Economía

¿A que se refería el ministro Arias cuando propuso una deflación?

Sin duda alguna el tema de la inflación representa el punto más álgido para el equipo económico del gobierno de Nicolás Maduro. Son varias las estrategias que el Ejecutivo emprende para controlar los precios, pero ninguna ha tenido resultados positivos. Ahora entre sus voceros se  afirma que es momento para alcanzar una deflación, aunque no está clara la forma en que lo harán. 

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FOTO: ARCHIVO | AVN

Bajar los precios de los bienes es la meta del gobierno, de acuerdo a lo señalado el jueves por el ministro de Industrias Básicas, Juan Arias al sugerir entrar en un proceso de deflación como estrategia para enfrentar la crisis. Para los economistas, esta sugerencia es imposible de alcanzar mientras las políticas de controles y de financiamiento monetario continúen. Opinan que quizás el funcionario confundió los términos y que es probable que lo que esperan es un menor ritmo en el alza de los precios.

“Ahora debemos ir a la deflación. El objetivo es bajar los precios, ¿podremos hacerlo? no lo sé, pero si no bajamos los precios al menos debemos dejarlos como están”, dijo Arias en entrevista en Venezolana de Televisión.

Luis Zambrano Sequín, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, sostiene que dadas las características de la economía venezolana, «lo más que se podría aspirar es a una desinflación, pero difícilmente se podrá alcanzar una deflación«.

Concuerda en que quizás «el ministro no tiene claro los términos». Como buen profesor recordó que la deflación es la caída sostenida en el nivel general de precios de los bienes y servicios, que en promedio bajan en términos nominales. Por ejemplo, una botella de refresco que costaba 700 bolívares pasa tiempo después a 550 bolívares.

Mientras que en la desinflación, se reduce el porcentaje de la tasa de inflación. Es decir, los precios siguen subiendo pero a un ritmo menor.

Explicó Zambrano Sequín que la inflación en el país se explica fundamentalmente por la manera en cómo el gobierno financia su nivel de gasto vía emisión monetaria.

«Igualmente, por una economía que ha estado sometida a controles y regulaciones en más de una década, los cuales no sólo han sido insuficientes sino que se han agotado como mecanismo de contención en los precios. Si quieren alcanzar una desinflación, lo primero que deben hacer es evitar que el gobierno se siga financiando a través del BCV (Banco Central de Venezuela).

Pero solo eso es posible -acota el economista- con un cambio de régimen económico y en la manera en cómo el gobierno gasta y en qué cosas gasta.

«Es una decisión de política económica que Pdvsa, Ejecutivo y resto de empresas públicas se financian a través de la emisión monetaria. El gobierno tiene que entender que la principal causa de la presión inflacionaria son las políticas que decide en su Consejo de Ministros», dijo Zambrano Sequín.

La variación de los precios de los bienes en Venezuela aumentó 180,9% durante todo 2015, según los datos oficiales del BCV. Sin embargo, de acuerdo a cálculos de expertos económicos, el indicador ha aumentado entre 400% a 800% en lo que va de 2016. Esto a toda luces es un crecimiento exponencial de la tasa de inflación. Para analistas y organismos multilaterales este indicador mostrará una mayor tasa al cierre del año.

El economista Francisco Faraco afirma que el gobierno no ha tomado medidas económicas de importancia o a un nivel macro para contener el alza inflacionaria.

«Existe un problema de una escasez de la oferta de bienes producto de la caída de la actividad económica y de la producción, aunado a una mayor demanda, exacerbada por la aprobación de recursos públicos vía emisión monetaria. Esta es la esencia del problema y el gobierno no lo quiere corregir», apuntó.

Faraco recordó que la estrategia de la deflación se ha ejecutado en economías de post guerra, una situación muy distinta a la venezolana.

«La única manera de deflactar los precios es a través de un decreto. Tampoco es posible un menor ritmo en los precios, si era lo que quiso señalar el ministro».

Para el economista Jesús Casique, «el argumento del ministro Arias es totalmente sesgado y político. No tiene sentido cuando el monto del financiamiento monetario es 17 veces superior a las actuales reservas internacionales y cuando continúa la política de control de precios».

Reitera la necesidad de derogar la Ley de Costos y Precios Justos, la cual ha generado distorsiones en el mercado interno . «La inflación anual en el rubro de alimentos ha superado la variación general del índice de precios en los últimos cuatro años y es muy probable que suceda lo mismo en 2016, esto obedece a la escasez que existe por la caída de la actividad productiva».

Casique aclara que un menor crecimiento en el ritmo de inflación -tal y como lo quiso sugerir el ministro-, la cual se ha dado de manera leve en los últimos dos meses, «es insostenible para lo que queda de año, ya que se observará el impacto del aumento del salario mínimo y las bonificaciones de fin de año en la liquidez. Esto presionará al alza el precio del dólar en el mercado paralelo, el cual ha sido considerado un marcador de precios y en consecuencia de la inflación».

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