 mil, esto es aproximadamente 60% del salario mínimo actual (Bs 11.577,81). Para los ratones de librerías y los amantes del olor a páginas recién impresas esto puede desembocar en una gran disyuntiva.
Cuando lo único que pasa por la mente de una persona es si la quincena le alcanzará para comer, se pierden esos placeres simples que sacuden el movimiento de los engranajes del cerebro más allá del estrés de la rutina.
“Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran». André Gide.
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