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El día que mi mamá me vio tirando

Buscando romper con el discurso seductor o puritano sobre el sexo, que en raros extremos sostienen tanto hombres como mujeres, quise explorar un lado oscuro del que muy pocos se atreven a escribir o siquiera contar a sus amigos entre unas cervezas: la vergüenza durante, antes o después del coito

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“Ya para, me duele”, seguramente has escuchado decir a tu pareja. Y si jamás lo has escuchado no sé si compadecerte por falta de “presencia” o felicitarte por tu experticia en la actividad.
Lo cierto es que el dolor, al menos el físico, es algo que muchos experimentan durante el sexo.
Las mujeres –muchas de ellas, para no generalizar- evitan decirlo. Y si no te lo dicen no es porque estés más equipado que la cocina de Maduro: hay razones.
Según la BBC, una encuesta en Reino Unido en la que participaron casi 7.000 mujeres sexualmente activas de entre 16 y 74 años, encontró que casi una de cada 10 tenían dolor al practicar el sexo.
Esto sugiere un problema médico, conocido como dispareunia o coitalgia, que es muy común y afecta a mujeres de todas las edades. Quienes lo sufren padecen dolor o molestias con el coito, que pueden darse tanto durante como después de la unión sexual.
Irónicamente, yo que pensaba que los hombres estaban exentos del dolor durante el sexo, lo experimenté una vez.]]>

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