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Dimitió John Bercow, el hombre que dirigió el debate del Brexit al grito de "¡Orden!"

En el centro de más de tres años de convulsos debates parlamentarios sobre el Brexit, el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, es una figura controvertida, criticada por los partidarios de Brexit y elogiada por sus detractores.

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Este peculiar legislador conservador de 56 años de edad, con un pronunciado gusto por la teatralidad, es sobre todo conocido por presidir los debates gritando «¡Orden, orden!» a los diputados revoltosos y a los ministros que le disgustan.

Pero el lunes, anunció visiblemente emocionado que tras diez años decidiendo qué se debate en la cámara baja del parlamento británico dejará el cargo a más tardar el 31 de octubre, la fecha prevista del Brexit.

Le corresponde, por ejemplo, al «speaker» decidir cuáles de las enmiendas presentadas a una moción son debatidas y votadas, y así en los últimos años ha ido dirigiendo el debate hacia una u otra dirección.

Por eso sus decisiones eran atentamente escrutadas por el gobierno y los euroescépticos que con regularidad lo acusaron de parcialidad y de beneficiar a los proeuropeos, contra la neutralidad que le impone su función.

Mostrando su poder, en marzo Bercow jugó un papel muy importante en este convulso proceso al decidir que la entonces primera ministra Theresa May no podía seguir sometiendo a votación su impopular acuerdo de Brexit sin cambiarlo sustancialmente.

 «¡Orden!»

Surgido de las filas del Partido Conservador, Bercow ha sido la piedra en el zapato de sucesivos gobiernos tories, incluido el de Boris Johnson recientemente nombrado. El primer ministro David Cameron incluso intentó sin éxito expulsarlo del cargo.

Con su toga de seda negra y sus corbatas estampadas, este hombre de 1,68 metros de alto, espesa cabellera blanca y potente voz, se dio, gracias a una interpretación personal de las atribuciones que le confiere su cargo, un papel más decisivo que sus antecesores.

Antes de provocar críticas por su gestión de los debates del Brexit, ya se había ganado los reproches de los conservadores por oponerse a la posibilidad de que el presidente estadounidense, Donald Trump, hablase ante el Parlamento británico durante una visita al país.

También en 2018, fue acusado de maltratar verbalmente a sus colaboradores. En aquella ocasión recibió el apoyo del opositor Partido Laborista.

«Mi mujer no me pertenece»

 Nacido el 19 de enero de 1963, Bercow creció en el norte de Londres. Su padre era taxista.

Dio sus primeros pasos en política en la universidad antes de convertirse en consejero municipal del barrio londinense de Lambeth con 23 años de edad. En 1997, fue elegido diputado por primera vez.

Doce años después, accedió a la presidencia de la Cámara de los Comunes prometiendo romper con las prácticas de su predecesor, implicado en un escándalo de notas de gastos ilegítimas por el que se vio obligado a dimitir.

Convertido a los 46 años de edad en el titular más joven de este prestigioso cargo, Bercow se empleó a fondo en modernizarlo, abandonando algunos elementos del traje tradicional como la peluca. En junio de 2017, permitió a los diputados que entraran a las sesiones sin corbata.

Poco después de llegar al asiento verde del «speaker», situado entre las bancadas de la mayoría y las de la oposición, que se sientan cara a cara, provocó sin embargo una polémica al reclamar miles de libras para renovar su apartamento de función en el parlamento y poder alojar así a sus tres hijos.

También su esposa, Sally Bercow, fue portada de los diarios por cuestiones a menudo desvinculadas de la política: una vez posó para una revista vestida solo con una sábana blanca, participó en un programa de telerrealidad y mantuvo una relación con el primo de su marido.

Pero, sobre todo, en 2010 se presentó a una elección local bajo la etiqueta del Partido Laborista, principal adversario de la formación a la que pertenece su marido.

Ante las críticas Bercow la defendió: «Mi mujer no me pertenece».

La dimisión del cargo de Bercow ocurrirá con la disolución del parlamento. De lo contrario, afirmó, dejará el cargo el 31 de octubre, fecha prevista del Brexit.

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