Deportes

El tabú de la menstruación olímpica

Una nadadora china, Fu Yuanhui, se atrevió a destapar en Río 2016 un tema tabú en el deporte: ¿qué pasa si el período coincide con la competencia más importante del año? “La única solución que conozco es tratarlo con pastillas anticonceptivas”, admite Milena Gimón, ex futbolista de la Vinotinto femenina y actualmente comentarista en la televisión internacional.

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Fotografía: AFP

El deporte es como el cine de superhéroes: aunque de vez en cuando aparezca una Mujer Maravilla, la retórica dominante sigue siendo la de los machos.

Con excepciones por motivos visibles como el voleibol de playa, los eventos más vistos de los Juegos Olímpicos son masculinos: el mundo se paraliza para ver a Usain Bolt, pero no a Elaine Thompson. Haga la prueba de poner “atletas femeninas” en Google: saldrán listas de las más calientes, pero no de las mejores. El cuerpo femenino es “cosificado” como objeto sexual, diría un socialista, pero todavía sabemos muy poco de su funcionamiento. En pleno siglo XXI, la menstruación sigue siendo tabú en el deporte de alto rendimiento. Algo que da pena, como cuando se te mancha el vestido blanco en el restaurante. Hembritas, criaturitas temblorosas y sangrantes.

Una nadadora china, Fu Yuanhui, se atrevió a romper el silencio. “Mi período vino un día antes y me sentía particularmente cansada. Pero no es una excusa. De igual modo no nadé bien”, dijo la espaldista (que usa coquetos lentecitos cuando está fuera de la piscina) después de que su equipo de relevo 4 por 100 de estilos llegó cuarto y se quedó sin medalla. Una sorpresa para una atleta que proviene de un país en el que incluso el uso de tampones es casi inexistente y no se les menciona ni en las clases de educación sexual: la sociedad china valora en alto grado la virginidad femenina y existe la creencia de que rompen el himen.

“Es un proceso característico de la mujer. No tiene nada de vergonzoso. Tampoco debe considerarse como un tema de tipo ‘de eso no se habla’, sino tratarse con toda la seriedad y amplitud del caso”, opina el entrenador y comentarista Robert Rodríguez, el experto olímpico número uno de Venezuela, que agrega: “El período menstrual no afecta por igual a todas las mujeres. En algunas el dolor del período es mayor. Cada atleta debe saber si le conviene más usar una toalla sanitaria, un tampón o, en caso extremo, suspender su participación en una prueba. Lamentablemente no se puede retrasar o adelantar una competencia olímpica porque coincidió con una mala fecha para una deportista estrella, porque entonces habría que aplicar la misma regla para todas. Te tocó ese día, mala suerte. Hay medicamentos que aplazan la ovulación, pero lo ideal es que su uso sea convenido con su ginecólogo o del médico de la delegación, y con la aprobación de sus representantes en caso de que se trate de una menor de edad”.

41% de afectadas

Heather Watson, una tenista inglesa, estuvo a dos puntos de ganarle a Serena Williams en el torneo de Wimbledon de 2015. “Días de chicas”, alegó después del partido, en el que sintió fatiga, mareo y náuseas. Precisamente es en el Reino Unido donde se ha hecho uno de los poquísimos estudios de ciencia aplicada al deporte sobre la menstruación (resulta insólita la escasa información sobre el tema). Una encuesta del Instituto Inglés del Deporte entre 1.862 corredoras reveló que 41,7% sentían que su rendimiento se veía afectado por el período. 22,3% recurrieron alguna vez a ayuda médica. “Es realmente desafortunado que te toque rendir en un deporte del más alto nivel cuando no te sientes en óptimas condiciones. Las mujeres sufren en silencio por este tema. Siempre ha sido tabú. La mayoría de los entrenadores son hombres y no lo entienden”, criticó la tenista retirada Annabel Croft en un reportaje publicado por la BBC.

