Un grupo de trabajadores se concentraron a tres cuadras de la Asamblea Nacional para exigir salarios dignos. No lo hicieron cualquier día. Fue el lunes 14 de enero cuando Nicolás Maduro se presentó en la asamblea constituyente para presentar su Memoria y Cuenta, una rendición de funciones que correspondía en el pasado presentar ante el parlamento, la Asamblea Nacional, según lo establece la Constitución vigente.
Trabajadores universitarios exigieron el cumplimiento de las tablas salariales, primas y cláusulas contractuales así como la verdadera “dignificación” del salario.
Cuestionan, entre otras cosas, que las pólizas de salud sólo cubran BsS 20.000 o que paguen BsS 34 por concepto de prestaciones.
“¿Qué hace uno con eso?”, se preguntan.
Aunque estaban rodeados de oficialistas y cuerpos de seguridad, los trabajadores universitarios aseguran que “alzan su voz”. El salario mínimo que devengan es de BsS 4.500 bolívares (Al momento de la protesta, aún no habían anunciado el incremento a BsS 18.000). “Con eso no compramos ni un cartón de huevos. Máximo, compramos un kilo de queso”, ¿cómo sobrevivimos con eso?”, dice un trabajador.
Las expectativas del aumento de salario no son muchas. Dicen que aspiran a un “salario digno” pero ante una economía hiperinflacionaria, eso es casi imposible. Además, insisten en que el aumento debe ser discutido con la clase trabajadora.
A pesar de que han tenido reuniones con el gobierno, dicen que las mismas “no han sido fructíferas”.
Desde la Federación de trabajadores universitarios manifiestan que siguen buscando respuestas. “Nos mandaron al foso”, sentencian los trabajadores al tiempo que describen su situación: en condición de sobrevivencia y sin derecho al ocio.
Los trabajadores dejan claro que no están -ni quieren- confrontar con nadie. Por ello no quieren entrar en la polémica de reconocer o no a Nicolás Maduro como presidente. “Él es nuestro patrono. Si no lo reconocemos, ¿a quién le reclamamos”, sostienen.
Le piden a Maduro que “mire bien al país” ya que fue “obrero”. A propósito de la Memoria y Cuenta, califican el 2018 como un “año de desastres” para los trabajadores y reiteran su exigencia para este 2019: “Queremos que nos respeten”.]]>
El lunes pasado, Petro criticó la inhabilitación de opositores de cara a las presidenciales venezolanas. A diferencia de Estados Unidos y algunos otros gobiernos de América Latina, el presidente colombiano había evitado cuestionar los comicios
La coalición Plataforma Unitaria Democrática (PUD) -que aglutina a los principales partidos de oposición- sostuvo que no pudo acceder desde el jueves pasado, cuando abrió el proceso. Al final de la noche se formalizó la postulación de Manuel Rosales, con la tarjeta de Un Nuevo Tiempo
Desde el jueves, se inscribieron nueve candidatos que se presentan como opositores, pero son tachados de colaboracionistas del gobierno. Otras 12 organizaciones de la alianza de Maduro también lo postularon
