El índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos volvió a caer en septiembre y bajó 0,2%, en línea con los pronósticos de los analistas, con lo que la inflación interanual quedó en 0% a causa del prolongado descenso del costo de la energía, informó hoy el Departamento de Trabajo.
El mes pasado, los precios de la energía disminuyeron 4,7%, con una caída de 9% en el costo de la gasolina, lo que empujó a la baja al IPC.
Durante los últimos 12 meses, los precios de la energía han disminuido 18,4%, según el informe del gobierno.
En cuanto a los precios de los alimentos, subieron en septiembre 0,4% y registraron así su mayor incremento desde mayo de 2014, que siguió al de 0,2% de agosto.
Sin tener en cuenta los precios de los alimentos y la energía, que son los más volátiles, la inflación subyacente aumentó en septiembre 0,2% y la interanual quedó en 1,9 %, una décima más que en el mes anterior.
Mientras, los salarios ajustados a la inflación crecieron apenas 0,1% en septiembre y han avanzado 2% en los últimos doce meses, según detalló el Departamento de Trabajo en un informe paralelo.
Por otro lado, el gobierno anunció que los más de 60 millones de estadounidenses que reciben los beneficios del Seguro Social no tendrán el aumento anual correspondiente en 2016, principalmente por el declive en la inflación.
Esos beneficios son una fuente de ingresos crucial para muchos hogares y, sin ellos, unos 26 millones de personas habrían caído por debajo de la línea de la pobreza el año pasado, de acuerdo con un informe de la Oficina del Censo.
El dato interanual de 0% con el que cerró la inflación en septiembre está todavía lejos del objetivo anual de 2% marcado por la Reserva Federal (Fed, banco central).
En su reunión de septiembre, la Fed optó por la cautela y aplazó la esperada subida de los tipos de interés de referencia, que se mantienen entre el 0 % y 0,25 % desde finales de 2008, ante la persistencia de una inflación baja y los acontecimientos observados en la economía global, en particular la ralentización en China.
La próxima reunión del comité de política monetaria de la Fed está prevista para finales de este mes.
El vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer, dijo la semana pasada que los miembros del banco central tienen «la expectativa», pero no el «compromiso», de subir los tipos este año.
«Tanto el momento de la primera alza de interés como cualquier ajuste posterior al objetivo de las tasas de los fondos federales dependerán de forma crucial del desarrollo futuro de la economía», explicó Fischer en una conferencia durante la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en Lima.
También desde Lima y durante esa asamblea, el FMI insistió en que la Fed debería aguardar para elevar los tipos de interés hasta «que haya mayores signos de inflación sostenida al alza» en EEUU, al advertir sobre la actual «incertidumbre» en la economía global.
Así lo sostuvo José Viñals, director de Asuntos Monetarios del FMI y quien presentó un informe que señala que «los riesgos a la baja prevalecen en la economía global», y subraya la vulnerabilidad especial de las economías emergentes ante el inicio del ajuste monetario en EE.UU.
La Fed rebajó los tipos de interés a niveles cercanos a cero en plena crisis, con el objetivo de estimular la economía nacional y favorecer la toma de crédito.
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