Mercados

A Venezuela le cerraron las fuentes de financiamiento

Ante la baja de los precios del petróleo, el gobierno se ha lanzado en la búsqueda de financiamiento externo para intentar compensar la caída de los ingresos, estimada para 2015 en $25.000 millones. Sin embargo, el principal obstáculo para esta cruzada es que Venezuela es percibido como uno de los países más riesgosos  para invertir, señaló el economista venezolano Alejandro Grisanti, jefe de investigación para América Latina de Barclays Capital, filial del banco de inversiones Barclays.

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El presidente Nicolás Maduro califica la situación de Venezuela como un “bloqueo financiero” por parte de las calificadoras de riesgo que, según su versión, responden a intereses políticos y penalizan a  este país más que a naciones en guerra.
“Si vamos a pedir por allí 100 millones de dólares prestados para mantener la inversión en el Metro, por ejemplo, o mantener las inversiones en las nuevas industrias, a un país le cobran 5%, 8%, 9% de interés y a Venezuela le quieren cobrar 35%“, dijo ayer en una alocución.
Esto tiene razón tiene. El crédito externo se ha encarecido para Venezuela, cuyos papeles se cotizan a tasas equivalentes a las de los «bonos basura» en los mercados internacionales, pese a que el país tradicionalmente ha sido un fiel pagador de sus compromisos.
Grisanti había señalado horas antes de las palabras de Maduro, en una entrevista con elestimulo.com, que los desequilibrios macroeconómicos de Venezuela la alejan de los mercados internacionales.
Aunque existe capacidad de pago en el corto plazo, si no se hacen las correcciones cambiarias el país no tendrá más acceso a las fuentes de financiamiento, afirma.
-¿Cuáles son las expectativas para el endeudamiento el año que viene?
-El presidente dijo que no iba a pedir un medio más, y yo le creo, porque el mercado no le va a prestar un medio más, le cerraron el financiamiento a Venezuela. Con esta sensación que existe el país no va a tener acceso a los mercados internacionales a excepción de que hagan algún cambio en la política cambiaria.
-El gobierno está buscando financiamiento externo. ¿Quién estaría interesado en otorgarlo?
-Todo se hace por un precio. En los próximos 9 meses hay capacidad de pago. La probabilidad de cesación de pagos en el muy corto plazo es muy baja y todavía le damos una oportunidad de rectificación al gobierno. China está interesada en financiar a Venezuela. Se han transformado en el país que más está incrementando su demanda de petróleo y quieren buscar fuentes de energía fuera del Medio Oriente.
-¿Qué más podría hacer Venezuela para buscar recursos adicionales?
-Venezuela tiene un activo acumulado en los últimos 8 años en una política con la que yo estoy en desacuerdo, que es Petrocaribe. El gobierno podría vender esos recursos (la deuda) para paliar la caída de los precios petroleros. Son medidas que ayudan a comprar tiempo, pero que no solucionan la raíz del problema.
No sé si la venta de la deuda de República Dominicana al Goldman Sachs se dio. Si sé que era del interés del gobierno venderla y también que podría haber intereses en los mercados internacionales para comprar esa deuda.
-¿Y la venta de Citgo?
-Nosotros pensamos que la venta se va a dar, la información de nuestro equipo que cubre el mercado de capitales es que empresas refinadoras tanto de Estados Unidos como de otros países han ido a visitar las instalaciones de Citgo para evaluar cuánto puede costar. Esperamos que para el primer semestre del año que viene esté concretado.
-Se han tomado medidas para mejorar los niveles de las reservas internacionales. ¿Esto genera más confianza en los inversionistas?
-Es mejor para los inversionistas porque les das mayor transparencia. Lo malo es que al mismo tiempo se incluyen diamantes y otras piedras preciosas, lo cual le resta confianza. Tampoco sé si van a publicar las cifras bien. Esto hace dos años era más importante porque el Fonden tenía dinero, pero ya no le queda casi nada.
El año que viene el Fonden recibirá 670 millones de dólares, cuando en años anteriores obtenía en promedio entre $10.000 y $12.000 millones al año. Lo que sí han logrado es que les quede recursos en el Fondo Chino y ahora intentan que los préstamos que están solicitando vengan sin estar atados a proyectos específicos para que puedan formar parte de las reservas. En la renovación del tramo A se logró que los 4 millardos (4.000 millones) que prestó China no estaban atados a ningún proyecto. Hay que ver en 2015 si vuelve a aceptar.
-El último informe de Barclays señala que el dólar paralelo llegaría a 200 bolívares el año que viene. Actualmente, está cerca de esos niveles. ¿Se estabilizará en 2015?
-Si me preguntas hacia dónde va el dólar, mi respuesta es no sé porque va a depender de las decisiones económicas que tome el gobierno. Si sigue por este camino, en el que está gastando muy por encima de sus ingresos y la diferencia la financia con la impresión de dinero por el Banco Central de Venezuela, claramente el tipo de cambio paralelo puede llegar a cualquier parte. Si el gobierno decide hacer lo que dijo cuándo se diseñó el Sicad II, es decir, vender las divisas a la libre oferta y demanda, respetando leyes del mercado, lo primero que va a lograr es desaparecer el paralelo. No van a eliminar el control de cambio.
En 2009, los ingresos petroleros cayeron en casi $40.000 millones, y Chávez le dio mayor profundidad al paralelo, en aquel tiempo permuta, y empezó a transferir sectores completos a este mercado.
«Si se hace una devaluación de la tasa Cencoex a la de Sicad I (12 bolívares), y el Sicad II se transforma en lo que se había anunciado, pasaríamos de cuatro tipos de cambio a dos. Una oferta de divisas de empresas petroleras como la del mercado permuta de 2009, permitiría que en vez de cerrar en 200 bolívares por dólar el año que viene muy posiblemente podría cerrar en 80», dijo..-¿Esto mejoraría la disponibilidad de divisas en 2015?
-Venezuela el año que viene recibirá $25.000 millones de dólares menos. En el 2009, los ingresos bajaron mucho más y ese año la inflación no llegó a 30%, los niveles de escasez fueron muchísimo menores. Si los dólares se reparten a través de mecanismos de oferta y demanda, puedes hacer una distribución mucho más eficiente de esos dólares y que no se vayan en sobrefacturaciones y empresas de maletín.
A 60 dólares el barril Venezuela es viable. Con ese precio los venezolanos pudiéramos vivir muchísimo mejor de lo que vivimos el año pasado con 100 dólares el barril. En el país hay capacidad de compra con esas condiciones, esto es un problema de diseño de política cambiaria y de alto gasto público.]]>

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