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Elecciones en Perú: un debate encasillado entre comunismo y corrupción

Pedro Castillo y Keiko Fujimori llegaron al último debate con una igualdad máxima, en un virtual empate técnico según los últimos sondeos publicados a una semana de las elecciones. Más de 25 millones de peruanos están convocados a las urnas el próximo domingo 6 de junio para elegir a la persona que gobernará Perú los próximos cinco años.

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Los candidatos a la Presidencia de Perú Keiko Fujimori y Pedro Castillo se enfrentaron este domingo en el segundo y último debate, donde la derechista lanzó una lluvia de propuestas de gasto público frente a su rival izquierdista, que trató de convencer apelando a su honestidad y origen humilde.

A lo largo casi tres horas de extenso debate, la hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) no paró de disparar propuestas económicas y tildar a Castillo de machista y «tirapiedras», por los ataques a una comitiva fujimorista en la víspera en la sureña ciudad de Arequipa, sede del debate.

Al frente, Castillo trataba de mostrarse sereno y no respondió con la misma contundencia a su contrincante, más concentrado en remarcar las grandes desigualdades del país y presentarse como un hombre íntegro frente a Fujimori, que afronta una acusación de 30 años de prisión por presunto lavado de dinero.

El candidato del partido izquierdista Perú Libre se preocupó de desmentir varias informaciones lanzadas contra él como que va a confiscar los ahorros de las personas y volvió a negar una vez más que sea «comunista» o terrorista».

UNA PROPUESTA TRAS OTRA

Entre la multitud de propuestas económicas de la candidata del partido fujimorista Fuerza Popular está la subida del salario mínimo.

También insistió en otras medidas ya brindadas durante la campaña para reactivar la economía como dar créditos de 10.000 soles (unos 2.600 dólares) a emprendedores que podrán comenzar a devolverlos después de cinco años y facilidades para la creación de empresas, con exoneraciones tributarias los primeros años.

También insistió en reducir el impuesto selectivo al consumo de los combustibles, dar directamente a la población el 40 % del canon minero y un bono de 10.000 soles a las víctimas de covid-19.

En educación, Fujimori planteó construir 3.000 nuevos colegios, entregar seis millones de computadoras, subsidiar el internet en las escuelas y ampliar programas sociales las becas universitarias Beca 18, mientras que también anticipó que ampliará programas sociales como Pensión 65 y Juntos, enfocados en población vulnerable.

Para la salud prometió tener a toda la población vacunada contra el covid-19 para final de año, algo en lo que también coincidió su contrincante, así como fortalecer el primer nivel de atención sanitaria.

LA PIEDRA, PROTAGONISTA

El momento más tenso del debate se vivió al inicio, cuando Fujimori mostró una de las piedras con la que un grupo de simpatizantes de Castillo atacó a la comitiva fujimorista, parte de los distintos episodios violentos que se han dado por parte de ambos bandos en esta polarizada campaña.

«Usted está acostumbrado a tirar piedras. Con su lenguaje y sus mensajes de odio y lucha de clases, no solo ha generado agresiones de periodistas, sino también a ciudadanos», le recriminó a Fujimori.

«Yo no estoy para lanzar piedras, estoy aquí para lanzar propuestas», dijo Fujimori, que aspira por tercera vez a ser la primera mujer en presidir Perú después de perder en segunda vuelta las elecciones presidenciales de 2011 y 2016.

CASTILLO RENUNCIA A SUELDO

Por su parte, Castillo planteó la universalidad de la salud, internet gratuito en las escuelas, una descentralización de universidades y acceso libre a ellas, así como ampliar el programa de pensiones público a mayores de 60 años y otros nuevos para mejorar la alimentación de la población pobre.

«Devolvámosle al país su soberanía, política, económica y social. No traigo ramilletes de promesas pero traigo este valor de lucha que he aprendido como rondero y profesor. Sé como se hacen las cosas. No más pobres en un país rico», insistía Castillo, que también propone nacionalizar recursos naturales y proteger la producción local.

El bloque del debate más consistente para el maestro fue el de corrupción, donde tímidamente recordó el legado de corrupción del expresidente Fujimori y la acusación que afronta la misma candidata.

«¿No les suena que hablar con la corrupción es sinónimo de fujimorismo?», se preguntó Castillo, cuyo golpe le fue devuelto por Fujimori al recordarle la condena por corrupción que tiene el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón.

«Ellos tiemblan. Ponen paneles para llamarte ‘terruco’ (terrorista), chavista y comunista, pero hoy mismo vuelvo a decir que renunciaré a mi sueldo de presidente. Conduciré el país con un sueldo de maestro. Yo estoy aquí por el Perú. No me mueve otro interés», añadió.

Mientras Castillo cerró el debate apelando a que es momento de darle la oportunidad a un hombre andino para que recupere la dignidad del pueblo peruano, Fujimori prometió construir «un nuevo camino» con las pruebas que les lanzaron.

Ambos candidatos llegaban al debate con una igualdad máxima, en un virtual empate técnico según los últimos sondeos publicados a una semana de las elecciones, donde más de 25 millones de peruanos están convocados a las urnas el próximo domingo 6 de junio para elegir a la persona que gobernará Perú los próximos cinco años.

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