Economía

Dólar Dicom y el paralelo fijan precios de pólizas de seguros para vehículos

Para protegerse de la galopante devaluación, las empresas aseguradoras elevan la valoración del carro tomando como referencia la tasa de cambio Simadi/Dicom o a la del mercado paralelo, aunque el resultado sea una caída en la contratación de las pólizas con aumentos superiores de 1.000% en el monto de la prima a cancelar por el cliente.

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Foto: AP

Después de cuatro años contando solo con una póliza contra pérdida total de su vehículo (Nissan Sentra 2006), Raúl Rojas se vio obligado a tomar el año pasado a tomar la drástica decisión de quedarse solo con la póliza de responsabilidad civil. “Era imposible pagar la prima. Ahora solo tengo RCV y la póliza celestial”, afirma Rojas, en alusión a no contar con otra cosa que la ayuda divina como protección para su vehículo.

Como él, miles de venezolanos se han visto forzados a renunciar a contratar una póliza de seguros que resguarde uno de sus más preciados bienes contra siniestros y robos, al punto que de acuerdo con cifras manejadas por la Federación de Colegios de Productores de Seguros (Fecoprose), se estima que la cartera de automóviles ha caído entre 70% y 80% este año.

Cabe recordar que hasta el año 2014 y de acuerdo con estimaciones del sector asegurador, solo el 35% del parque automotor nacional (calculado en alrededor de 4,2 millones de vehículos) contaba con una póliza de seguro, lo que apuntaría a que en los últimos años cerca de 1,1 millones de propietarios de automóviles se vieron obligados a prescindir de la garantía que les ofrece una póliza de seguro.

¿La razón? El incremento hasta de 1.000% en el monto de la prima que debe pagar el propietario para asegurar su vehículo, ello como consecuencia de una galopante inflación que según el economista y diputado a la Asamblea Nacional José Guerra, se ubicó en junio pasado en 497% frente al mismo mes de 2015.

“No existe una sintonía entre los ingresos de la gente y la inflación, por lo que comienzan a cortar gastos y uno de ellos es la póliza del vehículo”, señala Alejandro Cruz, primer vicepresidente de Fecoprose, quien añade que la mayoría de los hogares con varios autos está asegurando solo el de mayor valor.

Cruz ilustra la situación actual señalando que si el año pasado asegurar un SUV Jeep Grand Cherokee rondaba alrededor de Bs 300.000, este año la póliza subió a 2,5 millones, 833% de alza en 12 meses. “No hay sueldo que resista ese aumento pues debes disponer de Bs 220.000 al mes para pagar el seguro del carro”, añade el experto en la materia.

Fabiana Zerpa sabe de eso. “Desde hace tres años no tengo seguro porque no puedo pagarlo. O es el carro o el seguro médico, y lógicamente prefiero el seguro médico”, comenta la profesional en administración con dos postgrados y tres trabajos.

– A la torera –

La máxima kaynesiana de que el “el bien más caro es el que escasea” es perfectamente aplicable a los vehículos: en lo que va de 2016, el mercado de los nuevos exhibe una caída de 99,5% frente lo vendido en 2007, cuando se estableció el récord de colocaciones con casi 492.000 vehículos (este año se han vendido apenas 1.704 carros).

Ante esta realidad, es indudable que los precios se hayan disparado de forma alarmante, lo que ha incidido en el alza de las cotizaciones y los montos de las pólizas. “La distorsión de la economía impide que tengamos una referencia cierta del valor del vehículo. Una empresa puede valorar una camioneta en 30 millones y la otra lo hace en 40 millones”, afirma Cruz.

La opinión del experto no es menos acertada. Desde hace casi 25 años el sector asegurador ha adoptado el Índice Inma como tabulador del precio de mercado de los vehículos para la estimación de las primas, la galopante inflación hace que este indicador sea apenas una mera referencia que todos se saltan a la torera.

Las empresas del ramo tienen la potestad de aumentar hasta en 20% el monto señalado por Inma como valor referencial, lo cual lógicamente eleva el valor de la póliza y la prima. “Las aseguradoras siempre han hecho eso, y ahora más para proteger el bien contra la inflación”, señala la corredora de seguros Ángela Savino, no sin antes hacer hincapié en que todo ello es consultado con el cliente.

El también corredor Johan Leal comparte esta tesis al señalar que tomando en cuenta que la póliza se rige por un contrato anual, mantener el valor de mercado hace que para el final del período el bien se haya devaluado entre 50% y 70%. “Si se llega a tener una pérdida total hacia el final de contrato, con lo que cancelan por la pérdida total no se podrá comprar nada. Esa es una de las soluciones que ha plantado el sector para proteger al asegurado”, dice.

