El papa Francisco se puso un casco de seguridad el domingo para ingresar a una catedral dañada durante una visita al centro de Italia, donde dio aliento a personas que aún pasan apuros tres años después de ser golpeadas por terremotos devastadores.El pontífice viajó al poblado de Camerino, el cual resultó tan dañado en 2016 que todavía no se permite el ingreso de la gente al centro, ya que continúan los trabajos para estabilizar las construcciones.Antes de que ingresara a la catedral, al papa se le colocó un casco de seguridad de bombero. Dentro del templo estuvo rodeado por bomberos y clérigos, todos con cascos.Francisco colocó flores en una estatua de la Virgen María que resultó dañada en el terremoto. Le faltan la cabeza y los brazos.
Los rescatistas japoneses corren "contra el tiempo" este martes para rescatar a los sobrevivientes del violento terremoto que sacudió el centro del país el día de Año Nuevo y dejó al menos 48 muertos y enormes daños.
"Aunque el cuadro clínico general del Santo Padre ha mejorado respecto a la gripe y a la inflamación de las vías respiratorias, los médicos han pedido al Papa que no realice el viaje previsto para los próximos días a Dubái, con ocasión de la 28ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático", indicó el portavoz del Vaticano Matteo Bruni en un comunicado
Algunos obispos denuncian la existencia de un grupo de presión anti-LGTB en la Iglesia católica que considera las relaciones homosexuales como un pecado y un acto "intrínsecamente desordenado" según el catecismo