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Diálogo en México: EEUU pide sinceridad y Maduro rechaza chantajes

Nicolás Maduro responde que no acepta chantajes, en respuesta al pedido de sinceridad que le formula Estados Unidos en las conversaciones que se inician hoy en México. De entrada pide reconocimiento y fin de las sanciones. Oposición quiere elecciones libres. Hay pocas expectativas realistas de avances para resolver el conflicto venezolano porque las varas están muy altas.

México recibe a delegados de Maduro y Guaidó
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Nicolás Maduro aseguró en la noche de este jueves que su gobierno no cederá a lo que calificó  como «chantajes ni amenazas» de Estados Unidos, que le exigió «discusiones sinceras» en el proceso de diálogo político con la oposición, que se inicia este viernes en la tarde en México.

«Venezuela va al diálogo de México (…) de manera autónoma e independiente y no se somete a chantajes ni amenazas del gobierno de Estados Unidos. ¡No nos sometemos a chantajes de ningún tipo!», expresó Maduro en el canal oficial de propaganda VTV, en la víspera de la primera reunión de este nuevo proceso mediado por Noruega.

México como neutral

«Con la etiqueta de ser un país que privilegia el diálogo para la solución de conflictos, hoy México se convierte nuevamente en sede para instalar una mesa de pláticas entre dos partes confrontadas desde hace casi una década: el gobierno de Venezuela y la oposición a éste», reseña el diario El Universal, de México.

El diario recuerda el papel de México en el Grupo Contadora, que  logró intermediar para bien  por e fin de las guerras civiles en Centroamérica.

México también sirvió en el pasado como sede de diálogos (fracasados) entre gobiernos de Colombia y jefes de las guerrillas izquierdistas ELN y FARC y ELP, la llamada Coordinadora Guerrillera.

El gobierno de Joe Biden – que como su predecesor no reconoce a Maduro sino al líder opositor Juan Guaidó como presidente encargado- se muestra dispuesto a aliviar las sanciones que impuso al régimen chavista si la negociación avanza hacia elecciones libres.

Solución negociada

«Hemos sido claros en que el régimen de Maduro puede crear un camino hacia el alivio de las sanciones permitiendo a los venezolanos participar en elecciones presidenciales, parlamentarias y locales libres y justas que deberían haberse celebrado hace tiempo», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, citado por la AFP.

Hacerlo «requiere que el régimen de Maduro participe en discusiones sinceras con la oposición – liderada, por supuesto, por el presidente interino Juan Guaidó – que resulten en una solución negociada integral a la crisis venezolana», dijo.

La férrea ofensiva contra Maduro fue liderada por el expresidente republicano Donald Trump, que prometió aplastar a los izquierdistas en todo el continente americano.

Y las sanciones que impuso a Venezuela, que incluyen un embargo petrolero, buscaba presionar una caída de Maduro asfixiando la economía.

El líder chavista no obstante resiste la presión con el apoyo de los militares venezolanos y aliados como Rusia, China y Cuba.

Biden ha mantenido en gran medida la línea de Trump sobre Venezuela, aunque ha prometido otro enfoque apoyado en los aliados de Estados Unidos.

«Hagan ustedes lo que tengan que hacer, nosotros haremos lo que corresponde hacer para el destino de Venezuela», zanjó por su parte el líder chavista.

«Esclavos» de EEUU

El gobierno de Maduro y la oposición regresan este viernes a la mesa de negociación, con mediación de Noruega. Se celebrará una reunión previa que antecede a una semana de trabajo que arranca el 30 de agosto, considerada el inicio formal de la negociación.

«Vamos a dialogar con la oposición pitiyanqui, proyanqui, con los esclavos del gobierno de Estados Unidos vamos a dialogar. Hay que dialogar hasta con el diablo. ¡Claro que vamos a dialogar con el diablo! Vamos con la cruz, con el agua bendita», ironizó Maduro.

Pidió de antemano el reconocimiento internacional para su gobierno y el levantamiento de todas las sanciones internacionales.

Por su parte,  la delegación de Guaidó pide condiciones electorales y un cronograma que incluya comicios presidenciales, además de la liberación de presos políticos.

Acuerdo integral

«Hoy que hay unidad en Venezuela respaldando la posibilidad de una solución a través de una acuerdo integral en este momento (…) la mayor y mejor unidad es la herramienta fundamental para enfrentar este proceso y hoy tenemos esa mejor y mayor unidad posible», señaló por su parte Guaidó en un video publicado en redes sociales.

Maduro será representado por una comitiva encabezada por Jorge Rodríguez, presidente del oficialista Parlamento y considerado hombre de confianza del mandatario, quien en su intervención lo designó «enviado plenipotenciario» de su gobierno.

Su hijo, el diputado Nicolás Maduro Guerra, conocido como ‘Nicolasito’, también estará en la delegación gubernamental, anunció el mandatario.

Maduro Guerra es percibido como el futuro heredero del régimen que a su padre recibió a su vez por designación a dedo de del agonizante Hugo Chávez, en 2012.

La oposición, por su parte, contará con una delegación encabezada por el político y abogado Gerardo Blyde y fichas como los exdiputados Julio Borges -representante de Relaciones Exteriores de Guaidó-, Tomás Guanipa y Stalin González.

Este nuevo encuentro se produce después de un intento fallido en Barbados en 2019. Un año antes, hubo otro en República Dominicana dirigido por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, también sin éxito.

(Sobre nota de la agencia AFP)

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