“La verdad es que es un tema complicado. La única solución que conozco es tratarlo con pastillas anticonceptivas para cortar el periodo durante la competencia. Nunca he sido atleta de alto rendimiento. No sé cómo hacen las que sí lo son y tienen que competir todo el tiempo. Nosotros teníamos pocos entrenamientos así que muchas aplicaban eso. Es bastante incómodo si no lo cortas, por los efectos secundarios que todos conocemos: dolores de cabeza, debilidad, dolor de vientre y etcétera. Es todo lo que puedo decir al respecto porque solo una vez le pregunté a una atleta cómo hacía, y fue la misma respuesta que me dio”, revela Milena Gimón, que fue jugadora de la Vinotinto femenino de fútbol y actualmente se desempeña como comentarista de televisión internacional en Directv Sports.

“Con la LOPNA por delante, como entrenador, no puedo agarrar a una niña de 13 años y preguntarle cuándo fue su primera menstruación”, reconoce sus limitaciones el panameño Kenneth Zseremeta, seleccionador de la Vinotinto sub-17 femenina. “Forma parte de la evaluación integral que hace el médico en presencia del representante de la futbolista, y nosotros nos alimentamos de ese informe, tratando de atajar cualquier irregularidad dentro de ese cambio funcional que está ocurriendo dentro de ellas. Las venezolanas se desarrollan muy jóvenes, a los 12 años, y a los 15 ya son muchachas completas que han tenido varias menstruaciones y pueden trabajar fuerza, velocidad y resistencia. Para ellas es beneficioso el deporte de alto rendimiento en edad menárquica, pues previene el sedentarismo y la obesidad. Pero la menstruación es uno de esos temas que hieren susceptibilidades en nuestros dirigentes y entes reguladores. El deporte femenino venezolano ha sido discriminado y menospreciado durante años, y sus logros duran solamente 20 minutos”, agrega Zseremeta en tono agrio aludiendo al escaso apoyo para la medallista olímpica Yulimar Rojas antes de Río 2016.

Cortarlo no es una tragedia

Las diferentes etapas del ciclo sexual femenino podrían aprovecharse, incluso, para mejorar el rendimiento de una atleta, según un artículo del portal The Conversation titulado Sangre, sudor y lágrimas: la menstruación y los Juegos Olímpicos.  Por ejemplo, existe un pico de estrógeno entre 9 y 13 días después del sangrado, en el que aumenta la fortaleza muscular. En la etapa de aproximadamente 12 días que sigue a la ovulación (fase luteal), aumenta ligeramente la temperatura corporal, lo que podría perjudicar especialmente a las chicas que compiten en pruebas olímpicas extenuantes al aire libre como el maratón o el triatlón.

El efecto sería menor en esfuerzos cortos: la morenaza jamaiquina de los cintillos, Elaine Thompson, destrozando los 100 metros planos. Por no hablar de la espectacular lanzada en palomita de la bahameña Shaunae Miller en el remate de los 400 metros.

“La respuesta corta es que no hay respuesta corta acerca del impacto del ciclo menstrual en el deporte de alto rendimiento, o viceversa”, concluye Marisa Kabas, una periodista neoyorquina especializada en sexo y bienestar que escribe en el portal Fusion.net.

Kabas cita a la doctora Petra Casey, una ginecobstetra que atiende con frecuencia a atletas: “Las deportistas pueden tomar ciertas medidas para disminuir el riesgo de que la menstruación interfiera con el ciclo olímpico. La noción de que necesariamente debemos tener el ciclo todos los meses ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Las mujeres están aceptando de manera mucho más abierta los ciclos irregulares o hasta dejar de tener períodos, y muchas actualmente no desean períodos por motivos de conveniencia. Es muy ventajoso prescindir de toallas sanitarias si vas a correr o nadar. De hecho, dejar de tener el período durante un tiempo largo puede ser hasta saludable. Algunas atletas de resistencia, como maratonistas o triatletas, pierden la menstruación sin necesidad de medicamentos o controles hormonales, porque están tan delgadas que no podrían soportar un sangrado. Es un mecanismo autoprotector denominado amenorrea hipotalámica. El cuerpo sabe que no cuenta con suficiente grasa corporal para sustentar un hipotético embarazo”.

“Es un proceso extremadamente elástico y reversible y no debe causar preocupación, ni siquiera en las gimnastas muy jóvenes en las que se retrasa el período debido al estrés de los entrenamientos. La principal precaución es vigilar los niveles de estrógeno para prevenir una posible osteoporosis”, finaliza la especialista estadounidense. Nunca te burles de una nadadora sangrante: de allí venimos todos.

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