Espectáculos

Diseño de portadas de discos acompañó boom de los 80

El diseño gráfico acompañó este "boom" y contribuyó con la generación de imágenes tanto para la publicidad como para el empaque de los discos | por Elina Pérez Urbaneja

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Franco de Vita-Fantasía 1986
Cortesía Diseño en Venezuela

Sabemos quiénes son Franco De Vita, Yordano, Ilan Chester, Soledad Bravo o Frank Quintero. Nos sabemos de memoria las letras de sus canciones y tarareamos sus melodías. Pero, ¿sabes quiénes diseñaron las carátulas de esos discos que atesoramos, que los llevaron a la fama?

Los orígenes

En 1940, con apenas 23 años, el diseñador Alex Steinweiss «inventó» las carátulas de discos. Antes de que el joven se arriesgara a imprimir una ilustración suya para vender mejor la música grabada, los discos se ofrecían enfundados en sosas bolsas de papel kraft con una abertura en el medio que dejaba leer la etiqueta sobre la superficie de laca -a partir de 1948 de vinilo-, que señalaba los nombres del artista y de la casa disquera.

La innovación de Steinweiss cambió para siembre la historia del «packaging» en la industria musical al reportar un aumento en 800 por ciento de ventas del disco «Smash Song Hits», de Richard Rodgers y la Imperial Orchestra, editado por Columbia Records.

Después de tal rotundo éxito, Steinweiss continuó haciendo imágenes para portadas de discos y  se convirtió en el creador de un formato que se convirtió en imprescindible para el negocio discográfico, a la vez que generó un especialización para el diseño gráfico.

Luego de Steinweiss destacaron diseñadores de portadas de discos como el estadounidense Kevin Reagan o el británico Storm Thorgerson, quien durante años trabajó con el colectivo creativo Hipgnosis e hizo carátulas tan emblemáticas como «Dark side of the moon» de Pink Floyd.

Otros nombres destacados son el de John Pasche, también responsable de la famosísima boca que identifica a los Rolling Stones, o Peter Blake, a quien suelen adjudicar en solitario el diseño de «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» de los Beatles, olvidando injustamente mencionar que su ex esposa Jann Haworth fue coautora de la imagen del célebre álbum.

Muchas canciones se reprodujeron desde entonces, hasta el advenimiento del CD. Entonces, el formato para trabajar gráficamente también cambió.

Época dorada

En las décadas de los 60 y 70, la producción nacional de discos en Venezuela era baja. El 3 de diciembre de 1974, el presidente Carlos Andrés Pérez emitió el Decreto 598, conocido después como el «1×1», porque establecía que las estaciones de radio estaban obligadas a incluir en su programación musical al menos 50% de música producida en el país.

La medida contemplaba tanto la música folklórica como la popular, incluyendo géneros como el rock y el pop.

En el momento de su publicación, el generó controversia y hasta cierta resistencia por parte de las radioemisoras, pero años después el siguiente mandatario, Luis Herrera Campíns, retomó el decreto que obligaba a reproducir una pieza musical nacional por cada tema extranjero.

El detalle era que el panorama había cambiado económicamente: ya no era posible importar como antes y se incubaron las condiciones favorables para producir en el país.

Entonces emergieron dos sellos disqueros: Sonográfica, del Grupo Coraven y Sonorodven, de la Organización Diego Cisneros, que acapararon de 1982 a 1990 el 52% de la producción discográfica venezolana y atiborraron los diferentes medios de comunicación con millonarias campañas para promover a sus cantantes.

El diseño gráfico, por supuesto, acompañó este «boom» y contribuyó con la generación de imágenes tanto para la publicidad como para el empaque de los discos.

Ambas casas adquirieron licencias internacionales y establecieron sus propias cadenas de comercialización. Mientras que el grupo Rodven poseía la red de tiendas Disco Center, Sonográfica abría las discotiendas Recordland.

Todo esto hizo que a principios de la década de los 80, Venezuela fuese uno de los países de mayor consumo de música grabada por habitante, a la par de los países industrializados.

Tendencias

Según el profesor de la Escuela de Diseño de la Universidad del Zulia, Claudio Ordóñez, «hasta 1979, la tendencia en el diseño de los empaques de discos en Venezuela obedecía a mostrar al artista de la mejor manera posible.

La técnica presente en la mayoría de los discos era la fotográfica, con planos generales, planos medios o close-ups.

