Venezuela

El reciclaje por decreto, el nuevo monopolio de Maduro para obtener dólares de la basura

La medida fue oficializada hace dos semanas y la Corporación Socialista Ezequiel Zamora centralizará el negocio. Por los momentos, hay un plazo de 60 días para que todos los desechos provenientes de los organismos públicos se pongan a su disposición

reciclaje
Publicidad

Nicolás Maduro, con un solo decreto presidencial, prevé rentabilizar el reciclaje para convertir «la chatarra en divisas». Monopolizar el manejo de los desechos sólidos, una tarea en la que el país está completamente atrasado, es su aspiración para solventar la severa crisis económica.

Así lo dijo el líder oficialista tras firmar el decreto que, aseguró, busca generar recursos para la «economía de guerra» que tiene el país. Ello en alusión a las sanciones internacionales que en el último quinquenio han coartado la capacidad financiera de su Gobierno.

La medida, ya oficializada, establece que todo material que pueda ser reciclado será considerado estratégico. También fija un plazo de 60 días para que todos estos desechos provenientes de los organismos públicos se pongan a disposición de la «Corporación Socialista Ezequiel Zamora», que centralizará el negocio.

Por el momento, se desconoce cómo la corporación, que no atendió varias solicitudes de información hechas por Efe, gestionará los residuos. Tampoco de qué forma se distribuirán los fondos obtenidos, en caso de que el resultado de su labor sea el esperado por el Gobierno.

El municipio Libertador de Caracas, al mando de la alcaldesa oficialista, Erika Farías, fue el primero en presentar avances de esta orden.

Una resolución llena de suspicacia

Bajo este nuevo esquema, Venezuela impulsará como nunca antes el procesamiento de residuos. Aunque la idea suena ambiciosa desde el punto de vista ecológico, genera «suspicacia» que el Ejecutivo monopolice esta actividad, o al menos así lo considera la profesora e investigadora Luisa Villalba.

Centralizar «todo esto es dificultar más que se pueda dar el reciclaje en Venezuela», dice a Efe la ingeniera. Además, insiste en que el aprovechamiento de los desechos sólidos es una tarea de «responsabilidades compartidas» que inexorablemente incluye al sector empresarial privado.

Entonces, explica, es preocupante que justo ahora, cuando Venezuela acumula siete años de recesión económica y miles de empresas han cerrado o están arruinadas, el Gobierno obligue a trasladar toda esa chatarra a una sola corporación, que rendirá cuentas solo a la Vicepresidencia Ejecutiva.

«Yo pongo en duda la transparencia de esa gestión», dice la experta. Se respalda por el hecho de que Venezuela es el país que se percibe como el más corrupto de América, según estimaciones de la organización Transparencia Internacional.

Legislación ecológica sin reglamentos

Mientras tanto, el economista Juan Delgado, experto en economía circular, remarca que en Venezuela «no hay una preocupación cierta por el tema de los desechos sólidos». Según estimaciones no oficiales, el país aprovecha menos del 10 % de lo que pudiera reciclar.

El resto, toneladas de basura orgánica y materiales como el hierro, aluminio, plástico, vidrio, cartón y papel, se acumula en numerosos sitios de disposición final. Entre ellos, ríos y mares, por lo que generan daños en la salud de miles de ciudadanos.

Venezuela tiene legislación sobre el manejo de la basura, prosigue Delgado, pero no existen reglamentos que especifiquen las formas de reutilización de los desechos. Tampoco se conocen las sanciones para aquellos que no cumplan con las normas.

Lea también: La pensión no llega a un dólar: Bs 1.800.000 es el nuevo monto

El economista y la investigadora coinciden al señalar que para hacer despuntar al reciclaje en Venezuela, hasta volverlo una nueva normalidad en cada hogar, es necesario involucrar a los gobiernos de los 335 municipios del país que, hasta ahora, no tienen experiencia en este sentido.

Muchos por hacer y pocas opciones

Villalba, que lleva más de 20 años trabajando por un país más ecológico, insiste en que «cualquier iniciativa es poca». En Venezuela «falta mucho por hacer». Además, cada vez hay más ciudadanos que se ven frustrados al intentar dar un mejor uso a los desechos, pues no tienen respuesta por parte del poder público.

Aunque la sociedad puede sumar de manera independiente, señala la investigadora, es urgente la coordinación con los gobiernos locales. La empresa privada necesita ser incluida para hacer despegar un ciclo que convierta residuos en materia prima. En conjunto, esto lograría que se exploten menos los ecosistemas en el país, que posee una de las mayores biodiversidades del planeta.

Delgado, por su parte, recuerda que para las sociedades «es mucho más efectivo invertir en el reciclaje que no hacerlo». Un adecuado manejo de los desechos reduce costos en la salud pública que no tendría que atender, como lo hace hoy, enfermedades ligadas a la pobreza y a la cercanía de las comunidades con ambientes contaminados.

Además, remarcan los expertos, el Estado debe generar incentivos para todos. Es necesario descentralizar el negocio del reciclaje para que, por medio de la competencia, se produzca un furor ecologista en el país.

Una de esas organizaciones, que hace cinco años se sumó a la ola verde en Venezuela, es Multirecicla. Es una de las principales empresas privadas que ayuda en la limpieza de playas y en la recolección gratuita de desechos clasificados en algunas comunidades. Luego las convierte en materia prima.

Y, aunque hasta ahora la rentabilidad es nula, la empresa se aferra al apostolado del reciclaje. En los últimos años ha sumado alianzas con grupos ecologistas y urbanismos para hacer jornadas mensuales de recolecta de desechos clasificados. Este mes, por ejemplo, selló una más con el municipio caraqueño de Chacao, una opción con la que esperan conquistar a los ciudadanos.

Publicidad
Publicidad