Financiero

Crisis en Grecia: ¿catástrofe u oportunidad de compra?

El próximo domingo 5 de julio, los votantes griegos han sido convocados a un referéndum en el cual deberán responder si apoyan o no el plan de rescate propuesto por sus acreedores internacionales: el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.La pregunta concreta ―nada clara, por cierto, para el ciudadano de a pie― fue formulada en los siguientes términos:

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Foto: AP

¿Debe ser aceptado el plan que fue propuesto por la Comisión Europea, el banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo del 25-6-2015 y compuesta por dos partes que constituyen su propuesta unificada? El primer documento se titula “Reformas para completar el programa en curso y más allá” y el segundo, “Análisis preliminar de la sostenibilidad de la deuda”.

 La propuesta del referéndum ha sido una carta jugada, a última hora, por el primer ministro, Alexis Tsipras, para pedir a la eurozona una extensión del programa de rescate hasta que se llevara a cabo el referéndum, cuando estaba a punto de expirar el término que había fijado el Eurogrupo para la adopción definitiva de un acuerdo sobre el rescate financiero y las condiciones que debía cumplir Grecia para recibirlo. Las cosas no han salido como posiblemente esperaba el primer ministro griego, pues su propuesta de convocar un referéndum para aprobar o rechazar el plan de rescate ha sido interpretada por los negociadores como una excusa para justificar la ruptura de las negociaciones.

Las presiones, impulsadas principalmente por el gobierno alemán, no se han hecho esperar.  Los ministros de Finanzas de la eurozona han suspendido el programa de ayuda a Grecia y, conformes con la posición que había expresado el gobierno alemán, han decidido que no habrá más préstamos hasta que se conozca el resultado del referéndum a celebrar el próximo domingo. Como consecuencia, Grecia ha caído en “mora” con el Fondo Monetario Internacional, al no poder cumplir este martes con el pago de un vencimiento por 1.600 millones de euros adeudados al ente multilateral. Asimismo, para evitar una corrida en la banca local, el gobierno Griego ha impuesto un corralito financiero, prohibiendo retiros superiores a 60 euros por día por persona.

En este panorama de alta presión, los ciudadanos griegos tendrán que decidir si adoptan o no el plan de rescate. Una cuestión sobre la cual resulta muy difícil poner de acuerdo incluso a los analistas económicos, pues mientras algunos se avienen a señalar que la salida de la zona euro implicaría una catástrofe económica para Grecia, al perder la capacidad de endeudamiento internacional y quedar condenado el país a endeudarse en moneda local y tomar medidas adicionales como una fuerte devaluación e inflación; otros, por el contrario, entre los que se encuentra el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, consideran que las consecuencias de aceptar el paquete de medidas que exigen los acreedores serán mucho peores para Grecia que la salida del euro.

El premio nobel ha escrito, en su columna de The New York Times, que él apoyaría el “no” a la propuesta de los acreedores, la cual ha calificado como ultimátum  inaceptable, pues las medidas que pretenden aplicarse colocarían a Grecia a una “austeridad y depresión sin fin”, mientras que la salida del euro no generaría, en su opinión, más caos del que ya existe y, por el contrario, adoptar una moneda propia y devaluar internamente podría allanar el camino para una recuperación, como ha ocurrido en muchos otros lugares y ocasiones.

Venezuela: bonos y PDVSA

Entretanto, los mercados han reaccionado negativamente. Todas las bolsas europeas han sufrido caídas importantes, impulsadas principalmente por la baja de precio de las acciones de bancos europeos expuestos a  deuda griega; situación que se ha extendido también a los mercados de renta fija emergente, como el de los bonos venezolanos y PDVSA, que han sufrido fuertes bajadas en los precios, contagiados por el pánico que ha generado el default de la deuda griega.

Creemos, sin embargo, que podríamos estar frente a una oportunidad de compra de estos activos que han sufrido como consecuencia de la crisis en Grecia, pues, en algunos casos estamos en presencia de una sobrerreacción del mercado (Ej. el Ibex ha descontado casi 38.000 millones de euros en capitalización versus 25.000 millones que sería la exposición de España a la deuda griega) mientras que en otros casos (bonos Venezuela y PDVSA) no existe correlación con la situación griega y las bajadas sólo se explican por un pánico de mercado que, tendencialmente, volverá a sus niveles previos.

Consideramos, también, que es altamente probable, y así se deduce de las últimas encuestas publicadas, que el cierre de los bancos y las restricciones a los retiros de ahorros impuestas en Grecia, así como la declaratoria del país en mora y la imposibilidad de acceder al crédito externo, son medidas que abonan el camino para que los ciudadanos se decanten, pragmáticamente, por el “sí” en el referéndum del domingo, con lo cual los activos que han sufrido bajadas en sus precios tenderían a la recuperación del terreno perdido.

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