Economía

Comerciantes en Valencia registran baja en ventas de 80% en 2019

La presidenta de la Cámara de Comercio de Valencia, Ana Isabel Taboada, informó que en la capital de Carabobo las ventas han bajado un 80% en lo que va de 2019, debido a la crisis económica que se vive en el país.

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FOTOGRAFÍA: Tibisay Romero - Referencia

Indicó que en líneas generales todos los comercios han visto descender sus ingresos, menos los que expenden alimentos, porque el consumidor decide invertir su dinero en alimentarse.

“Hay negocios como farmacias o zapaterías que ahora venden comida. Los comerciantes están tratando de ver cómo subsisten y si tenían un local de 100 metros, lo convierten en uno de 25 metros, así se reduce el espacio, pero lo que queremos es mantenernos abiertos”.

Taboada recalcó que la hiperinflación que se registra en Venezuela, les dificulta el proceso de reposición de inventarios, por eso cada vez muestran menos en los anaqueles.

También destacó que el flujo de caja se ha visto reducido a mínimos desde que se están pagando impuestos semanales.

Los apagones afectan

Adicionalmente señaló que el problema de la electricidad ha hecho que se disminuya la jornada laboral por las dificultades para cobrar y manejar los pagos a proveedores o de servicios en los establecimientos.

“La mayoría de los comerciantes están tratando de ver cómo subsisten (…) Muchos han tratado de comprar plantas usadas o se han reunido dos o tres vecinos para adquirir una que les permita lo mínimo pero entonces no hay conectividad porque el servicio ABA de Cantv no está funcionando bien”.

Taboada indicó que los puntos de venta ya no son asignados las entidades bancarias, como antes, sino que deben comprarlos los comerciantes. Por cada dispositivo deben cancelar montos que oscilan entre 500 y 700 dólares.

“Queremos seguir estando aquí levantar cada día las santamarías”, enfatizó la vocera principal de la Cámara de Comercio de Valencia.

Santamarías abajo

Respecto al cierre de comercios en la capital de Carabobo, Taboada precisó que sí tienen reporte de establecimientos que han decidido no abrir sus puertas, pero no han logrado cuantificar, hasta la fecha, cuántos son.

En este momento realizan una encuesta para saber el impacto que la crisis ha tenido sobre el sector comercial en la ciudad, entre sus afiliados, además han pedido a la Alcaldía de Valencia, el listado de aquellos que han cesado su actividad económica.

“Muchos negocios cerraron en diciembre y no han vuelto a abrir. En el centro de Valencia, una zapatería que tenía 53 años y que era un ícono, la zapatería Ladymar, cerró sus puertas. Sus propietarios nos dijeron que no están dadas las condiciones”, explicó.

Adicionalmente refirió que el horario de trabajo en el centro de la ciudad se ha reducido. Dijo que incluso los sábados, que era considerado como el mejor día de ventas, ya el comercio cierra hacia las 3:00 pm, debido a las fallas eléctricas, a las dificultades del transporte que usan los empleados y compradores, entre otros aspectos.

Ante toda la situación, la presidenta de la Cámara de Comercio de Valencia, recomienda a los dueños de negocios que mantengan la unión y solidaridad, especialmente entre vecinos, para aguantar esta crisis.

“Por ejemplo, si tenemos que comprar bolsas plásticas –para las mercancías que venden- vamos a comprarlas entre cinco o seis vecinos y lo pagamos entre todos. SI tenemos que comprar 12 unidades de zapatos, vamos a comprarlos entre dos y que nos dividan la factura, pero hacemos el monto de los 12”, acotó.

Piden suspensión de providencia del Seniat

Taboada además destacó que solicitaron al Seniat que suspendan la providencia 0141, debido a que no están dadas las condiciones para invertir en máquinas fiscales que resultan costosas.

“Estamos hablando de aproximadamente unos siete millones de bolívares”.

También dijo que la mayoría de los comerciantes en Valencia, no está facturando esa cifra al mes. Sin embargo reconoció que el propósito del organismo es lograr mayor eficiencia en la recaudación de impuestos, pero la situación de crisis económica hace cuesta arriba el cumplimiento de lo ordenado por el Seniat.

La medida establece que cada comercio deberá adaptar las máquinas fiscales a un nuevo sistema centralizado de facturación electrónica, es un mecanismo para todo aquel que emita una factura fiscal.

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