Economía

Esta es la semana del buen pagador asfixiado

Este 8 de octubre vence el pago de intereses y capital por $1.625 millones del bono Global 2014 de la deuda externa de la República de Venezuela. El VENZ14 fue emitido por $ 1.500 millones el 8 de octubre de 2004, con una tasa del 8,5% anual. “Durante este último año de vigencia su precio promedio fue de 98,935%, su máximo 100,95% y su mínimo 94,65%”, señala un reporte del servicio de información financiera Boungy.

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El próximo 28 de octubre el país tendrá que pagar capital e intereses de otro bono, pero el PDVSA 2014, con $3.000 millones en circulación, emitido en 2009 con un rendimiento del 4,9% y con vencimiento a cinco años.
En la mañana de hoy, en la bolsa de Frankfurt, el papel se negociaba a 99,480% de su valor.
El 28 de octubre también se pagan intereses de otro Petrobono, el 2015, con $1.413 millones en circulación, a una tasa de 5,0%. Ese mismo día vencen intereses del Petrobono 2016,que tiene $434,8 millones en circulación a un cupón del 5,125% anual.
Durante los últimos meses estos vencimientos han creado grandes expectativas en los mercados financieros y muchos inversionistas han especulado sobre si el gobierno de Nicolás Maduro está o no en capacidad de cumplir como corresponde con estos compromisos financieros.
Según el resumen “Proyecciones del Servicio de la Deuda Pública” del ministerio de Economía, Finanzas y Banca Pública, solamente en compromisos externos del Gobierno Central, se deberán completar pagos por un total $5.203 millones, entre el 1 de abril y el 31 de diciembre. De ese monto $4.081 millones corresponden a bonos internacionales de mediano y largo plazo.
Según cálculos independientes, antes de que termine el año en total se deberán completar pagos por $7.132 millones en capital e intereses de deuda externa consolidada, justo cuando el gobierno anda corto de dinero y no tiene suficientes divisas para venderlas en el mercado local a través del Cencoex y del sistema Sicad.
Mientras tanto las empresas se quejan de la escasez de divisas a cualquier tasa oficial para financiar importaciones de productos básicos y materias primas.
Eso en parte explica la creciente escasez selectiva de productos en el mercado y hasta el alza del dólar en el mercado negro a niveles en torno a Bs.100 a la fecha.
En realidad, muchos inversionistas empezaron hace meses a hacer negocios con la remota posibilidad de que el gobierno no lograra pagar, lo que perjudicó el valor de esos y otros papeles de la deuda venezolana y el alza del riesgo país.
Al menos para el vencimiento de mañana, el Gobierno ha echado mano a la cuenta de las reservas internacionales, que están en su nivel más bajo en al menos tres años, con $20.012 millones hoy, tras un descenso de 1.786 millones entre jueves y viernes pasado.
La cifra de este descenso coincide con lo que se deberá pagar mañana.
A partir de esta semana, cuando se confirmen los pagos, seguramente los precios de los papeles venezolanos se van a recuperar un poco y quien los aprovechó en bajada va a hacer dinero vendiendo en la subida.
También se da por descontado que baje un poco el riesgo país medido por el JP Morgan, que se ubica hoy en torno a 1.480 puntos y es el más alto entre las economías emergentes y cerca del doble del de la morosa Argentina.
Pocos gobiernos pueden darse el lujo de dejar de pagar sus deudas externas. Mucho menos Venezuela, que mantiene un déficit enorme –algunos analistas calculan que este hueco equivale a 16 de cada 100 dólares que produce la economía en un año- y ha utilizado el endeudamiento como una fuente constante de dinero para completar las cuentas para las que el petróleo no alcanza.
Es como cualquier trabajador al que el sueldo no le rinde y tiene que mantenerse al día con sus pagos de las tarjetas de crédito porque cada mes las usa para completar el mercado.
Sólo que esta vez, para estar al día con sus deudas, se ha echado mano al expediente de usar las reservas internacionales del BCV. Esto equivale a usar el cochinito donde guardamos los dolaritos que sobraron para pagar el saldo deudor y los intereses de una tarjeta de crédito.
Días atrás el propio presidente Nicolás Maduro reiteró que el gobierno sí tiene la plata para pagar todos sus compromisos.
Pero al cierre de este año 2014 el saldo total de la deuda externa del gobierno central (sin incluir otros organismos del Estado y empresas como Pdvsa y las filiales de la CVG) estará en $44.461 millones, según las cifras del ministerio de Economía, Finanzas y Banca Pública.
De la deuda central, solamente a los compradores de bonos y otras obligaciones como las que vencen en octubre se les deben $35.388 millones.
Hace 10 años esa deuda total era de $27.237 millones y con tenedores de bonos y obligaciones eran $21.027 millones.
Pero el King Kong de la deuda del gobierno es mucho más grande. Suma $105.627 millones entre externa e interna. Solamente en intereses este año hay que responder en total con $9.841 millones, más $5.612 millones en capital.
El problema con todo eso es que las obligaciones y las necesidades aumentan cada año mientras los ingresos caen, por varias razones.
Por ejemplo en 2012 las exportaciones totales de Venezuela sumaron $97.340 millones, pero el año pasado cayeron a $66.881 millones. Esto significa que las obligaciones de deuda superan el 10% de todos los ingresos petroleros de 2012 que fueron los más altos en una década.
El precio del petróleo en 2012 promedió $103 por barril, pero bajó a $99,5 en 2013. La caída de un tercio en el ingreso petrolero mientras los precios bajaron sólo cuatro dólares se explica por una baja en la producción de Pdvsa y en sus exportaciones reales.
En lo que va de año por cierto el petróleo venezolano promedia unos 96,23 el barril. O sea, menos ingresos y más deuda a pagar, con plata propia o con más plata prestada. Después de todo, el gobierno de Venezuela se parece mucho a cualquier trabajador asalariado, que abre un hueco financiero para tapar otro.]]>

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