Los trabajadores exigían un aumento salarial de 15%, para compensar una inflación que se acerca a 9% anual, para levantar la medida de fuerza que paralizó a cerca de la mitad de las 13.000 agencias bancarias, privadas y públicas, de todo el país.
El acuerdo alcanzado prevé finalmente un reajuste de 8%, con una prima de $1.100 en 2016, junto a un aumento de 15% de los vales de alimentación y de un 10% para las ayudas de guarderías infantiles, precisó el sindicato de empleados del sector financiero (Contraf-CUT) en un comunicado emitido a últimas horas del jueves.
Para 2017, la Feneban (gremio patronal) aceptó un aumento suplementario de 1% en el salario real y en todas las demás partidas, agregó.
«Hemos conseguido victorias importantes. Fue la mayor huelga de la historia. Un número considerable de bancarios y bancarias demostró la fuerza de nuestra unidad y de la movilización nacional», se congratuló el presidente de la Contraf-CUT, Roberto von der Osten.
El levantamiento de la huelga fue aprobado en asambleas generales de las federaciones de los 26 estados brasileños y del Distrito Federal de Brasilia. Según los medios, solo los empleados de la Caixa en siete estados se manifestaron en contra del acuerdo.