La preocupación por la salud económica de China, una posible alza de tasas en Estados Unidos y un desplome del precio de las materias primas se están combinando con dificultades propias de algunos países para crear una tormenta casi perfecta para los inversionistas en mercados emergentes.
Los mercados de bonos están comenzando a sentir una mayor presión. Esta semana los seguros contra incumplimiento de créditos (CDS por su sigla en inglés), que los inversores usan para cubrir el riesgo de una cesación de pago, llegaron a sus máximos desde el 2013 en Turquía, Sudáfrica y Arabia Saudita.
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