El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Brahim Ghali, es el primer gobernante en llegar a El Salvador para la ceremonia de investidura del empresario Nayib Bukele, de la Gran Alianza por la Unidad Nacional.
Con la llegada del presidente saharaui, el Ministerio de Relaciones Exteriores dio por inaugurada la llegada de mandatarios y representantes que respondieron positivamente a la invitación que El Salvador extendió a todas las naciones con las que mantiene relaciones diplomáticas.
Ghali fue recibido por el titular del Ministerio de Exteriores, Carlos Castaneda, en el Aeropuerto Internacional Óscar Arnulfo Romero y le fueron brindados los honores protocolarios correspondientes, informó la Cancillería en un comunicado.
La ceremonia de traspaso del Ejecutivo se llevará a cabo a las 9:00 am, hora local, del sábado, en la plaza Capital General Gerardo Barrios, en el centro de San Salvador, donde Salvador Sánchez Cerén terminará su periodo presidencial de cinco años.
A la posesión han confirmado también su asistencia los presidentes de República Dominicana, Danilo Medina; Costa Rica, Carlos Alvarado; Guatemala, Jimmy Morales; y Panamá, Juan Carlos Varela. De igual forma estará el secretario general adjunto de la Organización de los Estados Americanos, Néstor Méndez.
A diferencia de estos, no fueron invitados los jefes de Estado de Honduras, Juan Orlando Hernández; Nicaragua, Daniel Ortega; y Venezuela, Nicolás Maduro, pues Bukele los ha calificado como dictadores.
Bukele, un empresario de 37 años de edad y exalcalde de la capital salvadoreña, ganó los comicios en primera vuelta en febrero pasado, cuando obtuvo el 53,1 % de los votos como candidato de la Gran Alianza por la Unidad Nacional.
El triunfo del empresario supone una ruptura del bipartidismo que la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, partido que lo expulsó en 2017, han mantenido durante décadas.
Alcanzar un pacto de gobernabilidad en la Asamblea Legislativa será uno de los primeros retos de Bukele, ya que únicamente cuenta con 10 diputados de los 84 que conforman el Congreso.