Muy pocos utilizaban alguna técnica ilustrativa y prácticamente ninguno incluía aspectos que trascendieran la
experiencia sensorial del usuario».

El diseño gráfico de los empaques se podían hacer «in house», es decir, en la propia disquera, o recaían en manos de estudios caraqueños que se especializaron en el área.

Algunas portadas de los ochenta muestran novedosas técnicas de acabado, como el relieve o la inclusión de fotografías dentro del acetato de los discos, que las convierte en productos atesorables.

Entre los diseñadores que se dedicaron a la producción gráfica para el boom de la época se cuentan Antonio Huizi, Gisela Sánchez Tinoco, Alvise Sacchi, Tomás Jiménez a través de la agencia Creatidea y Alejandro Pérez con Grafi-Record.

Estos son algunos nombres de creativos que se repiten en los créditos, pero también hay ilustradores y otros diseñadores que asumieron encargos puntuales.

En los empaques de discos de artistas venezolanos de los años 80 predominó la fotografía tradicional o intervenida. También fue usual la ilustración (sobre todo con aerografía) o los montajes que integran varias opciones, teniendo en menor instancia soluciones meramente tipográficas.

Mucho más que notas para recordar…

En 1982, Soledad Bravo grabó el exitoso album «Caribe» con el sello Polydor, teniendo una portada fotográfica diseñada por Alejandro Pérez, quien también era músico e integrante de Los Buitres. En 1987 Pérez hizo la síntesis gráfica para el vinil de Ilan Chester «Al pie de la letra», editado por Sonográfica.

Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela
Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela

Ese mismo año Sonorodven lanzó el dúo Limón y Menta, con el disco «Río» cuya portada fue creada por Gisela Sánchez Tinoco, al igual que el primer LP de Jorge Aguilar en 1983, ambas de predominio fotográfico.

Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela
Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela

Una de las excepciones de carácter tipográfico se manifestó en 1983 en el disco «Posición adelantada» (Polydor), de Brigitte García De Ceca, con un minimalista fondo blanco sobre el que resaltaba el nombre del grupo Aditus.

Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela
Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela

Polygram publicó en 1984 el increíble primer álbum de Yordano, con carátula del maestro Santiago Pol, asistido por Mauricio Credola. Pol volvería más adelante a diseñar para este músico el icónico «Por estas calles».

Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela
Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela

También en 1984 surgía como solista Franco De Vita con disco diseñado por Antonio Huizi, quien también se encargó de la gran fotografía en blanco y negro de «Fantasía» en 1986. Huizi se encargó de numerosas tapas para el catálogo musical de Sonográfica.

«La calle del atardecer» de Frank Quintero, mostró en 1985 portada y contraportada ilustrada por el artista de origen holandés Kees Verkaik, quien hasta su fallecimiento en 2017 trabajó para el diario Tal Cual.

Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela
Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela

El primer long play de la adolescente Karina en 1985 fue un colorido montaje del diseñador de origen italiano Alvise Sacchi, quien luego desarrollaría ilustraciones con técnica aerográfica para la agrupación Daiquirí, como «Mi Tumbao» en 1987.

Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela
Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela
Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela
Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela

Puro rock

Y por el género rock, Rodven Discos apoyó en 1987 «El amor ya no existe» de Sentimiento Muerto, en el que resaltaba la imagen de Alfredo Lois combinada con tipografía e ilustraciones de Cayayo Troconis.

Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela
Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela

También es un clásico el primer LP de Desorden Público, del sello CBS/Columbia, con diseño de Danel Sarmiento y Kiko (Francisco) Núñez, ambos miembros de la banda de ska. Las portadas de Desorden Público siempre resultan atractivas, mostrando el trabajo de varios comunicadores visuales relevantes para la historia del diseño nacional.

Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela
Discos de los 80. Foto: Diseño en Venezuela

Ya en los noventa, el CD irrumpió en el horizonte discográfico, modificando el formato que se empequeñeció en tamaño, pero que pasó a la complejidad del desplegable, el librillo y otros artilugios gráficos.

Desde ese entonces, se incorporaron muchos más talentos egresados de nuestras escuelas de diseño, entre ellos Masa, quien mereció en 2012 el Grammy gracias al diseño del Cd «Cambié de nombre» de Vinilo Versus, pero ese es otro relato aún pendiente.

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