Economía

¿Se perderá Citgo? Esto puede pasar tras la desaparición del gobierno de Guaidó

Tras 4 años con respaldo internacional, el Gobierno Interino de Guaidó desapareció. Pero más allá del reconocimiento político, lo que está en juego es el futuro de los activos de Venezuela en el exterior. El abogado y miembro del Growth Lab de Harvard, José Ignacio Hernández, da luces sobre lo que podemos esperar en 2023

archivo
Publicidad

El fin del interinato de Juan Guaidó es un hecho. Para muchos no se trata de que el Gobierno de Estados Unidos lo reconozca o no: el mandato constitucional del cual se sostiene culmina este mes de enero y entonces ya no quedará nada por reconocer.

Más allá de respaldar políticamente la figura de un líder opositor que viene perdiendo seguidores y poder de persuasión en el país, la desaparición de un gobierno interino con cierto poder externo representa cambios radicales y concretos en el manejo de los activos internacionales. Hasta el momento, la administración de Guaidó controlaba Citgo y se le respetaba su autoridad sobre el oro venezolano que se encuentra en Londres. A partir de ahora todo podría pasar nuevamente a ser controlado por el gobierno de Maduro.

El abogado y miembro del Growth Lab de Harvard, José Ignacio Hernández, deja claro el hecho de que «no es que el gobierno de Estados Unidos cambie su política de reconocimiento, solo que no hay gobierno qué reconocer».

¿Si Guaidó no es el presidente, entonces Maduro lo es?

Puede ser que no le den el reconocimiento público a Nicolás Maduro tras la salida de Guaidó del escenario, pero sí deben tratar con él. Hernández puntualiza que en derecho internacional los gobiernos no reconocidos pueden representar al Estado en la relación con activos y pasivos.

«Esto quiere decir que al desaparecer el gobierno interino, Maduro queda como la única organización que puede reclamar la representación de Venezuela en Estados Unidos y en el Reino Unido», apunta.

Maduro con las manos sobre el oro

Sin Guaidó en el escenario, Maduro no tiene impedimento para conseguir lo que viene reclamando desde hace tiempo: el manejo de las 31 toneladas de oro venezolano depositadas en el Banco Central de Inglaterra.

A finales de julio un tribunal comercial de la Alta Corte de Londres reiteró la decisión sobre la administración del oro resguardado en el Banco Central de Inglaterra y señaló que las únicas autoridades legítimas para manejar los fondos son las que ha nombrado el dirigente opositor Juan Guaidó. Ahora eso puede cambiar.

«La corte ha concluido que lo único que impide a Maduro reclamar el control sobre los activos es que exista un gobierno interino reconocido como tal, si ese gobierno ya no existe entonces ya Maduro no tiene esa barrera», señala.

Citgo: la trama se complica

El asunto de la empresa petrolera Citgo plantea un escenario más complejo, porque en este caso le toca a Estados Unidos decidir si ante la falta de gobierno interino reconoce o no al gobierno de Nicolás Maduro para que maneje la empresa.

Los escenarios son los siguientes, según el abogado constitucional: si EEUU reconoce a Maduro entonces la nueva junta sería nombrada por el gobierno chavista; en caso que desde Washington se nieguen al reconocimiento lo que sucedería es que Citgo enfrentaría una crisis de gobernanza, porque la junta de Guaidó desaparece y la de Maduro no podría tomar el control.

Pero el tema de Citgo no solo es quien estará en la junta, sino con quién van a litigar los acreedores que están esperando a subastar la empresa para cobrar el dinero que les debe el Estado venezolano.

El cambio de gobierno de Guaidó a Maduro también implicará un cambio de abogados y la administración de Maduro ahora sería la responsable de atender los reclamos por las deudas que se estiman en 160 mil millones de dólares.

De hecho, el Gobierno de Maduro podría lograr el reconocimiento de EEUU, según el experto constitucional, por el tema Citgo. Al tener la empresa un rol importante en el mercado de combustible estadounidense, el gobierno de Biden podría evitar una disputa en la que la empresa quede inoperativa por no tener quien la gestione si acepta que la junta designada por Maduro la maneje.

¿Citgo se puede salvar?

A juicio de Hernández, lo más probable es que no. Si ya no hay reconocimiento a Guaidó y en consecuencia la Oficina del Tesoro de EEUU (Ofac) retira las protecciones a la empresa por las sanciones judiciales, entonces los acreedores podrían ejecutar las ordenes de subastar las acciones de la compañía para saldar las deudas.

Con Maduro al mando, Citgo podría perderse. Así lo señala el abogado al recordar que en diciembre de 2018, cuando no había la presencia de un gobierno interino todos los analistas daban por perdida a Citgo. ¿La razón para esto? Maduro no tenía ni la capacidad, ni la disposición para pagar las deudas.

«Lo que permitió salvaguardar a Citgo fue el reconocimiento del gobierno interino, porque la estrategia judicial del gobierno interino se orientó a proteger el activo, lo cual es muy distinto a lo que hizo Maduro al abandonarlo».

¿Sin Guaidó se van las sanciones?

Que ya no se reconozca a Juan Guaidó como presidente interino no significa que al Gobierno de Maduro le sean levantadas las sanciones: «Son cosas completamente distintas», apunta Hernández.

El miembro del Growth Lab de Harvard destaca que el caso venezolano es único en Estados Unidos. Las sanciones iniciaron en 2014 y el reconocimiento a Guaidó se dio en 2018. «Que termine el reconocimiento del gobierno legítimo de Guaidó, pero eso no implica que el programa de sanciones cambian».

De hecho, la flexibilización de sanciones ya se viene generando después de que el Gobierno de Maduro decidió sentarse a dialogar con la oposición en México. Respecto a esto, Hernández tiene serias dudas de que las negociaciones sean efectivas.

«Maduro ha mejorado su posición notablemente sin ceder nada en términos de transición democrática o mejoramiento de la democracia en Venezuela. Sin hacer nada ha logrado que el gobierno interino desaparezca y se pelee. Quizás se sienta en la mesa de diálogo para no alterar el rumbo de los acontecimientos, pero nada más», asegura el abogado constitucional.

«No veo hoy día ninguna posibilidad de que las elecciones presidenciales 2024, si es que se celebran, sean medianamente competitivas», culmina.

Publicidad
Publicidad