Savino recuerda también que dado el alto precio de los partes y piezas en pocos meses el monto de una reparación puede superar el 60% del valor asegurado, porcentaje que la Ley de la Actividad Aseguradora establece como límite para declarar la pérdida total del vehículo. “Para evitar que se declare en pérdida un carro que es perfectamente recuperable se establecen montos más altos, siempre que el cliente lo quiera”, reitera.

Pero Lorena Márquez no está muy de acuerdo con esa apreciación. “Aun a riesgo de recuperar poco en caso de robo, quise asegurar mi carro por el valor que tenía el año pasado pero no me lo permitieron”, dice, calificando de ‘especuladores’ a las empresas de seguros.

Alejandro Cruz dice que es costumbre de las aseguradoras no rebajar más allá de 2% del monto establecido en el Índice Inma, un porcentaje muy inferior al 20% que las compañías pueden establecer a la hora de elevar la cotización del auto.

No obstante, otra fuente consultada del sector de corretaje que también prefirió el anonimato, da otra versión. “Muchos propietarios establecen el monto por el cual quieren asegurar su auto y la empresa, por ganar más, lo acepta. Eso hace que se disparen todas las primas”, comenta, dejando por sentado una práctica que ha dejado por fuera de la protección a miles de propietarios de autos.

– Muchas y pocas pérdidas –

¿Han perdido las aseguradoras? Mucho y poco. En cuanto a número de clientes y tras recordar que para este año se estimaba una caída de 65% de la cartera automotriz (cifra que ya habría sido superada), Johan Leal dice que la merma no es tan fuerte en cuanto a primas cobradas.

“La caída en primas no es tan fuerte porque los carros que se aseguran están pagando mucho más que el año pasado”, dice el experimentado corredor, cuya opinión es sustentada por una de las fuentes anónimas que con lo que paga un solo auto hoy cubre lo que cancelaban diez el año pasado.

“Quien tiene dinero para comprar un auto por 50 millones de bolívares tiene para asegurarlo por mucho más”, dice la fuente anónima, recordando además que el factor de riesgo aumenta con ciertas marcas y modelos.

Cruz añade que el grueso de los autos asegurados actualmente son SUV de cualquier marca y todos los modelos Toyota (la más solicitada por los amigos de lo ajeno), aunque también hay una alta demanda entre los ladrones por autos familiares que son utilizados para extraer partes que son vendidas como repuestos.

– También en dólares –

Un tema espinoso es el caso de los autos adquiridos en dólares. Leal señala que pese a no ser la moneda de circulación en Venezuela, dos o tres empresas han vulnerado la norma y cobran primas en dólares para los autos adquiridos en divisa, ya se trate de autos comprados afuera o fabricados por Ford Motor, única empresa que por ahora vende los modelos ensamblados en el país en moneda dura previa autorización del Ejecutivo nacional.

El resto de las empresas del ramo ofrece asegurar esos vehículos tomando como base para el cálculo de precio y la prima el equivalente en bolívares del precio que aparece en factura, utilizando como base de cálculo cualquiera de los dos cambios valederos en el mercado: Dicom y paralelo.

“Como no hay una regla concreta, cada empresa aplica la tasa que cree conveniente”, apunta una de las fuentes en reserva, sentencia que es remarcada por Cruz al señalar que esto es parte de “las fuertes distorsiones de la economía”.

– La realidad es otra –

El año pasado, y como una alternativa para “ayudar” a los clientes, las aseguradoras solicitaron fraccionar los contratos a seis meses, planteamiento que la Superintendencia de la Actividad Aseguradora rechazó por considerar que viola lo establecido en la ley que rige al sector. Era una jugada que terminaba siendo más costosa para los usuarios.

Pero ante la estampida actual de clientes, las empresas del ramo han intentado minimizar los efectos al aplicar otras estrategias menos leoninas. Algunas compañías ofrecen una cobertura amplia con deducibles de hasta 3% del monto del vehículo, con lo cual el monto de la prima baja de manera considerable. “Aunque el seguro no cubre todo el siniestro, al menos cancela buena parte”, señala Savino.

Otros planes ofrecen cobertura contra pérdida total más uno o dos parciales, lo que significa que la compañía cancela en caso de pérdida total y uno o dos siniestros hasta el tope acordado en el contrato.

“Nada de esto existía un año atrás, y eso en algo ayuda”, dice la especialista en corretaje, quien agrega que algunas empresas han extendido la antigüedad del vehículo asegurable hasta 15 años, cinco más de lo que regularmente era aceptado.

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