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El niño de 10 años que mide 2 metros y teme morir

A sus 10 años de edad, Sérgio Gabriel, un niño del centro de Brasil, acaba de pasar por una cirugía en el cerebro para retirarle un tumor cerebral que le provocaba convulsiones, dolores de cabeza, del cuerpo y una velocidad de crecimiento muy por encima de lo que correspondería a su edad.

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Según el portal de noticias G1 de Brasil, Sérgio Gabriel Ribeiro Gomes, fue operado en el Hospital Universitario de Brasilia para removerle el “tumor benigno” que le produjo un exceso en la segregación de la hormona del crecimiento, lo que le provocó el gigantismo.

La madre del niño, Ricardene Barreira, narró al portal los dramáticos momentos de la familia en la unidad de terapia intensiva del hospital,

“El tiene miedo de morir. Habló poco, pero dijo que no quiere morir. Le dije que tenga fe, que Dios está al mando de las cosas”, dijo la humilde ama de casa al portal G1.

El niño fue hospitalizado el lunes 6 y fue intervenido quirúrgicamente el día 7. El hospital dio que su estado de salud es estable, pero no precisó una fecha para el alta médica.

La  mujer logró que los médicos le permitieran acompañar a su hijo en el área de terapia intensiva, durante tres horas, el día 8.

“Nunca estamos lejos el uno del otro. Estoy muy aprehensiva. El me necesita, es un niño. No voy a salir de aquí mientras él este aquí”, dijo Ricardene.

La endocrinóloga Luciana Naves había explicado antes de la cirugía que el tumor del paciente medía cerca de cinco centímetros y provocaba una hipertensión intracraneal. Ocupaba las estructuras adyacentes, modificaba la circulación arterial y provocaba convulsiones, dolor de cabeza y deficiencia mental.

Después de esta cirugía, el niño deberá atravesar por sesiones de radioterapia e inyecciones mensuales, además de varias medicinas por  los próximos años.

El niño gigante de Brasil ha sufrido de muchas privaciones para movilizarse, constantes dolores de cabeza y cuerpo.

“Quiero dejar de sentir dolor, de crecer. Los niños dicen que soy muy grande, pero déjenlos decir lo que quieran”, afirmó.

En la edad en que los niños son muy crueles, Sergio Gabriel ha sido blanco de las burlas de su entorno. Su madre teme que sea víctima de la violencia, y prefiere mantenerlo en casa, en la barriada de Nova gama, Distrito Federal.

“Vivo en un lugar donde quienes mandan son los criminales. Tengo miedo de que  él salga a comprar pan y no regrese más. De que se burlen de él y él reaccione, de que se ponga bravo, porque es un niño. No lo dejo ir  ni a la puerta de la casa” dice la madre.

El niño no se queja de permanecer en casa, donde después de todo puede dedicarse a lo que le gusta: jugar con sus muñecos, comer y ver películas en DVD.

“Me gusta quedarme solo, hacer mis cosas. No echo de menos un amigo”.

La madre lamenta el hecho de que Sergio no tenga infancia.

“No hay nada para niños del tamaño de él. No hay ropa de animalitos, ni en el parque hay juguetes donde él quepa”, dice.

Sergio era rechazado en las escuelas porque además es hiperactivo, pero acaba de entrar a una llamada Santa María, en el Distrito Federal.

Todavía no logra escribir ni su propio nombre.

“Quiero aprender a leer y escribir porque es bueno. Tengo la voluntad de trabajar, tener un empleo para ayudar a mi madre,  porque mi mamá está muy cansada. Quiero cuidarla un día. Quiero ser científico”, relató el niño en el reportaje de G1.

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