Pdvsa, que enfrenta una crisis en sus exportaciones, tiene pendiente el envío de 22 millones de barriles de crudo y productos refinados a sus clientes internacionales en medio del rápido descenso de su producción y las acciones legales de ConocoPhillips, en un intento de cobrar 2.000 millones de dólares de un arbitraje.
La situación, que empeoró desde que en mayo Conoco confiscó temporalmente algunos cargamentos e inventarios de Pdvsa, ha obligado a la petrolera a detener los embarques de crudo a Curazao, donde opera la refinería Isla y el terminal de Bullenbay. También ha interrumpido la mayoría de las exportaciones de combustible desde Curazao a clientes en el Caribe.
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