Chrysler envía a sus trabajadores de vacaciones colectivas por un mes

La recuperación de la industria automotriz nacional luce cada vez más lejana. Prueba de ello es que tras seis meses sin producir una sola unidad, la directiva de FCA Venezuela (antigua Chrysler de Venezuela) acordó otorgar vacaciones colectivas a partir de este 1º de julio por un mes, una decisión que para los trabajadores luce como la menos traumática en medio de la crisis del sector.

“Vemos las vacaciones como el salvavidas en medio de la crítica situación de la empresa y la industria”, señaló Christian Pereira, presidente del sindicato de trabajadores de la empresa con sede en Valencia, Carabobo, quien aseguró que tras varias reuniones conciliatorias con la empresa en la Inspectoría del Trabajo sin ningún resultado, se acordó aceptar la oferta de la empresa de vacaciones colectivas.

Tras explicar que por contrato las vacaciones a todo el personal es una potestad de la empresa, Pereira recordó que FCA había solicitado a las autoridades la suspensión de la relación laboral, una figura que de haberse aceptado dejaría a los trabajadores sin cobro alguno por el tiempo que se otorgue la medida.

Además de ello, FCA también había solicitado autorización para dejar de cancelar compromisos contractuales, lo que incidiría directamente en el bolsillo del personal en medio de la peor crisis inflacionaria que haya conocido el país en las últimas décadas. “Esas dos salidas eran mucho peores y por eso creemos que aceptar las vacaciones fue la mejor alternativa”, dijo Pereira.

– Precaria producción –

FCA no ha podido producir un solo auto este año y las perspectivas son muy limitadas. Según informó el líder sindical, al regreso de las vacaciones colectivas está previsto que se terminen de ensamblar las 36 unidades remanentes de la producción de 2015, un pequeño lote que no pudo concluirse por falta de partes nacionales.

Culminado este proceso, FCA tendrá que conformarse con producir a lo largo de tres meses el equivalente a un día de manufactura en condiciones normales.

Como el resto de las ensambladoras nacionales, FCA firmó en marzo pasado el acuerdo para la reactivación de la producción que imita en casi todo el plan suscrito con Ford un año antes, según el cual las empresas adquieren material productivo con recursos propios aportados por los concesionarios, recursos que son recuperados con la venta en dólares de esas unidades.

Pero el plan no ha dado los resultados esperados. “Lo único que se pudo levantar fue capital para la compra de 144 unidades. Eso es todo lo que ensamblaremos este año”, dijo Christian Pereira, precisando que se trata de 120 unidades de SUV de lujo Grand Cherokee y 24 unidades del familiar Forza.

De acuerdo con el vocero, el precio de la Grand Cherokee estará alrededor de los 50.000 dólares, precio muy por encima del monto de venta del modelo en otros mercados, pero que permitirá subvencionar la compra de material para ensamblar los Forza, modelo que representa a la marca en el plan vehículo familiar y que será vendido en bolívares a un precio aun no conocido.

Pereira señaló que con ese precio saldría más barato y rápido importar este modelo como armado, pues en apenas tres semanas estaría el auto en puerto, mientras que importar el material de ensamblaje demora entre 3 y 4 meses. “Nuestro temor es que la empresa comience a importar carros que no generan ningún valor al país”, dijo.

Pero fuentes del sector aseguran que no se trata de una posibilidad sino de una realidad, toda vez que la empresa ya tiene prevista la importación de unas 200 pick ups Dodge Ram que serán comercializadas bajo el mismo esquema en divisas. “Esas camionetas llegarán este mismo año”, aseguró una fuente que prefirió el anonimato.