
La crisis agroalimentaria en Venezuela comenzó un 10 de diciembre de 2001 cuando Hugo Chávez promulgó la reforma a la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. Con este polémico instrumento jurídico, el chavismo creó su propia concepción de que “la tierra es para quien la trabaja”, por lo que basó en la expropiación la forma para desarrollar una soberanía alimentaria que en 20 años nunca existió y que hizo al país mucho más dependiente de las importaciones.