«He encargado a todos los ministerios y estructuras estatales que preparen propuestas de recortes de gastos y reducción del aparato estatal», dijo el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, según medios locales.
Los recortes afectarán a la Administración presidencial, a la Fiscalía, al Comité de Instrucción y a las agencias federales, según anunció el Kremlin.
Uno de los motivos del aumento del número de funcionarios en los últimos dos años fue la incorporación a la Federación Rusa de la península de Crimea y el puerto de Sebastopol, base de la Flota del mar Negro.
«También tendremos que renunciar a algunos proyectos o aplazarlos para un futuro», agregó el jefe del Ejecutivo.
Entre otras medidas para afrontar la crisis, Medvédev también propuso aumentar los ingresos estatales a través de la privatización e insistió en la importancia de reducir la dependencia de las exportaciones de hidrocarburos.
«Como demuestra la experiencia mundial, cuanto mayor sea la independencia del presupuesto (de los ingresos energéticos), mayor efectividad darán las medidas anticrisis», resaltó.
Medvédev no descartó una mayor caída de los precios del petróleo, que han bajado ya de los 30 dólares por barril desde los 110 de junio de 2014, debido a la aparición de nuevos exportadores, como es el caso de Irán.
Reconoció que, en su momento, elaborar el presupuesto sobre un pronóstico de 50 dólares el barril parecía un cálculo realista, pero que ahora el «dramático» descenso de los precios del petróleo «crea unos riesgos muy serios para el cumplimiento del presupuesto».
Además, adelantó que aumentarán las ayudas al sector del automóvil, cuyas ventas de coches y vehículos comerciales cayeron más de un 35 % en 2015, cuando hace tres años Rusia llegó a ser líder europeo en el sector.
Según las previsiones oficiales, la economía rusa se contraerá en 2015 en torno al 3,8%, y con respecto a 2016, se espera que el PIB tenga un crecimiento nulo o incluso negativo debido a los bajos precios del petróleo, de donde provienen junto a las exportaciones de gas la mitad de los ingresos del Estado ruso.