El golpe que viene...

Golpe judicial, golpe parlamentario, autogolpe y pare usted de contar, nuestra Venezuela por naturaleza política es conspirativa. Si no estás en el gobierno andas viendo cómo sacar al que está, y muy pocos -por no decir que ninguno- piensa, habla o propone qué hacer cuando esté en los más altos cargos.

Lo que más caracteriza a los golpes de distinta calaña que todos los días se anuncian en Venezuela, es que la mayoría habla del pueblo… pero después de llegar al gobierno. Nadie se imagina hablar del pueblo dando un golpe.

Son élites de distinto rango las que permanentemente conspiran contra ellas mismas, cúpulas que niegan la alternancia pero al final necesitan de ella para seguir conspirando. Si algo sabe hacer bien el político venezolano es conspirar, sino recuerden el 11 de abril del 2002, lo que no saben hacer el grueso es gobernar, sino mire el 13 de abril del 2002 o el 6 de diciembre del 2015.

La cosa es tan patética que hoy en día, los que aún gobiernan, ahora se proclaman oposición y piensan en cómo dar un golpe contra aquellos que ganaron una elección pero no gobiernan aún. Mientras tanto, los que ganaron la elección, no han empezado a ejercer sus cargos cuando ya no saben qué hacer para gobernar desde la oposición.

A todas estas, el único que no gobierna aun siendo gobierno: el pueblo, esa cosa tan etérea donde todos cabemos cuando no tenemos poder, es utilizado como comodín. “El soberano”, “el comunal” o “el popular” es el mote que se le coloca a todo grupo al que se le quiere atribuir el poder que los políticos nunca le han permitido tener, a pesar de la extraordinaria legislación que tenemos en esa materia, y mientras más amorfa es la organización mejor, ya que al final quien lo convoca podrá controlarlo a placer.

Pero el pueblo, ese que no quieren que gobierne, en momentos ha tenido posibilidades de gobernar, en constituyente, en la calle, movilizado, respondón, protestatario, rebelde, no hay pueblo que no gobierne cuando decide ponerse de pie ante los desmanes de quienes gobiernan cualquier Poder, de espaldas a los intereses de la mayoría y en beneficio de sus propios intereses.

¿En qué puede ayudar -después de haber tendido 15 años de mayoría parlamentaria- querer sacar debajo del sobrero un parlamento comunal improvisado, como tantas cosas que hoy han hecho que Maduro y Diosdado conduzcan al proceso revolucionario a un despeñadero?, ¿Los que prometieron “El pueblo pa`la Asamblea” y “El Pueblo Legislador” y mientras tuvieron el control hoy, y en 15 días, cumplirán apurados lo que en 10 años de estos eslogan no cumplieron ni por accidente?

Con todo el marco jurídico disponible ni la oposición, que cae en el desprecio ideológico por todo lo que sea popular o comunal, podrá disolver los logros del Poder Popular y Comunal, ni los hipócritas deslegitimados podrán imponer una falsedad.

El Poder Popular y Comunal no se decreta, se construye, y no da golpes, los recibe y los devuelve. Los golpes siempre son contra las cúpulas, porque cuando es contra el pueblo habrá inevitablemente un 13 de abril. Basta de manipulaciones maniqueas.

¡Feliz Navidad!