Economía

Cuba y España, una alianza económica a prueba de crisis

Aunque las relaciones comerciales entre Cuba y España se intensifican, la millonaria deuda de la isla con los empresarios españoles todavía se mantiene, a pesar de las promesas de pago por parte de los funcionarios cubanos

cuba y españa
efe
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La visita de los reyes de España a Cuba llega en pleno auge en las relaciones económicas entre ambos países. El comercio entre Cuba y España se está intensificando y ambos países mantienen sus proyectos inversores.

Esta colaboración se da a pesar de la delicada situación financiera del país caribeño y la millonaria deuda que arrastra con los empresarios españoles.

Felipe VI y Letizia llegarán a la isla un año después que el presidente, Pedro Sánchez, cristalizara varios acuerdos económicos, además de una promesa no cumplida de que La Habana pagará los casi 300 millones de euros que adeuda a las empresas.

El pasado mayo la ministra de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Reyes Maroto, también visitó Cuba para dar seguimiento a la agenda de Sánchez. Esto refleja la creciente importancia que España otorga a la isla en materia económica.

«Las visitas de Estado ayudan a generar buen tono entre los países. Ayudan a animarnos, a no sentirnos tan solos como nos hemos sentido desde el punto de vista institucional durante muchos años», declaró Xulio Fontecha, presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba, una comunidad expectante ante la visita real.

Auge de las exportaciones entre Cuba y España

España exportó productos a Cuba por valor de 1.016,2 millones de euros entre agosto de 2018 y septiembre de 2019. Este flujo de exportaciones supone un incremento interanual del 10,2 %, según datos publicados este mes por el Ministerio español de Industria, Comercio y Turismo.

El incremento de dos dígitos pone a Cuba por encima de Argentina, Perú y Ecuador como destino exportador de España. «Esto refleja la apuesta que realiza la empresa española por este mercado», declaró esta semana la consejera delegada de ICEX España Exportación e Inversiones, María Peña, durante la Feria Internacional de La Habana (Fihav).

Con 110 empresas participantes, España ha sido el país más representado en la mayor bolsa comercial de Cuba, a pesar de ser su tercer socio comercial por debajo de China, que le provee gran parte de sus vehículos y mobiliario urbano, y Venezuela, su principal valedor político y fuente del petróleo que mueve el país.

Unas 3.500 empresas españolas venden productos a Cuba, un incremento del 13 % respecto al año pasado. De estas empresas, aproximadamente un millar lo hacen de forma regular.

Las máquinas y aparatos mecánicos son el principal segmento de estas exportaciones, con 20% del valor total, seguidas de dispositivos y materiales eléctricos, materias plásticas, metales y vehículos.

Las empresas españolas en Cuba

Aproximadamente 300 empresas españolas operan dentro de Cuba. El sector turístico acapara gran parte del volumen de negocio con la presencia de grandes corporaciones hoteleras como Meliá, Iberostar y Barceló. Estas empresas operan en régimen mixto con el Gobierno cubano y abarcan el 70 % de las habitaciones en la isla.

Solo Meliá Hotels Internacional representa más de 14 mil de las 50 mil plazas hoteleras y busca consolidar su liderazgo en el sector hasta 2020 con la apertura de dos nuevos hoteles.

Sin embargo, España ocupa un discreto sexto lugar como emisor de turistas a Cuba. Solo 112.175 visitantes españoles visitaron la isla en 2018. Esta cifra supone 13 % menos que el año anterior y queda por debajo de Canadá, Estados Unidos, Francia, Alemania y México.

Al margen de este sector, la mayoría de las empresas españolas en la isla son pymes que se dedican a una amplia variedad de negocios, desde importación de alimentos hasta construcción y maquinaria industrial.

«Esa diversidad de las empresas españolas refleja la diversidad de nuestra presencia aquí y también la diversidad de nuestros intereses en el país», evaluó la consejera delegada del ICEX.

Deuda y promesas incumplidas

Desde hace más de dos años Cuba adeuda aproximadamente 300 millones de euros (unos 331 millones de dólares) a las compañías españolas que operan en la isla. Esta situación ya afecta especialmente a los pequeños empresarios.

«En algunos casos han tenido que llegar a situaciones como declarar un ERE, alguno tiene el patrimonio personal hipotecado o en riesgo», asegura el presidente de los empresarios españoles en Cuba.

Fontecha se muestra, sin embargo, optimista y mantiene la «confianza de que Cuba va a honrar sus compromisos». Su optimismo de genera tras las promesas reiteradas de Cuba de pagar su deuda. Hasta el momento esto no pasa.

El Gobierno español ya aporta algunos instrumentos para aliviar este problema. España creó las líneas de apoyo de Cofides para la internacionalización de las pymes. También creó el fondo de contravalor con los 400 millones de dólares de deuda que España condonó a Cuba en 2015.

La primera partida del fondo, de 40 millones de euros, ya se materializó, y la segunda y última, de 375 millones, está «a punto» de ponerse en marcha, anunció esta semana la consejera delegada de ICEX.

«Vamos a seguir adelante y este mercado va a seguir contando con nosotros. Somos el segundo suministrador de Cuba, estamos en todos los sectores estratégicos del país y es difícil que nos desplace alguien ya», sentencia el representante de los empresarios.

Crisis, sanciones y ley Helms-Burton

La economía cubana está bajo mínimos por el déficit crónico en la balanza de pagos. En la isla está afectando la crisis de Venezuela y el endurecimiento del embargo de por parte de Trump.

Desde Estados Unidos se ha incrementado medidas como la restricción de vuelos, prohibición de viajes en crucero a Cuba y limitación de importaciones de productos que integren componentes estadounidenses.

Además, la Administración del presidente Donald Trump activó en mayo el título III de la ley Helms Burton. La medida permite demandas en tribunales de Estados Unidos contra firmas extranjeras que se estén beneficiando de bienes expropiados tras la Revolución de 1959. Estas querellas han afectado ya a empresas hoteleras españolas.

El Gobierno español, así como la Unión Europea, rechazaron frontalmente esta medida extraterritorial de Washington. Sin embargo, solo se ha registrado un puñado de demandas y el mayor impacto del título III sobre la economía cubana se atribuye a su efecto disuasorio sobre potenciales inversores extranjeros.

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