Venezuela

Divina Pastora peregrina en el ciberespacio por el fin de la pandemia

Por segunda vez en medio de una epidemia y luego de 165 años de devoción, la Divina Pastora tendrá una “peregrinación virtual” en el ciberespacio. Venezolanos en el mundo podrán unir sus súplicas con la esperanza de que repita su intercesión milagrosa. Se puede seguir, en vivo, por el canal de YouTube de la Arquidiócesis de Barquisimeto

Divina Pastora
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La pandemia que llegó sin aviso a desafiar los sistemas sanitarios y forzar un distanciamiento físico entre las personas, tocó una de las mayores manifestaciones en honor a la Virgen María en el mundo: la Divina Pastora.

Aún latente el virus que cobra la vida de venezolanos en una red hospitalaria que no se da abasto para atender pacientes con deficiencias respiratorias que requieren respiración asistida y  medicamentos costosísimos, la Arquidiócesis, en la voz de su Administrador Apostólico, Monseñor Víctor Hugo Basabe, anunció que este 14 de enero no habrá peregrinación con la efigie de la Virgen María en advocación de pastora sevillana: la de 2021 será una “peregrinación virtual”.

«Bastarían solo diez personas contagiadas en semejante multitud para que, en poco tiempo, tuviésemos una emergencia sanitaria que podría costar la vida a miles de hermanos», dice su carta pastoral.

La siguen llamando visita porque, aunque este año la patrona no será sacada en hombros y tampoco en el automóvil acondicionado para ello, la Divina Pastora viajará en el fervor de cada devoto desde sus hogares.

Una historia de fe en la Pastora

Es la número 165 por los años transcurridos desde el nacimiento de la peregrinación: en 1856, el sacerdote José Macario Yépez convocó una rogativa pública en un sector llamado Cruz Blanca, en Barquisimeto, e hizo llevar la imagen para ofrecer su vida a cambio de que la Madre de Cristo mediara ante Dios por el cese de la epidemia de cólera que diezmaba a la población. Y así fue: los historiadores discrepan si de cólera o fiebre tifoidea, pero el padre Yépez murió y la epidemia terminó.

Foto de archivo de uno de los últimos recorridos de la procesión de la Divina Pastora en Barquisimeto. (Foto: Cortesía Arquidiócesis de Barquisimeto).

En el pasado reciente, el Arzobispo Emérito de Barquisimeto, Monseñor Antonio López Castillo, “regañaba” a los periodistas por insistir en hacer una especie de ranking entre la caminata con la patrona espiritual de los larenses y las peregrinaciones a los santuarios de la Virgen de Fátima en Portugal y la Guadalupe, en México: “no es competencia. La diferencia es que la Divina Pastora es quien hace la visita y la acompañan sus devotos en el recorrido”, recalcaba.

Ni los más complicados cálculos de ingeniería sobre ocupación de espacios por metro cuadrado atinan a precisar cuánta gente puede reunirse cada 14 de enero en la ciudad de Barquisimeto para caminar el trayecto de 8,5 kilómetros entre la morada de la Pastora, el santuario de Santa Rosa – un pueblo al este de la capital musical – y la Catedral Metropolitana. Es un fluir constante de gente que, en el lugar más ancho, la intersección de las avenidas Vargas y Venezuela, supera una concentración que desearía lograr cualquier convocante terrenal.

Del cólera al coronavirus: la feligresía confía en el milagro

El 13 de marzo de 2020 ocurrió el indeseado anuncio oficial de casos de coronavirus en Venezuela. La Virgen rodeada de ovejas todavía no terminaba su itinerario de tres meses de visitas por las parroquias de Barquisimeto cuando, repentinamente, al día siguiente, fue regresada a su santuario en el «Pastora móvil». Fue una medida apresurada de la Arquidiócesis de Barquisimeto para evitar que, en su afán de estar cerca de la sagrada imagen, los devotos se concentraran para despedirla como cada año en su regreso.

La celebración de este año la siguen llamando visita porque, aunque la patrona no será sacada en hombros y tampoco en el automóvil acondicionado para ello, la Divina Pastora viajará en el fervor de cada devoto desde sus hogares.

María de Todos bajará de su nicho

La veneración a María ocurre en los cristianos católicos durante toda su vida. Para los larenses, el inicio de año es la ocasión predilecta porque demuestran su amor a ella en la figura de Divina Pastora. Tras el saludo de año nuevo, el ambiente mariano comenzó a encenderse el 5 de enero con una tradición que legó el presbítero Rafael Chávez, ex párroco del Santuario de Santa Rosa, autor de «Cómo no creer en ti», y un sinfín de cantos religiosos que los ministerios de música corean en los templos de Venezuela: la Solemne Bajada.

La imagen es sacada de su nicho sin los protectores de acrílico transparente que usualmente rodean el trono y puesta en la nave central del santuario. La Eucaristía fue  transmitida a las 6:00 p. m de este martes por el canal de YouTube de la Arquidiócesis de Barquisimeto.

La bajada marcó el inicio de la «Ruta de la Esperanza», la novena en la que, cada día, sacerdotes, religiosas y laicos explicarán catequesis relacionadas con las letanías del Santísimo Rosario que reflejan a María Peregrina en cada una de las estaciones.

Con ayuda de las redes

El propio 14 otra misa oficiada también por monseñor Basabe, a las 8:00 a.m. dará inicio a la Primera Visita Virtual. Luego, habrá un recorrido digital desde Santa Rosa hasta terminar en el Santuario a los pies de la Virgen con una súplica colectiva por el fin de la pandemia. A medida que los fieles vean el desarrollo en vivo, podrán descargar fotografías y otros contenidos en las redes sociales oficiales: el usuario es @arquibqto en Twitter e Instagram.

Para esta inédita procesión, se tomarán en cuenta tres de las nuevas letanías agregadas por el Papa Francisco al Santo Rosario: Madre de la Esperanza, Madre de la Misericordia y Consuelo de los Migrantes. La imagen llevará puesto el mismo vestido que usó en el año 2000, cuando se celebró el Jubileo del Nuevo Milenio y los propios feligreses decidieron que fuera ese a través de un concurso en la página web de la Arquidiócesis de Barquisimeto.

La súplica al unísono incluirá que, así como hace 165 años liberó a su pueblo del cólera, repita su intercesión milagrosa por el cese del coronavirus y de las circunstancias que han ocasionado una migración forzada y unas condiciones de vida que hacen imprescindibles los gestos de misericordia y el abrigo de esperanza. Así sea ¡Salve, Reina!

Foto: Lirio Pérez Petit/Archivo.

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