Financiero

Cesta de monedas es cuento chino, la verdad es que no tenemos divisas

Para comienzos de septiembre de 2017, el mercado cambiario recibió la noticia repentina, por parte de las autoridades que asumen la vocería de los anuncios económicos, de la suspensión del sistema Dicom dólar, que pasaba a ser sustituido por un sistema de canastas de divisas. 

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Por Marcos Morales Q. (Economista, Gerente Estudios Económicos y Legales/ CONINDUSTRIA. Ex jefe de la Oficina Nacional de Presupuesto)

“Venezuela va a implementar un nuevo sistema de pago internacional y creará una canasta de monedas para liberarnos del dólar y con monedas de libre convertibilidad como el yuan (China), el euro, el yen (Japón), la rupia (India) y las monedas internacionales, liberar las garras del dólar como moneda opresora”, dijo el presidente Nicolás Maduro desde el Palacio Federal Legislativo.
La medida de la canasta de divisas se generó en el marco de una acentuada escasez relativa de dólar, un crecimiento explosivo tanto de los medios de pagos monetarios (base y liquidez monetaria) como de los tipos de cambios no oficiales.
Los agentes económicos se preguntan si el problema del sistema cambiario en Venezuela está relacionado con la composición de la cesta de monedas de pagos internacionales o divisas, o por el contrario, por la escasez de divisas, sean estas dólares, euros, yuanes, yen, libras esterlinas o rupias.
Al observar el mercado cambiario de Venezuela se constata que no existen o son irrelevantes las divisas en yuanes, rupias, rublos, yenes y libras esterlinas. Estas divisas no se negocian en el mercado nacional, ni en las transacciones del sector público ni el sector privado.
En el caso de los yuanes chinos, que se denominan “Renminbi RMB” en el sector financiero internacional, se usan para algunas transacciones de gobierno nacional con el fondo chino, al final se refieren a una operación en dólares para fines contables.
¿Por qué no existen disponibilidades de divisas, o cesta de monedas de pagos internacionales, en el mercado cambiario venezolano?
La razón es elemental, no hay flujos de divisas (entradas) suficientes, en el mercado cambiario venezolano, debido a que las exportaciones (ingresos externos) y las fuentes de financiamiento externo (endeudamiento externo o venta de activos financieros externos) no han cubierto ni cubren las necesidades de medios de pagos internacionales requeridas por Venezuela, a los fines de honrar las obligaciones de importaciones y pago de servicio de deuda externa, tanto en los últimos tres años como en el presente 2017.
Venezuela, a pesar de ser una economía mucho más pequeña, que se encuentra en una situación de ayuda o calamidad humanitaria, con una contracción de más del 30% del PIB en los últimos tres años, cuyas importaciones se han reducido más de 60%, ni siquiera puede satisfacer esas necesidades mínimas de importaciones que requiere el aparato productivo, el cual apenas funciona alrededor del 30% de su capacidad.
La economía venezolana requiere localizar fuentes de financiamiento que logren cubrir la brecha entre ingresos de medios de pagos internacionales y las obligaciones de pagos de divisas por concepto de importaciones de bienes, de servicios importados (Misión Barrio Adentro, etc) y de pagos del servicio de la deuda externa.
Esta brecha de necesidad de financiamiento de pagos externos es por un monto aproximado de $14.928 millones. Es decir, se requiere que algún mercado financiero internacional le otorgue préstamos a Venezuela por el monto señalado. Por tanto, la solución al problema de financiamiento no se resuelve simplemente con una declaración de modificación de las reglas cambiarias, del tipo de cambio dólar al tipo de cambio cesta de monedas o divisas.
En consecuencia, el problema es cómo hace un país cuando se queda sin medios de pagos internacionales, de qué mecanismos puede hacer uso para cerrar la brecha de pago externo señalada, si sus exportaciones de petróleo se están reduciendo, no hay un repunte significativo de las exportaciones no petroleras y no se han logrado ubicar mercados financieros en Rusia, China, India o Japón que estén interesados en financiar la brecha externa del país en 2017.
Ojalá que China, Rusia o India suministraran las cantidades suficientes de sus monedas. Además, que dichas monedas puedan ser medios de pagos internacionales o que sean de fácil intercambio con divisas o monedas duras, como el dólar o el euro.
El mercado cambiario venezolano todavía no ha visto la oferta de yuanes, rupias o rublos; para que aquello ocurra, se deberá exportar bienes o recibir financiamiento externo de dichos países.
Como las exportaciones no reportarán un ingreso superior al estimado, alrededor de US$31.000 millones, lo que cabe esperar es un financiamiento externo de los países cuyas monedas forman parte de la cesta cambiaria venezolana.
Ojalá dichos países tengan los incentivos apropiados para otorgar dicho financiamiento y, cuyo costo país no sea dañino al desarrollo y seguridad de Venezuela.
Venezuela  2017
Brecha externa
EXPORTACIONES TOTALES $31.402 millones
Exportaciones de petróleo* $27.302 millones
Exportaciones no petroleras $2.500 millones
Exportaciones servicios $1.600 millones
IMPORTACIONES TOTALES $32.200 millones
Importaciones de petróleo $9.500 millones
Importaciones no petroleras $14.500 millones
Importaciones servicios $8.200 millones
PAGOS SERVICIO DEUDA EXTERNA $13.500 millones
NECESIDAD DE FINANCIAMIENTO $14.298 millones
Fuente: OPEP, Fondos de Inversiones Torino Capital, Cálculos propios
* Producción Petróleo 2,100 mbd
*Exportación Petróleo 1,750 mbd
Seguir hablando de la cesta monedas de pagos internacionales, sin tomar en cuenta la brecha externa de medios de pagos de Venezuela, es un ejercicio de manipulación de la racionalidad económica.
El problema es que el mercado cambiario no dispone ni de rublos, ni yuanes, ni rupias, menos aún de yenes o libras esterlinas. La cesta de monedas es una mitología revolucionaria, un relato místico, una forma de esconder la verdadera realidad: Venezuela ha sido llevada a un ralo descampado, sin construcciones ni instituciones respetables.
La cesta de monedas terminará como “otro cuento chino”.

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